"Estados Unidos es el país más abierto"

Se sobredimensiona el tema de los aranceles comerciales aplicados por Donald Trump, considera Jorge Castro. El experto descarta una guerra comercial. La economía estadounidense protagoniza un boom inversor y crece al 4% anual. China franqueará el paso al al comercio global. Urge desmantelar el proteccionismo europeo. El acuerdo Mercosur-UE servirá para atraer capitales.

Las amenazas cruzan el océano Atlántico. La retórica se endurece. Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, está decidido a cumplir buena parte de las promesas que realizó durante la campaña electoral, y eso incluye devolverle a los trabajadores de su país los puestos de trabajo del sector industrial que se perdieron a manos de las importaciones.

En ese marco es que se inscribe la decisión de aplicarle aranceles a las importaciones de acero y aluminio, medida que impacta directamente en algunos de sus principales socios comerciales, como China o México, con los cuales sostiene una balanza comercial de cifras en rojo.

La medida, económica pero también política -al fin de cuentas China le aporta sólo el 2,9% del acero que compra Estados Unidos-, tiene como fin marcar la cancha a escala global. Pero las palabras de Donald Trump, que gusta de probarse como líder mundial, terminaron por sembrar rumores de guerra comercial.

Un mercado más proteccionista y tasas de interés más altas no conforman precisamente el marco más adecuado para que la Argentina consolide su recuperación económica. El déficit comercial de u$s 8.000 millones anuales y las serias dificultades para acrecentar las exportaciones y ganar plazas hablan de lo complejo de la situación.

Que finalmente estas maniobras de protección a sectores determinados terminen escalando hasta desatar una guerra comercial está en veremos. Por lo pronto, el analista internacional Jorge Castro, presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico, prefiere poner paños fríos y hace su lectura personal: lo más relevante es la apertura comercial china, y lo segundo, la necesidad de que Europa desmantele el esquema de subsidios.

MALOS VIENTOS

-¿El mundo está al borde de una guerra comercial?

-Tiendo a pensar que se está sobredimensionando el problema en torno a los aranceles que aplicó Estados Unidos sobre algunos productos y cierta postura de firmeza que muestra el presidente Donald Trump. Lo primero a tomar en cuenta cuando uno analiza esto es que la economía mundial está creciendo a una tasa del 5% anualizada. Todos los países desarrollados, los que mueven al mundo, crecen de manera coordinada. Estados Unidos en los últimos tres meses está creciendo a una tasa del 4% anual. Esto es el resultado del boom de inversiones que ese país está recibiendo bajo la gestión de Donald Trump. Eso es algo para destacar y que no suele decirse cuando se habla de guerra comercial.

-¿Cuál es el motivo por el cual reciben un volumen record de inversiones?

-Este boom inversor en Estados Unidos es el resultado directo del recorte de impuestos que ensayó el gobierno republicano de Donald Trump, una medida que tiene magnitud histórica. A esto hay que agregarle el hecho de que la respuesta de China a estas medidas calificadas como proteccionistas de Trump ha sido la de abrir su economía a los niveles más amplios nunca vistos. Tanto que va a llevar a cabo en los próximos tres años una apertura más amplia de la que realizó en las últimas tres décadas.

-¿China es una amenaza o un aliado para Estados Unidos en el área comercial?

-En este momento se encuentra en Estados Unidos el señor Liu He, que es la mano derecha del presidente chino Xi Jinping y quien tiene a su cargo los asuntos económicos y financieros del país. Viajó a norteamérica para informas de las medidas que se han tomado este año en China a nivel político, pero sobre todo para explicar lo que se refiere a la apertura de la economía. Un proceso que se dará de manera rápida y será asombroso. El cálculo a tener en cuenta es que en los próximos cinco años el nivel de apertura de China va a adquirir los niveles actuales de la zona de libre comercio de Shanghai, que equivalen a los de Hong Kong.

