El nacionalismo católico destruyó el liberalismo que nos había encumbrado

Antes de entrar en la problemática del nacionalismo católico en la Argentina creo procedente analizar los encuentros que en la historia tuvieron las ideas de la libertad y del totalitarismo. Y ya debiéramos saber como ya lo ha reconocido el propio Ling Yu Tang que fue la filosofía política de Europa continental la generadora del totalitarismo como la racionalización del despotismo: Rousseau, Kant, Hegel y Marx. 

Y en ese sentido Ayn Rand dijo: "La filosofía política angloamericana y la francogermánica son tan distintas como el día y la noche". Y voy a insistir en la conclusión de que si no hubiese sido por los Estados Unidos el mundo sería ahora nazi o comunista. 

Fue John Locke quien estableció el principio del derecho a la búsqueda de la propia felicidad. Principio que considerara el fundamento de la libertad. Igualmente reconoció la naturaleza humana y en función de ello reconociendo que los monarcas también son hombres, era necesaria la limitación de las prerrogativas del rey. También reconoció el derecho de propiedad y la libertad religiosa y al respecto dijo: "Nadie puede ir al cielo con una religión en la que no cree". Y en el supuesto de esas ideas es que se produjo la Glorious Revolution en Inglaterra, que constituyó el inicio de la libertad.

El criterio de que del protestantismo surgió la libertad y la riqueza es otra falacia de Weber. Los primeros protestantes fueron los alemanes dirigidos por Lutero, y Alemania hasta fines del siglo XIX era uno de los países más pobres de Europa. Y el atraso trajo a Hitler y el Holocausto. Los pilgrims se fueron de Inglaterra porque no había libertad y cuando llegaron a Estados Unidos pusieron la tierra en común y se morían de hambre.

La libertad religiosa no surgió de los principios protestantes sino de la circunstancia que predijo Adan Smith: "Habrá libertad religiosa cuando haya multiplicidad de sectas". Estados Unidos hasta la Constitución de 1787 y el Bill of Rights de 1791 estaba tan atrasado como los latinoamericanos y tenía solo 250.000 habitantes.

DESTRUCCION

 Hoy la confusión entre el socialismo y la democracia le da la razón a Aristóteles cuando pronosticó que la democracia era la destrucción de la República: "Cuando el pueblo se hace monarca viola la ley y se hace déspota".

Este principio lo desarrollaron los norteamericanos y por ello su sistema se le denomina el Rule of Law. El socialismo fue la denominación que le dio el Iluminismo a la demagogia descripta por Aristóteles. El Iluminismo fue el oscurantismo de la razón y de alli surgió el totalitarismo como la racionalización del despotismo con Rousseau, Robespierre y la Diosa Razón en la Revolución Francesa.

En el cristianismo se encuentran principios fundamentales del liberalismo. La separación del Estado de la Iglesia: "Dar al Cesar lo que es del Cesar" Y Jesucristo anunció: "Mi reino no es de este mundo". El reconocimiento de la naturaleza humana: "El justo peca siete veces". La tolerancia "El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra".

El derecho de propiedad en la Parábola de la Hora Nona. El derecho a la búsqueda de la felicidad en la Parábola de los Talentos.

Esos principios fueron violados paladinamente por la Iglesia Católica durante la Inquisición. Al respecto Montesquieu en La Cartas Persas escribió que los musulmanes decían que los cristianos eran los que más se mataban entre ellos. Y esa realidad continuó hasta el siglo XX con la Segunda Guerra Mundial.
Hasta fines del siglo XIX se vivió en la Iglesia el período denominado el ultramontanismo, al cual estaba opuesto Lord Acton. Pero llegó León XIII y en 1891 escribió la Encíclica Rerum Novarum donde enseñó: "En la sociedad civil no pueden ser todos iguales, los altos y los bajos. Afánanse en verdad por ella los socialistas; pero vano es ese afán y contra la naturaleza misma de las cosas. Porque ha puesto en los hombres la naturaleza misma grandísimas y muchísimas desigualdades. No son iguales los talentos de todos, ni igual el ingenio ni la salud ni las fuerzas. Y la necesaria desigualdad de estas cosas sigue espontáneamente la desigualdad en la fortuna. La cual es por cierto conveniente a la utilidad, así de los particulares como de la comunidad".

León XIII había leído la mano invisible de Adam Smith, pero aparentemente no el Papa Pío XI que, pactando con Mussolini en el Concordato de Letrán, en 1931 escribió la Quadragesimus Anno que es fascista de la "a" a la "z".

Así llegó a la Argentina el nacionalismo católico y consecuentemente la irrupción de Juan Domingo Perón. O sea la destrucción del sistema liberal que había llevado a la Argentina a los primeros lugares de los países del mundo. Todavía vigente el peronismo y todo hace parecer que Francisco no ha leído la Rerum Novarum.