DE QUE SE HABLA HOY

Vivimos en un país donde las Matemáticas no es una ciencia exacta

¿Se cuestionó alguna vez lo difícil que resulta vivir en un país donde no se puede planificar nada? Es imposible hacer planes, pensar en algo a corto, mediano y mucho menos a largo plazo. En ningún aspecto de la vida cotidiana de un ciudadano argentino la opción de programar es posible. Pongamos algunos ejemplos de intenciones que se ven frustradas. Una familia quiere proyectar sus vacaciones para el verano que ya casi llega.

¿Por dónde empieza? Hacer números de gastos resulta imposible. Nadie puede saber cuánto costarán las cosas dentro de tres o cuatro meses. Ni siquiera la fecha en la que terminarán las clases de los chicos. Una medida puede ordenar continuarlas para compensar los días perdidos por tanta huelga. Decisiones sobre cambios de casa deben postergarse. Nadie sabe cuál es la situación de los créditos hipotecarios; ni cómo se financiarán las cuotas. No puede siquiera prepararse un plan de ahorro porque nada es seguro ni fijo. ¿Siguen vigentes las Lebacs? ¿Los plazos fijos de los bancos cubren la inflación? Cómo saber esto último si no sabemos de cuánto será la inflación este año. ¿Compro o vendo dólares? ¿Los guardo en casa o abro o una caja de ahorro? Tremendo vivir rodeado de imprevisibilidad.

Lo provisorio reina aún en los niveles más ínfimos y nada es seguro ni definitivo: No tenemos técnico en la selección nacional de fútbol; no sabemos cuántos ministerios tenemos; seguimos sin saber quiénes mandan en organizaciones como la CGT o la AFA.

Ni siquiera sabemos quién dirige el principal partido político de la oposición. Nadie puede planear si el año que viene podremos seguir pagando la prepaga o el colegio privado de los chicos. Y si hubiera que renunciar a una, ¿de cuál prescindiríamos?

Cada tanto nos asalta la idea de cambiar el coche pero por muchos números que se hagan, ninguno dará un resultado exacto porque es imposible. Desde el mismo precio de la unidad, pasando por los impuestos, los intereses de la financiación y los costos de seguro, patente y garaje nadie puede asegurarnos una cifra para dentro de un mes, de hecho hoy mismo muchas terminales no venden porque no tienen precio para hacerlo. En una dimensión menor a la de un coche, los negocios que venden artículos importados también tienen suspendidas sus ventas con la excusa de "no puedo vender al precio que tengo porque no sé a cuánto voy a tener que pagarlos cuando compre".

Un país imprevisible es un país invivible nos guste o no. El día a día es desgastante, cansa, agobia y te infla la incertidumbre hasta provocarte el abandono de las ilusiones. Y entonces sobreviene la tristeza, la falta de esperanza y eso se nota en la calle, en el destrato cotidiano que nos tenemos. Proyectar algo es una utopía, pensar en realizar un sueño es algo que se desvanece cuando nos ponemos frente a un papel en blanco y un lápiz y nos salen cuentas que son "mentiras" porque las hacemos sobre supuestos. Casi podría decirse con mucha ironía, que los argentinos descubrimos que las Matemáticas no son una ciencia exacta, la hemos convertido en una materia de la adivinación, la suposición o la intuición. Bueno, igual no se rinda, siga soñando porque a  lo mejor algún día dos más dos serán cuatro hoy y dentro de seis meses. 

V. CORDERO