Crítica: "Un viaje a la Luna", de J. Cambre

Ciencia ficción y puro drama

"Un viaje a la Luna" (Argentina, 2017). Dirección: Joaquín Cambre. Guión: Laura Farhl, J. Cambre. Fotografía: Nicolás Trovato. Actores: Angelo Mutti Spinetta, Leticia Bredice, German Palacios, Angela Torres, Luis Machín. Duración: 87 minutos. Calificación: Apta para mayores de 16 años.

Ser adolescente, tener reales problemas de comunicación, sufrir de bullyng, son demasiados obstáculos para vivir tranquilo. Si a esto se suma una madre sobreprotectora, un psiquiatra molesto y el desgarro de no lograr una relación permanente con la chica que a uno le gusta, el mundo se desmorona. Todo esto le pasa a Tomás, un chico que en la época hippie hubiera sido el clásico pacifista con la flor como emblema.

Pequeños problemas que su mente magnífica, recuerdos, obsesiones personales que se mezclan con la seguridad de encontrar su lugar en un viaje a la Luna, van creando un clima extraño y oscuro que no se sabe en qué puede desembocar. Ese telescopio que le sirvió para conocer a Iris, "su primer amor", desgraciadamente imposible, puede ayudarlo a viajar a un mundo desconocido.

DIVERSAS CAPAS
"Un viaje a la Luna" podría encuadrarse por su tema como película de formación, de aprendizaje, donde se retrata la evolución del personaje, sus experiencias positivas, sus obstáculos. Sin embargo, la rarificación de la narrativa, apelando al tema de las obsesiones y el mundo imaginario con la recurrencia a la metáfora, la retira de aquel mundo refrescante aunque contradictorio de la adolescencia, para entrar en el de la ciencia ficción y el puro drama.
Así se crean dos universos diferentes por los que pasa el protagonista. Uno rico en humor y música, con cierta originalidad en el tratamiento, y el de la segunda parte, que se encuadra más en cierta línea dramática con un tono tradicional.
Hay que destacar el cuidado estético en el área visual del filme. Ciertas manifestaciones del mundo imaginario fueron muy bien plasmada en imágenes por la directora de arte y escenógrafa Alejandra Isler. En cuanto a la interpretación, al profesionalismo de los conocidos Leticia Bredice (muy bien en un papel diferente al que habitualmente le conocemos), German Palacios como el padre ausente, y Luis Machín en el psiquiatra, se suma gente nueva.
Y lo curioso en este filme es que algunos de sus personajes reales demuestran que lo artístico también se hereda. Mientras el director, con su cuidado estético en la estilización cinematográfica, remite a un importante plástico argentino, su padre, Juan José Cambre; tanto el protagonista, Angelo Mutti Spinetta, como Angela Torres (Iris) son nietos de queridas figuras del espectáculo, el autor de "Muchacha ojos de papel" y la cantante y actriz Lolita Torres.

Calificación: Buena.