Reflexiones de un intelectual, entre la violencia y la belleza

En "Stefan Zweig: Adiós a Europa" se pueden intuir retazos de la vigencia del pensamiento de un buscador del placer de la inteligencia y la belleza, que chocó con la irracionalidad de la violencia y el caos.

"Stefan Zweig: Adiós a Europa" ("Farewell to Europe", Alemania-Austria-Francia, 2016). Dirección: Maria Schrader. Guion: Maria Schrader, Jan Schomburg. Fotografía: Wolf Thaler. Música: Cornelius Renz, Tobias Wagner. Actores: Josef Hader, Barbara Sukowa, Tomas Lemarquis, Aenne Schwarz, Nahuel Pérez Biscayart. Duración: 105 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años.

Con una estructura que abarca los últimos cuatro años de exilio de Stefan Zweig, la directora Maria Schrader ("Aimée y Jaguar") muestra momentos del célebre escritor nacido en Viena y su nomadismo por destinos latinoamericanos a que lo obligó la locura de un dictador mesiánico obsesionado con los judíos. Una actitud particular cuando se le pedía se manifestara contra el nazismo ("no voy a hablar mal de Alemania"), basada en la consideración de que el escritor debe dedicarse a escribir y no a criticar, fue antagónica con su actitud de acompañamiento a amigos judíos que lo requirieron.

La elección de Brasil como posibilidad de una nueva vida acompañado por su joven esposa, luego de su separación de la periodista Friderike von Wintermit, pareció un oasis en una existencia de continuos desplazamientos. Pero el requebrajamiento de su querida Europa, cuyo pensamiento abrazaba, lo sumió en la depresión y el veneno acompañó su muerte en compañía de su nueva esposa en una Petrópolis rural.

SOLIDA Y AUSTERA

Una realización austera ésta de Maria Schrader. Ni el colorido de escenas como la de la banda militar, que precariamente toca "Danubio Azul" en medio de la selva brasileña. O los manojos de flores en primer plano que presiden los arreglos de mesa del banquete de recepción inicial, en el que muchas admiradoras cariocas le piden la firma de sus exitosas novelas y biografías ("24 horas en la vida de una mujer", "Maria Antonieta", "Balzac", "Magallanes"). Nada alcanza para evitar la profunda melancolía que invade toda la película.

La figura de Zweig (notable la caracterización de Josef Hade) resume el patetismo de alguien acostumbrado a la armonía y la reflexión que le dio la intelligentzia europea y al que el vendaval de una Europa en llamas trasladó desconcertado a un edén amazónico.

EN BUENOS AIRES

Muy bien lograda la escena en Buenos Aires cuando el autor es recibido en el Congreso Internacional del Pen Club (1936), evento en el que intervino Victoria Ocampo y contó con la presencia de importantes figuras como Jules Romain, Alfonso Reyes y Romain Rolland. En un momento de crisis con el fascismo en Italia, Hitler en Alemania, Franco en España, el stalinismo en Rusia, el autor vienés no dio a los periodistas la esperada declaración contra el nazismo que se esperaba de él.

Su posición pacifista le hizo ganar críticas como las de ""cobarde, ególatra y pusilánime"" de aquellos que no estaban de acuerdo con el concepto de que el intelectual debe entregarse únicamente a su obra.

Un filme de reflexiones y miradas, de contraste de caracteres (el sentido común y la inteligencia de su ex mujer, excelente Barbara Sukowa). En "Stefan Zweig: Adiós a Europa" se pueden intuir retazos de la vigencia del pensamiento de un buscador del placer de la inteligencia y la belleza, que chocó con la irracionalidad de la violencia y el caos.

Calificación: Muy buena