El desastre del Che en Bolivia

"Tengo a papá"

Por J.J. Benítez

Planeta. 216 páginas

En este trabajo de difícil clasificación, el escritor español J.J. Benítez vuelve a contar, de forma clara y apretada, la fallida invasión del Che Guevara a Bolivia de 1967 y su desenlace fatal en La Higuera. Para eso se vale de narraciones en forma de diario que asigna a tres seudónimos: "Roselló", "Mendi" y ""Saturno"". Alias que apenas ocultan respectivamente los nombres del guerrillero cubano Daniel Alarcón Ramírez, del cubano anticastrista y agente de la CIA, Félix Rodríguez, y del coronel boliviano Joaquín Zenteno Anaya, jefe de la Octava División que reprimió a los invasores.

No queda claro por qué Benítez eligió velar sus fuentes, a las que de todos modos no cuesta identificar. Tal vez lo hizo para mejor ficcionalizar ciertos pasajes de la experiencia guerrillera que la historia no logró descifrar. O acaso para poner en boca del insurgente "Roselló" declaraciones de inusual dureza sobre el comandante de la desastrosa aventura. Por ejemplo: "Esta guerrilla es el juguete de un hombre desequilibrado y con una sed interminable de venganza. No es justo".

O ésta otra: "No hay apoyo del pueblo; todo lo contrario. El comandante está enfermo y desquiciado. Somos muy pocos y sin moral. Queremos regresar a casa...".

El libro, además, da por hecho desde el comienzo que toda la operación boliviana fue una trampa que Fidel Castro urdió en connivencia con la jerarquía soviética para desprenderse de Guevara. Y destaca, basándose en el testimonio de "Saturno", que los restos que en 1997 fueron exhumados de Bolivia y llevados con toda la pompa a Cuba no serían los del Che. Los huesos del guerrillero argentino seguirían enterrados en un lugar que sólo conocen ciertos oficiales del Ejército boliviano.