La primera vez en el cine de 2000 chicos

La fundación Camino realiza esta obra benéfica desde hace más de veinte años. Chicos de familias de escasos recursos de distintos barrios rosarinos participaron de una jornada organizada por la Fundación Camino en los cines Village de esa ciudad. Camino impulsa tres centros contra la es nutrición infantil en conexión con la Fundación Conin.

Unos dos mil chicos de familias de escasos recursos de distintos barrios rosarinos participaron de una jornada organizada por la Fundación Camino en los cines Village de Rosario, donde pudieron ver películas de dibujos animados y recibieron regalos.

Es una iniciativa que se viene desarrollando desde hace veinte años, promovida por esta fundación local, iniciada en 1991, que busca ser un puente entre la voluntad de dar y la necesidad de recibir.

La Fundación Camino impulsa en Rosario tres centros contra la desnutrición infantil, en conexión con la Fundación Conin, la obra iniciada en Mendoza y desplegada en todo el país por el doctor Abel Albino.

Esos centros promueven la estimulación temprana y el apoyo escolar a los chicos, y la formación de las madres para alimentar bien y educar a sus hijos, http://www-.facebook.com/CaminoCONIN.

PESE A TODO

El 22 de julio pasado falleció quien era siempre la principal organizadora de esta gran movilización, Georgina Rouillon de Trabuchi, que hasta sus últimos días, estando enferma
en cama, siguió ocupándose de conectar escuelas y distintas entidades y de concretar detalles
de la jornada.

Para que no dejara de hacerse este año, sus hijos Emilia, María y Francisco tomaron a su cargo continuar la tarea de su madre, junto con más de 30 amigos y voluntarios de la entidad.

A su vez, los chicos concurrieron acompañados por más de 200 adultos maestros, padres, madres, en orden, tomados de la mano los más chiquitos.

Todos llevaban tarjetas identificatorias con sus nombres: Abigail, Ludmila, Ignacio, Emir... Preguntada una mamá, del barrio La Cerámica, de dónde había sacado el nombre de su hijo, dijo: ‘De las novelas turcas’. 

Chicos y grandes llevaban cartelitos de las casi 40 instituciones o grupos por los cuales concurrían. Venían de escuelas públicas -como las 1266 Juana Azurduy, la 2072 de Pérez, la 12449 Juan de Solís y muchas más-; del oratorio de Caacupé; de iglesias evangélicas, como Casa de Refugio, Buenas Nuevas (del barrio Nuevo Alberdi) y Encuentro con Dios; de comedores infantiles, como los 150 chicos del comedor Los Conejitos.

Había 40 chicos del grupo de catequesis que la residencia universitaria Cheroga da en el barrio Santa Lucía. También acudieron de centros vecinales como los centros de convivencia barrial de Ludueña Sur y Ludueña Norte; la vecinal Villa Felisa, de San Lorenzo; la vecinal Barrio Fisherton Sur. Y de otras organizaciones, como la Copa de Leche Pancitas Felices; la biblioteca del taller comunitario Color Esperanza o la Asociación Niños del Sur de Pocho Lavezzi.

Además había cien chicos del jardín 236 Raúl Malatesta y otros 90 del taller comunitario Color Esperanza. Y delegaciones de tres centros de Conin -de Nuevo Alberdi, Cabin 9 y Fisherton-;
del Fondo de Becas Fonbec, que da ayudas para continuar sus estudios a jóvenes de familias necesitadas; del complejo educativo de Solís 1449, del jardín maternal número 2.

Cada grupo recibió a la entrada galletitas, que los mayores distribuían. Y al salir del cine cada chico fue obsequiado con una coronita de cartón, una hamburguesa, un jugo y un juguete en
una caja de Burger King.

Muchos empleados de esa firma lucían en las espaldas de sus remeras la leyenda “20 años celebrando juntos”. Se prepararon unas 2.300 hamburguesas.

De Buenos Aires concurrió especialmente la gerente de recursos humanos, Sabrina Martins. Y el gerente de distrito de Rosario, Carlos Iglesias, que colabora en esta movida desde la primera vez en 1998, dijo que empleados de los cuatro locales de Burger King en la ciudad se ofrecieron a acudir como voluntarios aunque todos no podían hacerlo porque esos locales debían seguir funcionando.

Destacó el valor de esta experiencia para los chicos: “Es algo que no se olvidan en su vida”.

PRIMERAS VECES

“Muy bien lo que hacen”, dijo al salir de las salas de cine Ariel Correa, profesor de la Escuela de Fútbol Provincias Unidas, del barrio Belgrano Sur, que entrena a chicos de 5 a 12 años.

Y que venía por primera vez, con un grupo de chicos. Otro profesor, Diego Torres, de una organización no gubernamental del parque del Mercado, ya hacía cinco años que concurría con sus
discípulos.

Para muchos de los chicos -como Milagros, de seis años- se trataba de la primera vez que iban al cine y miraban con curiosidad las luces, los carteles de las películas, los pasillos alfombrados, hasta los baños.

Un clima de felicidad, amistad y sencillez, volvió a vivirse en esta experiencia que la Fundación Camino realiza desde hace veinte años y que se repetirá en noviembre. Caras felices, sonrientes, transmitían un ambiente sereno, de alegría y paz.

“Quien le quita a ese chico que haya pasado un día feliz”, solía decir Georgina Rouillon, que brindó sus mejores esfuerzos año a año a esta iniciativa, que empezó hace dos décadas y sigue adelante.