Crítica: "Llámame por tu nombre", sobre el despertar sexual de un adolescente

Un primer gran amor de verano

Llámame por tu nombre ("Call me by your name", Italia, Francia, Brasil, Estados Unidos, 2017). Dirección: Luca Guadagnino. Guión: James Ivory, L. Gadagnino, Walter Fasano. Fotografía: Sayombhu Mukderprom. Actores: Armie Hammer, Timothée Chalamet, Michael Stuhlbarg y otros. Duración: 132 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años.

Un paisaje provinciano. Crema, Italia 1983. Los Perlman habitan una villa, recientemente heredada por Annella, traductora joven que la comparte con su familia, un marido arqueólogo y un hijo adolescente, Elio, amante de la música. Clase media intelectual de origen judío, amantes de la cultura, una mañana de verano reciben la visita de un becario, Oliver. Y todo cambia. Al menos para Elio. Primero es admiración por el atlético y culto personaje de 24 años, después será atracción sexual. Con los días, algo que podría ser amor. La atracción es compartida.

Una interesante alianza se produce en "Llámame por tu nombre" entre un director siciliano, Luca Guadagnino, de 47 años, y una personalidad exquisita que oficia de guionista, James Ivory ("Lo que queda del dia", "Maurice"), de casi 90. La solidez y a la vez la frescura del primero en la dirección, logra una amalgama ideal con la sutil adaptación de la novela del escritor egipcio sefardí Andre Aciman, a cargo de Ivory.
El filme es, sencillamente, una historia de amor. Y la repercusión internacional está en la verosimilitud, en la autenticidad de haber llevado al cine el despertar de un amor adolescente con todos sus matices, dudas, resentimientos, contraste de emociones, inseguridades y apasionamientos. A pesar de exhibir personajes que pueden transitar quizás pasajeramente la homosexualidad y la bisexualidad, la manifestación y desarrollo de la situación amorosa vale para toda condición de género.

UN MARCO IDEAL
La fotografía impresionista de Sayombhu Mukderprom, acorde con las intensas sensaciones adolescentes que destacan colores y texturas en frutales, casas y jardines (con un notable final de invierno nevado), se complementa con el sonido y la música que involucra a Bach, Liszt, pero también melodías populares y el ritmo de los Psychedelic Furs.
Un elenco ideal reúne a Michael Stuhlbarg y Amira Casar (padres de Elio) con la pareja de la historia, Armie Hammer-Timothée Chalamet. Y es Timothée Chalamet ("Interestelar") el que se destaca en forma notable, toda confusión y estallido adolescente en una actuación inolvidable. 
Entre hallazgos de estatuas grecorromanas y disfrutes de la naturaleza, "Llámame por tu nombre" no puede dejar de evocar locaciones de Bertolucci ("La estrategia de la araña") y la profunda melancolía de "El jardin de los Finzi Contini", de Vitttorio De Sica.
A tantos aciertos se suma la escena casi final de Elio y su papá (excelente Stuhlbarg), donde las palabras del padre valen por todo el filme. Filosofía de la experiencia que mezcla sabiamente la libertad del disfrute presente con el escepticismo y la añoranza de lo perdido.
En un mundo apurado en que la cultura y el pasado parecen ser olvidados, la alusión al tema literario del carpe diem horaciano (goza el presente) en un filme comercial es una grata sorpresa.

Calificación: Muy buena