Héroes de Malvinas-

RAZÓN Y FE-

Al cumplirse el pasado lunes 2 de abril el 36º aniversario del comienzo de la guerra de las Malvinas, la Iglesia Católica argentina -al igual que el Gobierno nacional, las administraciones provinciales y toda la sociedad- rindió su especial homenaje a los 649 héroes que dieron su vida por la Patria y también a aquellos que lograron regresar al continente tras la contienda bélica de 1982.

Mario Aurelio Poli, arzobispo de la Arquidiócesis de Buenos Aires, encabezó una misa en honor a los soldados caídos en la catedral porteña y recibió una ofrenda de los familiares que viajaron la semana pasada al cementerio de Darwin. La homilía estuvo a cargo de monseñor Enrique Eguia Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires, que fue quien acompañó a los familiares en el viaje a Malvinas.
"Siempre es especial recordar a quienes cayeron en las tierras de Malvinas, pero está vez podemos hacerlo luego de saber que hay familiares que, por primera vez, pudieron estar frente a las tumbas de sus seres queridos, abrazarlos y despedirlos", dijo Seguí.
La ceremonia contó con la asistencia de cerca de un centenar de personas entre las que no hubo políticos, pero sí autoridades y miembros de la Comisión de Familiares de los Caídos en Malvinas y la banda del Regimiento de Granaderos a Caballo.
En cuanto al viaje al cementerio de Darwin sostuvo que "es triste recordar a nuestros fallecidos, pero que gozo hacerlo cuando vemos que, esta vez, muchas de ellas pudieron abrazar a sus hijos, al igual que María hizo al pie de la cruz con Jesús".
Al cerrar su homilía, aseguró que "la vida que entregaron en ese lugar nuestros familiares y amigos no fue en vano" y que ellos "serán un estandarte que siempre guiará a la Argentina".
En tanto, el obispo Castrense, monseñor Santiago Olivera, envió un mensaje a los fieles y renovó el deseo de "seguir trabajando por el encuentro entre todos". 
"En este nuevo 2 de abril -sostuvo Olivera-, ponemos nuestra mirada en las Islas Malvinas, no solo son una porción de tierra de nuestra patria, sino también una gran parte de nuestra historia. Historia de esfuerzos, de diplomacia, de lucha, de sangre y de muerte, de tantos argentinos que recordamos con gratitud por lo que han hecho por la patria".
"Rezamos por aquellos que han participado de la guerra, por sus familias, por los heridos, por los enfermos, por los que les costó integrarse de nuevo a nuestra tierra Argentina, a su situación, a su trabajo. Pedimos por los que han gobernado, gobiernan y gobernarán, para que recuerden siempre agradecidos a estos hombres, ex combatientes, a sus familias, a las comunidades donde vienen, con reconocimiento, con verdadera gratitud por todo lo que hicieron".
En la parte final de su mensaje, monseñor Olivera sostuvo: "Ponemos en la presencia de Dios de la Misericordia, la vida de aquellos que derramaron su sangre y que han muerto en el campo de batalla, sin olvidarnos de los que hayan partido en el transcurso de estos 36 años y estén gozando de la presencia de Dios. Pedimos a nuestra madre la Virgen de Luján, patrona de nuestra tierra Argentina, patrona de nuestro Obispado Castrense, por cada uno de los que han estado cerca y por toda la Argentina, en esta nuevo recordatorio de los Derechos sobre las Islas Malvinas".