La paridad de género en la Justicia

Elena Highton de Nolasco habla sobre los derechos y la participación de las mujeres, en los espacios de poder. Nuestro país, al ratificar e incorporar en la Constitución diversos instrumentos internacionales sobre derechos humanos, ha asumido el compromiso de incluir la perspectiva de género en el diseño de las políticas públicas, manifestó la jueza del alto tribunal.

"Pese a que la composición del Poder Judicial es mayoritariamente femenina, esta representación no se ve reflejada en la distribución jerárquica de los cargos que ellas ocupan. Existe un marcado descenso de presencia femenina en los estamentos superiores. Este fenómeno de segregación vertical es conocido como "techo de cristal". No es fácil desmontar este andamiaje cultural que permanece enquistado en nuestras instituciones"".

Así lo manifestó a "La Prensa" Elena Highton de Nolasco, jueza de la Corte Suprema de Justicia y profesora emérita de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA. En una entrevista con este diario, la magistrada -que ha sido a su vez la primera mujer que llegó a la Corte Suprema durante un gobierno democrático - se refirió a las políticas de Estado que lleva adelante el alto tribunal.

-Como vicepresidenta de la Corte Suprema, Usted ha otorgado fuerte impulso a las denominadas políticas de género. ¿En qué consiste ese conjunto de iniciativas?

-La creación de la Oficina de Violencia Doméstica y de la Oficina de la Mujer -ambas a mi cargo- constituye una muestra inequívoca de la postura de la Corte, en materia de políticas de género. En la primera, esa finalidad se cumple mediante la atención directa a las víctimas de violencia doméstica (durante el primer trimestre de 2017 acudieron 3.461 personas afectadas por hechos de violencia familiar). Y desde 2016, también con atención a víctimas de trata con fines de explotación sexual y/o de explotación de la prostitución. En la segunda de las dependencias mencionadas (Oficina de la Mujer), la postura de la Corte se hace efectiva con la capacitación y sensibilización hacia adentro del Poder Judicial, para que quienes prestamos funciones entendamos las características de este tipo de violencias, para que comprendamos qué significa el género o la perspectiva de género y, en consecuencia, podamos brindar una respuesta acorde al sistema constitucional y convencional, a los conflictos que se nos plantean. Nuestro país, al ratificar e incorporar en la Constitución diversos instrumentos internacionales sobre derechos humanos, ha asumido el compromiso de incluir la perspectiva de género en el diseño de las políticas públicas

-¿Cuál es la tarea de la Oficina de la Mujer, en materia de relevamiento de femicidios?

-Se puede destacar que esa Oficina gestiona el Registro de datos estadísticos del Poder Judicial sobre Femicidios ("Registro de Femicidios"). Es un relevamiento que comprende todas las causas por muerte violenta de mujeres (niñas, adolescentes y/o adultas) ocurridas durante el año calendario anterior, perpetradas por varones, por razones asociadas al género, hayan sido o no tipificadas como femicidio.

Los datos son cargados por las provincias en forma directa, mediante un sistema que se diseñó y se puso a disposición a tales efectos. Estos registros se actualizan anualmente. 

LEY DE CUPOS

-¿Qué nos puede decir, desde una perspectiva de género, sobre la "ley de cupos"? En la Ciudad de Buenos Aires ese avance está previsto en la Constitución local. Los tribunales colegiados deben ser integrados mitad y mitad, por los dos sexos, aunque no en el sentido estrictamente matemático, pues son impares...

-El establecimiento de cupos o cuotas es una medida de acción positiva, que las convenciones fijan, como una de las tantas disposiciones que pueden llevarse a cabo, para superar la desigualdad estructural que afecta a las mujeres. Las medidas de acción positiva, mal llamadas de discriminación positiva, son muy importantes para superar la histórica desigualdad. La inclusión de las mujeres en espacios que históricamente les han sido esquivos, logra una nueva mirada de los conflictos en los que se debe intervenir. Pero más aún, además de ser integrados por mujeres y varones, deben estar compuestos por personas que posean una perspectiva de género y esta capacitación en la materia está siendo llevada a cabo por la Corte mediante el dictado de talleres disponibles para todo el Poder Judicial. La paridad es un compromiso ético y político que parte de la convicción de que las mujeres deben estar presentes en los espacios de representación política.

"TECHO DE CRISTAL"

- En cuanto regla no escrita, ¿cuál es el grado de incidencia del "techo de cristal" (o impedimentos estructurales) para el ascenso profesional y laboral de las mujeres en diversos ámbitos institucionales, públicos y privados?

- Las mujeres todavía enfrentan un conjunto de obstáculos a su inserción laboral, como la división sexual del trabajo, la demanda del cuidado y la segregación ocupacional, entre otros. El Poder Judicial argentino no está? exento de este problema de dimensión mundial, lo que se observa al analizar la composición de la organización judicial según los cargos y el sexo de quienes lo ejercen. Existe un marcado descenso de presencia femenina en los estamentos superiores. Este fenómeno de segregación vertical es conocido como "techo de cristal". No es fácil desmontar este andamiaje cultural. El mundo laboral está cambiando de un modo que tendrá consecuencias significativas para las mujeres. Por un lado, los avances tecnológicos y la globalización brindan oportunidades sin precedentes a quienes tienen la posibilidad de acceder a ellos. Por otro lado, están en aumento la informalidad laboral, la desigualdad de los ingresos y las crisis humanitarias. Lograr la igualdad de género en el trabajo es indispensable, con miras a un desarrollo sostenible.

- Hasta 1973, solo habían sido designadas como juezas en nuestro país, tres mujeres (María Luisa Anastasi de Walger y Margarita Argúas en la Justicia Nacional en lo Civil, y Guillermina del Campo en la Justicia Nacional del Trabajo). ¿Qué reflexión le merecen los logros posteriores obtenidos por el sector femenino en la Justicia?

- En mi caso he sido la primera mujer que llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, durante un gobierno democrático. El Mapa de Género de la Justicia Argentina demuestra cabalmente el ""techo de cristal"", pues a pesar de que la mayoría del personal está integrado por mujeres, su presencia es minoritaria en los cargos de mayor jerarquía. Como venimos diciendo, se observa que a pesar de que las mujeres somos más numerosas que los varones en el Poder Judicial, a medida que se avanza a los cargos de mayor jerarquía, hay menos representación del género femenino. Si analizamos los datos de 2015, con relación a los poderes judiciales de todo el país tenemos que en la Justicia provincial, mientras las mujeres son el 57% del total del personal y los varones el 43%, las mujeres componen el 64% del funcionariado, pero solo el 43% de todas las personas que ejercen la magistratura. Hay que destacar que esta inmensa tarea (recopilación de datos) demanda tiempo y dedicación, y es desarrollada sin desmedro de la función jurisdiccional.

-¿En qué consiste el Mapa de Género de la Justicia Argentina?

-Se trata de un relevamiento periódico -desde 2010- que da cuenta de la distribución de hombres y mujeres que trabajan en la Justicia argentina en cada una de las jurisdicciones del país y según los cargos en que se desempeñan. Este registro se actualiza anualmente. Puede ser consultado en la página de la Corte, en la sección de la Oficina de la Mujer. También también se lleva a cabo a nivel latinoamericano. En definitiva, desde su creación la OM ha trabajado para que los proyectos e iniciativas tengan carácter federal, esto es, para que puedan ser implementados en todo el país.