El lado humanizado del santo
Asís, Italia, el terruño donde vivió uno de los más populares santos católicos.
Francisco de Asís, la historia negada
Por Chiara Mercuri
Edhasa. 201 páginas
San Francisco de Asís es uno de los santos más populares del catolicismo, e incluso logró traspasar la fe cristiana para convertirse en un modelo universal de humildad. Desde que fue elevado a los altares, en 1230, su figura fue caracterizada como el más dócil de los humanos, cercano a la naturaleza, amigo de los animales y despojado de toda cuestión material. Sin embargo, no sería ese perfil el que más se acercaría a la realidad.
La historiadora italiana Chiara Mercuri presenta en esta investigación la cara menos conocida del fraile, las mas verídica. Tras la muerte de Francisco, explica, la orden comenzó a sufrir ciertas divisiones debido a las reglas dejadas por su creador. Además, el Papa de esa época, Gregorio IX, también necesitaba de un determinado modelo para encaminar a la Iglesia. Por lo tanto, 40 años después de la muerte del santo, Bonaventure da Bagnoregio, general de la orden franciscana, ordenó destruir todas las biografías hechas hasta ese momento sobre el santo y mandó a escribir una nueva, una oficial funcional a sus propósitos y a los del Pontífice. Sin embargo, en algunos de los casi mil conventos de la orden quedaron ocultas ejemplares de aquellas biografías prohibidas realizadas por los primeros compañeros de Francisco.
Recién en 1890 vieron la luz algunos de esos ejemplares perdidos a raíz de una investigación realizada por el pastor calvinista, Paul Sabatier.
"...la celda donde yacía (estaba hecha de esterilla, en una equina de la casa) estaba tan infectada de ratones que corrían alrededor y sobre él y le impedían dormitarse, lo molestaban durante la oración. Y no solo de noche, sino que lo atormentaban también de día, hasta cuando comía, se le subían a la mesa, entonces sus compañeros y Francisco mismo consideraban el hecho como una persecución del demonio, como también lo fue", destaca uno de esos testimonios.
"Mi servicio es espiritual, debo frenar y enmendar los vicios. Pero si frenar y enmendar los vicios no puedo, no quiero convertirme en un verdugo que golpea y azota como hacen las autoridades en este mundo", asegura otro testimonio de aquellos libros del siglo XIII que nos acerca Mercuri, mostrando una imagen más controversial de Francisco y mas cercana a la verdad que aquella que quisieron imponer intereses ajenos a la tarea y personalidad del santo.
Una biografía, en definitiva, que permitirá al lector introducirse en el Francisco humano para ratificar su verdadero mensaje de vida, dejando de lado la conocida como ``Leyenda negra'' de Bonaventure.