El peronismo posible

Mirador político- La opción del peronismo democrático no populista y sin energúmenos en el comando es la única con futuro en el mediano plazo.

El kirchnerismo arrancó primero en la interna peronista para 2019. No tiene candidato aún, pero aspira a armar una coalición de la que la ex presidenta defina las candidaturas.

Como antagonista tiene al peronismo "racional" o de los gobernadores que ni salió a la cancha ni tiene candidaturas. Una viable sería la de Juan Manuel Urtubey, pero el salteño difícilmente apueste el año próximo si es para perder.

Hoy el peronismo más fuerte y más ruidoso es el de Cristina Kirchner, pero representa el pasado. No parece en condiciones de derrotar en un balotaje a Mauricio Macri.

¿En qué caso podría la ex presidenta volver al poder? En el de una crisis terminal como la de 2001. Allí podría pescar exitosamente a río revuelto como hicieron en 2002 y 2003 Eduardo Duhalde y el Néstor Kirchner, respectivamente. Por eso abundan los profetas ominosos entre sus seguidores; verbigracia, el doctor Zaffaroni.

Pero lamentablemente para el kirchnerismo el poder no anda a la deriva y además una crisis de esa envergadura no parece probable. El gradualismo impidió la recesión y el endeudamiento, la hiperinflación. Las nubes se acumulan en el horizonte, pero sin un colapso internacional, no habrá drásticos cambios macro antes de 2019 y, si los hay después, ya será demasiado tarde para la ex presidenta.

El problema de la deuda es una abstracción para la mayoría de los votantes que apuestan de acuerdo con los parámetros de la microeconomía, el denominado voto cuota o voto licuadora.

Un futuro más practicable exhibe el peronismo "racional". Tiene figuras jóvenes y muchos menos prontuariados. Cuenta con una respetable estructura de poder en provincias y en el Senado. ¿Qué le falta? En principio lo que podría llamarse una "doctrina", si no se teme caer en la grandilocuencia. Como dijo el senador Miguel Pichetto en una interesante entrevista difundida durante el fin de semana, para diferenciarse del kirchnerismo al peronismo de los gobernadores le está haciendo falta primero, tomar decisiones de contenido político ideológico, y segundo, elaborar una propuesta.

Según Pichetto esa propuesta sería la de un "peronismo democrático" en materia política y no estatista en materia económica. Un capitalismo "moderno" que no olvide a la industria nacional. Este discurso tiene un problema: no es muy distinguible del de Macri. Pero también aporta una solución: es lo opuesto a los tirapiedras del PJ que van derecho a repetir su fracaso.

Si la economía sigue como hasta ahora, va a ser complicado ganarle a Macri, pero con la receta "K" es prácticamente imposible en casi cualquier escenario. La opción del peronismo democrático no populista y sin energúmenos en el comando es la única con futuro en el mediano plazo. Como se recordará esa fue la apuesta de la "renovación" del 87. Podrá decirse que esa experiencia terminó en el menemismo, pero hay que recordar dos cosas: Carlos Menem militaba en la renovación y durante sus diez años de gobierno los peronistas volvieron a disfrutar del poder.