La estabilidad en situación incierta

Claves de la economía- Por Eduardo L. Fracchia *

La economía está hoy y como siempre subordinada en buena medida a la política por la crisis y dado que hemos entrado en un largo período preelectoral. Conforme avancen los meses el clima se irá poniendo más tenso en la medida que el Presidente quiera intentar revalidar su gestión con la apuesta por un nuevo gobierno de orientación no populista. No se han tomado medidas de fondo e integrales en la administración sino que desde Economía se fueron atendiendo con diferente resultado los problemas de la coyuntura a medida que se presentaban. Tampoco se encaró un programa basado en el crecimiento y en la eliminación de la inflación como era de esperar. Esta agenda queda entonces para la próxima gestión.

Claramente ahora el problema mayor está en contener la inflación, moderar la recesión y estabilizar al dólar. La corrida es el evento de esta última semana de agosto cuando escribimos estas líneas. Durante el kirchnerismo, el gobierno ha estimulado el consumo por la vía del aumento del gasto público. En esta administración, aparentemente no se pudo reducir el gasto de modo sustantivo. Faltó un mayor compromiso y el FMI lo ha puesto en la agenda en los últimos meses.
Por otro lado, hay gestiones para subir salarios para recuperar el ingreso real perdido en el sector público y en el privado pero los aumentos son insuficientes y el salario real de 2018 caerá bastante.

El aumento de los sueldos debería hacerse en parte por productividad y en este sentido pareciera que hay poco margen para crecer porque la economía aumentó en estos años su productividad a un ritmo bastante acotado.
En el frente de la política económica puede llegar a plantearse un conflicto entre Economía y el BCRA respecto a qué variables corregir, aunque el poder de decisión final lo tiene la Jefatura de Gabinete y esta verticalidad se cuestiona.

BUEN NIVEL MONETIZACION
La economía sigue estando con buen nivel de monetización de pesos en términos del PIB y no se han perdido depósitos en los bancos en dólares. Tampoco hay huida del dinero ni caída de los depósitos en pesos ni en dólares.
En cuanto a la política de tasas, parece poco probable que se pueda ir rápido a un esquema de tasas de interés más bajas. Hay que frenar la corrida.
La comunidad internacional y el FMI siguen sensibles ante la volatilidad de Argentina. La necesidad de ir a un mayor compromiso por parte del FMI para el adelanto de recursos no es tanto por una mera cuestión de auditoría sino por una genuina intención de facilitar el financiamiento sin acudir a Reservas para pagar los compromisos de deuda.
Este financiamiento no está del todo cerrado para 2019, como tampoco la discusión del presupuesto. La discusión de coyuntura y los pronósticos planteados son, naturalmente, condicionales al modo en que se conduzca la economía en el corto plazo en un contexto de gran incertidumbre.

La credibilidad en el equipo económico por parte de los países centrales, los empresarios locales (argentinos o ejecutivos de multinacionales) y los pequeños ahorristas es central para reconducir una economía que sigue en terapia intermedia. Es vital avanzar en las cuestiones sustantivas que fueron postergadas por la anterior administración y que todavía no se han encarado con la convicción requerida por parte de este gobierno.

Quizás nunca se asuman estas tareas pendientes por la conducción actual y puede perderse entonces una oportunidad única que han aprovechado otros países. El contexto internacional y en concreto la situación de Estados Unidos puede complicarse en algún momento con tasas de interés de la Fed aún superiores. Será entonces más difícil encarar reformas de mayor aliento como el mercado reclama.

EVOLUCION DE LA ECONOMIA
Son varios los aspectos que habrá que tener en cuenta para seguir la evolución de la economía nacional durante lo que resta de 2018 y 2019. Es clave no perder de vista los indicadores específicos de naturaleza sectorial, muy relevantes dado el estilo de política económica activa que esta administración quiere plantear desde el Ministerio de Producción.
2018 es un año difícil caracterizado por una corrida en dos etapas que nadie anticipó, la suspensión del endeudamiento externo sorpresiva, el acuerdo express con el Fondo, la política errática para contener la devaluación, la ausencia de un plan más integral, y sobre todo la falta de confianza en Macri y en su gabinete.
El largo plazo es promisorio si solucionamos el problema del "consenso social" que advirtió Samuelson en 1980, la razón por la cual Argentina perdió su oportunidad en el siglo 20 cuando según él en 1945 prometía tanto.

Entre las principales fortalezas que tenemos pensando en el largo plazo podemos mencionar a Vaca Muerta, el litio, la minería de cobre y oro muy abundante; la demanda de commodities y de capacidades en la industria del conocimiento; no tenemos conflictos étnicos ni de inmigración; y el recurso humano es valioso en el país aunque con poca educación formal.
En el plano político, parte del peronismo ha madurado y supera la fase populista del kirchnerismo. Se renuevan los dirigentes políticos en un contexto de recambio generacional.

El contexto internacional es más promisorio dado que tenemos un aliado como Brasil que se irá consolidando. Pero para llegar a ese largo plazo hay que evitar los desequilibrios macro asociados a déficit gemelos que nos complican la credibilidad. La buena macro es condición necesaria pero no suficiente. Para crecer hay que recuperar la confianza, y el gobierno tiene ahora la prueba más adversa desde que llegó al poder. 


* Investigador senior del IAE Business School de la Universidad Austral