DE QUE SE HABLA HOY

"Les chiques" están queriendo cambiarnos a "todes" el habla

Me preocupa cuando las cosas se salen de madre, de desquician a punto de llegar al estado más puro de la estupidez. Ayer escuché en la radio a una jovencita llamada Natalia Mira, que se arroga el cargo de vicepresidenta del centro de estudiantes del colegio Carlos Pellegrini cuando respondía a los periodistas frente a las puertas del establecimiento tomado por los alumnos en defensa de la ley de la abolición del aborto.

Me sonó raro la forma en que la joven hablaba y le confieso querido lector, que pensé que lo hacía en catalándebido a su apellido que parece tener ese origen. Pero presté más atención y me di cuenta de que era un lenguaje nuevo, que usa la vocal "e" para omitir la "a" o la "o" y así, sin sutilezas, omitir referirse a uno u otro género. 

La chica se refería a "algunes alumnes"; a que hay "unes poqes diputades que están indecises"; a "les madres y padres".

Se puede defender la igualdad de género, el "ni una más", todo lo que sea, pero arrastrar al idioma, la manera de hablar, la fuente de nuestra comunicación es, al menos, una osadía demasiado exagerada.
La confusión sería tan grande que deberíamos todos volver a cursar Lengua para aprender a expresarnos sin masculino ni femenino con un único género que atravesará nuestra forma de hablar.

La unificación de "él" y de "ella", por ejemplo, daría como resultado un "elle" anodino y malsonante. Diríamos "Elle saldrá hoy con sus amigues", y nunca sabríamos si quiénsale es la nena o el nene, pero qué más da si todos son iguales. Los "chicos" y las "chicas" serán "chiques"; el "doctor" y la "doctora" se convertirán en "doctore"; ya no oiremos más en los discursos aquello de "todas y todos" que se quedará en "todes". 

En cambio de "ellos y ellas", ahora todos serán "elles" y el "nosotros y nosotras" se limitará a "nosotres". A lo mejor este tema termina en mano de los "abogades" dada la confusión que podría generarse en especial en la gente que ya pasó por el colegio. No entiendo mucho todo esto, me genera desazón porque
soy un amante del español y destruirlo en aras de semejante pretensión de igualdad es francamente ridículo y hasta de mal gusto. Me parece que muchos jóvenes están un poco "loques" con todo eso, les "muchaches" se están pasando un "poque". Entre "unes" y "otres" están machacando nuestro querido idioma que de aceptar estos cambios perdería su esencia y su propia identidad. Hay que ser "tarade" para insistir en estas ridiculeces suponiendo que nuestro lenguaje es, como dice la "niñe" Natalia Mira, un elemento más de la demostración del capitalismo y del machismo dominante.

No es así "queride" "alumne" del Pellegrini, el capitalismo y el lenguaje van por caminos separados y en cuanto al machismo se sigue partiendo los cuernos contra el feminismo, ambos enfermos de ira y pasiones equivocadas. La igualdad no consiste en cambiar la "a" o la "o" por la "e", sino en cambiar la cabeza, en pensar diferente no en hablar diferente, en saber no que somos iguales, sino que somos diferentes con los mismos derechos, porque se pongan como se pongan, no sommos ni seremos iguales, gracias a Dios. "Querides chiques", depongan este intento por hacerse "les rares", vuelvan al masculino y femenino con respeto, no hagamos temblar a la Real Academia Española de la Lengua por este tema. No sean tan "complicades".

V. CORDERO