Atractiva velada para violín y piano con músicos italianos

El dúo de Doménico Nordio y Orazio Sciortino, en el teatro Coliseo

Dúo de violín y piano. Programa: Sonata Nø9 op. 47, "Kreutzer", de Ludwig van Beethoven; Sonata en Re mayor RV 10, de Antonio Vivaldi-Ottorino Respighi; Cinque melodie op.35 bis Nø2, de Sergei Prokofiev; "Tzigane", de Maurice Ravel. Doménico Nordio (violín) y Orazio Sciortino (piano). Como parte del Ciclo Nuova Harmonia. El miércoles 9, en el teatro Coliseo.


El tercer programa del ciclo Nuova Harmonia presentado en el Coliseo contó con la presencia del dúo integrado por los italianos Doménico Nordio en violín, nacido en 1971, y el pianista Orazio Sciortino (1984), que conformaron con su experiencia y labor conjunta un interesante programa de sonatas para ambos instrumentos. De ahí que su labor deba destacarse en la velada que comentamos, por las aptitudes evidenciadas.

El programa tuvo inicio con la extensa Sonata N°9 op. 47 del genio de Bonn, dedicada al violinista francés Kreutzer, de ascendencia germana, al cual Beethoven le dedicó la pieza por su admiración, aunque aquel no la interpretó en el estreno. Penúltima de su producción, con cerca de cuarenta minutos de duración, es la más difundida de las sonatas beethovenianas en esta tipología y supo de una noble ejecución en la oportunidad.

Del mismo modo, la Sonata en Re mayor RV 10 del veneciano Antonio Vivaldi, extraída del amplísimo catálogo vivaldiano y arreglada por el conocido compositor boloñés Ottorino Respighi en el siglo XX, supo de una interpretación también acorde, de cabal sincronía en ambos ejecutantes. Llamativa la lectura de partitura del violinista con un iPod como un detalle de nuestra era tecnológica, en los movimientos de la pieza vivaldiana también hubo coherencia y legitima recreación

TECNICA ADMIRABLE

La curiosa composición del ruso Sergei Prokofiev Cinque melodie op.35 bis Nø 2 proviene de una primera versión dedicada a igual número de obras vocales que realizó en los Estados Unidos. Las cinco melodías parten de un meditativo andante para pasar a otros movimientos (lento, animato, andantino) y epilogar en otro andante non troppo, bien traducidos todos por los dos visitantes, que cerraron su participación con la original "Tzigane" (Gitano) de Maurice Ravel.

El compositor francés había descripto su pieza como del estilo de la rapsodia húngara, de la música hongrois, y captura el ritmo rapsódico con una larga cadenza para violín, tratada con su concepción colorística y técnica siempre admirable.

Estos rasgos también lo reafirmaron ambos integrantes del dúo instrumental, por lo cual su participación mereció pedidos de encores que fueron satisfechos con la Suite Italiana del ballet "Pulcinella", de Stravinsky, y "Pena de amor", del legendario violinista Fritz Kreisler.

Calificación: Muy bueno