DONALD CUMPLE

-¿A qué responde entonces esta decisión de subir algunos aranceles en Estados Unidos? ¿No genera un riesgoso ruido en los mercados?

-Los aranceles del 25% para el acero y 10% para el aluminio no son determinantes. El país más abierto del mundo en lo comercial son los Estados Unidos. Luego, el más cerrado del mundo es China. Este país es el que va a abrir su economía a niveles nunca vistos. En segundo lugar, la otra región con la economía más intensamente proteccionista es la Unión Europea. De allí toda la discusión que se ha montado en torno al Brexit. La UE es un marco de protección de la producción y el comercio europeo frente a las grandes potencias del mundo y algunos emergentes.

-¿Está cumpliendo Trump sus promesas de campaña? ¿Cómo evalúa este primer año de gestión al frente de la Casa Blanca?

-Donald Trump tiene estas características. Está haciendo todo aquello que dijo que iba a hacer en la campaña electoral, cuando visitaba a los Estados industriales. No me sorprende. Lo que hay que tener en cuenta es que existe una economía global en expansión y con Estados Unidos recibiendo un boom de inversiones, creciendo al 4% anual en los últimos tres meses. El panorama es positivo. La respuesta de China a los reclamos norteamericanos, al reclamo puntual de Trump, es la de abrir más la economía, mucho más que en los últimos 35 años. Eso es único.

-¿Descarta que el mundo se incline hacia un mayor proteccionismo?

-Hay que ver lo que realmente está ocurriendo en el mundo, no lo que algunos desearían que pase. No se trata de si me gusta o no me gusta, sino de lo que en realidad ocurre. Ahora tienen que encaminarse las negociaciones para abrir la economía europea. El punto acá no pasa por si Estados Unidos le pone arancel a la importación de acero y aluminio, sino que lo más grande debería ser el debate centrado en torno a la apertura de la economía europea. No puede ser, como afirma Trump, que los autos norteamericanos no se pueden colocar en el mercado europeo.

-La Unión Europea ha demostrado ser un hueso duro de roer en ese aspecto.

-Pero les ha llegado el momento de cambiar. Este personaje, Donald Trump, lo que dice lo hace. Eso es muy importante y lo vuelve singular.

ARGENTINA

-¿Cómo queda parada la Argentina en este escenario?

-La Argentina tiene entre manos una extraordinaria atracción para la Inversión Extranjera Directa que es el yacimiento no convencional de Vaca Muerta, en la cuenca neuquina. Es la segunda reserva de shale gas del mundo. Vaca Muerta ha dejado de ser una perspectiva a futuro más o menos optimista para ser una realidad concreta. Este año el área recibe por parte de todas las transnacionales del petróleo la suma de u$s 8.000 millones en inversiones. Es lo que está ocurriendo ahora. El problema a veces es el tiempo verbal que se utiliza en el análisis. Esto es presente para la Argentina.

-¿Qué espera del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea?

-Está en juego, como de costumbre, el veto del sector agroalimentario francés. Hace 19 años que se negocia este acuerdo y siempre se termina con un último elemento, el veto del sector agrícola de Francia. Otro hueso duro de roer en Europa.

-¿Puede ser una oportunidad para la Argentina? ¿Se abre un capítulo positivo?

-Sería muy positivo para la Argentina. En realidad, para el Mercosur el interés de alcanzar un acuerdo no está en el aumento de las exportaciones agroalimentarias al mercado europeo sino en recibir inversiones, de Europa en particular y del mundo en general. Es decir que no se trata aquí de ampliar ventas sino de captar inversiones en gran escala.

-¿Cómo observa la situación de la economía en Brasil?

-Brasil crecerá al 3% anual este año. Se trata de la sexta economía del mundo. Cada punto que aumenta el PBI brasileño, la economía argentina crece 0,75%. Esto en un contexto en el cual la economía mundial ha vuelto a crecer por segundo año consecutivo. No hay que juzgar el fenómeno por lo que pensamos o lo que queremos, sino por lo que realmente ocurre.