DE QUÉ SE HABLA HOY

Condecoraron a Julio De Vido como "patriota"

 


Admitamos que en la defensa del populismo se han cometido algunas arbitrariedades que suenan como insultos a la cultura y la inteligencia. Uno de los últimos actos perpetrados en este sentido fue el del Consejo Directivo de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que decidió otorgarle por unanimidad, el Premio Rodolfo Walsh a la Comunicación Popular al presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro, un dictador que seguramente no sabe ni hacer la "O" con el culo de un vaso. Sólo por la memoria intelectual de Walsh este gesto obtuso debió evitarse. Otros populistas que recibieron este mismo galardón fueron otros "valiosos" hombres de prensa: Hugo Chávez Frías, Evo Morales, Rafael Correa y Cristina Fernández de Kirchner.
Siendo benévolos podríamos justificar esto diciendo que la ex decana de la Facultad de Periodismo de UNLP es Florencia Saintout, una reconocida militante kirchnerista que no puede contener sus deseos de pertenecer. Querido lector, si estos ejemplos le parecieron un poco fuertes espere a enterarse de lo que ocurrió el pasado lunes en el Hotel Bauen. Allí, organizada por Martín García, otro militante K que manejó de forma arbitraria la información siendo director de la agencia estatal Telam, se celebró una cena que a 300 pesos el cubierto (un poco más que un combo de McDonald"s) reunió a través de la agrupación Oesterheld a un reducido número de atrevidos dispuestos a avalar semejante cosa. El motivo de la reunión no era otro que declarar a Julio De Vido "Patriota de la Lealtad al Pueblo, a Perón y a Néstor y Cristina. Patriota de la infraestructura, los servicios, el Arsat, la fibra óptica, el satélite, los nodos y polos audiovisuales, la TDA, etc/etc/etc". 
En nombre del "patriota" preso por corrupto, recibió la "condecoración" su esposa, también imputada por enriquecimiento ilícito, Alessandra Minnicelli. Uno no sabe si están jodiendo, provocando o deliran. Las acusaciones contra De Vido se suman cada semana y el 1º de octubre comienza el primer juicio oral en el que está acusado por supuesta defraudación y sobreprecios en la compra de trenes chatarra España y Portugal. 
Lo siento pero no puedo ser indiferente ante esta infamia que degrada a su más miserable expresión el honorable título de "patriota". Con repasar la historia de nuestro país no encontraremos un sólo "patriota" que haya sido acusado de tantas corrupciones como Julio De Vido. 
Según la ortodoxia de la lengua un patriota es una persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien. Supongo que entre esas virtudes no figura la presunta defraudación de casi 280 millones de pesos en la mina de carbón Río Turbio; sobreprecios en la compra de gas licuado al exterior; administración fraudulenta en la causa de la tragedia de Once; compra de chatarra ferroviaria; asociación ilícita para conceder obra pública al empresario Lázaro Báez; incumplimiento de los deberes de funcionario público al no haber renegociado los contratos ferroviarios entre 2003 y 2010; desvío de más de 600 millones de pesos en subsidios de transporte y no sigo porque me da asco.
Vivimos el país del absurdo, del "todo vale" y reivindicar a un delincuente no sería de asombrar, pero nombrarlo "patriota" es una impertinencia y una necedad supina. 
Está claro que no vamos a aprender a quedarnos callados, a guardar respetuoso silencio en nombre de la Justicia y de todos los argentinos de buena voluntad que ven con profunda tristeza estas reivindicaciones de la política corrupta. Un gobierno se puede equivocar, pero no puede robar y aquí se termina el cuento. Y como decía mi amigo Bernardo Neustadt, "terminé". 
V. CORDERO