DE QUE SE HABLA HOY

El Presidente no fue a un acto y le dio el triunfo a los violentos

Con una decisión equivocada, Mauricio Macri le adjudicó un triunfo a los violentos, a los desestabilizadores. La cancelación de su programada visita a Rosario para participar de la celebración del Día de la Bandera al pie del monumento que recuerda la fecha histórica, fue un claro signo de debilidad ante un episodio que aún no está del todo claro.

Un comunicado que difundió el Ministerio de Seguridad confirmaba que el Presidente había decidió cancelar su viaje a Rosario por "cuestiones de seguridad ya que tenían información de que grupos violentos intentarían opacar el evento".

El propio titular de esa cartera, Rogelio Frigerio, explicó que "con motivo de haber recibido notificaciones de los responsables de la seguridad presidencial y del gobierno de la Provincia de Santa Fe donde se indicaba que se debía reforzar las medidas de seguridad para evitar la posibilidad de que se generen disturbios en las calles de Rosario de organizaciones políticas, se suspenderá la asistencia del Presidente a esa Ciudad para la celebración del Día de la Bandera".

Desde el Ministerio de Seguridad santafesino aclararon que "la seguridad del Presidente y de las personas que fuesen a asistir a este acto estaba garantizada".

El gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz, buscó aclarar el tema y dijo que "Son los tiempos que vivimos: la grieta se manifiesta en todos los escenarios. Son las cosas que tenemos que superar en la Argentina, para poder volver a tener actos en los que las autoridades puedan estar con la gente y que eso no implique posibilidades de agresión, o insultos. Fue de común acuerdo (entre el gobierno provincial y el nacional) priorizar el festejo ciudadano porque, el acto político no era lo más importante".

La intendenta de Rosario, Mónica Fein, justificó la agresión prevista diciendo: "Hubo una superposición de elementos, entre ellos algunas convocatorias para marcar el descontento con el Presidente y sus políticas". Ahora las preguntas que necesitan respuesta urgente: ¿Cuáles son las agrupaciones que iban a "romper" el acto? ¿Quiénes las manejan? ¿Tienen tanta fuerza como para meterle miedo a un presidente a punto de hacerle suspender un viaje? ¿Si esto lo sabían las fuerzas de seguridad de Rosario desde días antes, por qué se cancela el viaje el mismo día del evento? ¿Hay alguna amenaza más que por razones de seguridad no quieran darse a conocer? 

Se equivocó el Presidente, con este gesto no contribuyó a que el acto fuera tranquilo sino a que los violentos, celebren un triunfo, porque con el solo amague de perturbar la fiesta lo hicieron recular y faltar a un acto que tiene una historia de presidentes de la Nación encabezándolo.

Ahora es de suponer que si alguien llama a un sitio y dice que va a ir a putear al Presidente o a armar gresca durante su presencia, el jefe de Estado va a suspender su actividad pública. Es muy fuerte pensar que los violentos, los ignorantes de la democracia ganan una partida más, por el miedo del Presidente, por los malos consejos que le dan o simplemente para no pasar un mal rato.

No todo es fiesta, ya lo sabemos, y los momentos difíciles hay que afrontarlos con el mismo ánimo con el que se para un líder ante una multitud de seguidores seguro que sólo recibirá ovaciones de afecto.

Siento decirle que creo que se equivocó señor Mauricio Macri. Deslució un acto, sembró dudas y lo peor que es que les dio, una vez más, el protagonismo a los que están dispuestos a todo para conseguir que usted se vaya antes de terminar su mandato. Ponerle los oídos a los insultos no es tan grave como ponerle el pecho a las balas, recapacite señor Presidente, dé el ejemplo si quiere que lo sigan.

V. CORDERO