Dos años de prudente gradualismo

EL GOBIERNO RESOLVIO VARIOS PROBLEMAS EN EL BIENIO, PERO LO AGOBIAN EL DEFICIT Y LA INFLACION. La actualización de las tarifas atenta contra el empeño por frenar el proceso inflacionario. La obra pública es clave en el Modelo M. El achicamiento del Estado es un duro escollo.

POR CARLOS ALMA *

Existe una generalizada impresión por la que los límites entre economía y finanzas se confunden aunque realmente las finanzas, bien aplicadas, son sólo una poderosa herramienta para el desarrollo de la economía. El flujo de fondos debe tener siempre un objetivo positivo que lo justifique en tanto que la recaudación al final, resulte eficiente.

Si bien esto pareciera de aplicación para las empresas, no deja de ser cierto que gastar más de lo que recauda el Estado a la postre deriva en un problema de gravedad insoslayable e insostenible que termina en crisis.

Los dos primeros años del gobierno de Mauricio Macri han puesto en evidencia la perspectiva de una situación muy compleja que habilitó un estrecho sendero plagado de problemas cuya solución se ofrecía en dos planos: una política drástica, para tratar de paliar y recomponer lo recibido, u optar por el gradualismo.

La decisión gubernamental apostó por la segunda alternativa en tanto avanzaba y se consumía el tiempo y la expectativa por el resultado electoral de medio término. Durante ese primer bienio comenzaron a resolverse rápidamente algunos temas como la liberación del mercado cambiario, la solución al problema de los holdouts, la normalización de las deudas con acreedores internos y, al mismo tiempo, comenzar a generar la tendencia para resolver el lastre de los subsidios de los servicios públicos a través del incremento de las tarifas.

De igual modo, el blanqueo ofreció la alternativa de recaudar por medio de la exposición de algunos capitales que, en algunos casos fueron al consumo de bienes y en menor medida, a inversiones productivas. Frente a estos sacudones que procuraban de a poco normalizar las cuentas públicas, la elección para evitar desequilibrar al conjunto social, fue tomar deuda financiera y relativamente reducir de ese modo la emisión de moneda nacional.

Todo esto en un escenario de altísima inflación con guarismos aproximados al 40% en el primer año de la nueva Administración y cuyo desafío es conseguir sincronizar el tiempo y el volumen del endeudamiento versus el real crecimiento de la economía.

Si bien el segundo año ha logrado morigerar aquellos índices, casi reduciéndolos a la mitad, todavía la Argentina se ubica entre los diez primeros lugares en el mundo en la medición de aumento desmedido de los precios, y eso es muy grave.

OBRA PUBLICA

La obra pública se convirtió en el eje para motorizar el cambio de la economía consumista, dada la licuación de la moneda, hacia una en la que el horizonte se identificara con desarrollo y por ende, contagiara a los capitales privados para realizar inversiones productivas.

En este sentido, es evidente que el grueso de las inversiones extranjeras directas han estado observando el desempeño tanto de la política como de la economía para verificar la existencia de un soporte persistente para avanzar. Es probable que el éxito electoral de octubre pasado, coincidente con que la recaudación tributaria haya superado los gastos en el último cuatrimestre, debería ser un impulsor para la toma de decisiones.

Simultáneamente, el BCRA sigue trabajando con el modelo de metas de inflación para que paulatinamente continúe bajando la inflación, que es el enemigo a derrotar. Dentro de este escenario, la movilidad del dólar será un tema a seguir de cerca pues de ello dependerá parte de la capacidad competitiva de la producción nacional.

Esta dura lucha se plantea en un contexto de sinceramiento de las tarifas que todavía dependen, parcialmente, de los subsidios y que hacen dificultosa la ruta corta hacia la liberación de los precios. Si el anticipo del ministro Dujovne es acertado, la inflación prevista para el año próximo rondará el 16,6% en promedio, por lo que las paritarias deberían estar dentro de ese parámetro y de ese modo continuar la senda trazada.

En el camino, el cambio en la fórmula para los jubilados será algo difícil de digerir. El achicamiento significativo del Estado también se convierte en un duro escollo que se podrá resolver agrandando la torta de la economía vía inversión privada que genere demanda de empleo formal y de calidad.

No será ajeno a todo esto la descentralización que posibilite la instalación de industrias en el interior del país y haga rendir a las economías regionales explotando el potencial de cada área geográfica.

Es bastante probable que en esta etapa el Gobierno acelere los tiempos y saque a relucir herramientas que esperaban el respaldo de las urnas. Para que su utilización sea posible es preciso mantener un equilibrio constante sin dejar de tener en cuenta reacciones sectoriales con manifestaciones públicas.

De darse los resultados positivos esperados existen posibilidades para que se concreten los brotes verdes anunciados pero no serán en avalancha ni exitistas, habrá que demostrar que el trabajo de fondo es serio y duradero. Entonces se podrá ver otro horizonte.

TEMAS PENDIENTES

Planteados los nuevos métodos de corrección de jubilaciones y sus conexos, que lamentablemente parecen romper el hilo por lo mas delgado, y la reforma laboral pretendida por el Gobierno junto a la nueva estructura impositiva, quedan por resolver la cuestión del déficit de las cuentas públicas, la asimetría negativa del comercio exterior, la baja coordinada de las tasas a medida que aparezcan las inversiones productivas, la reducción de la pobreza y la indigencia.

También avanzar en la formalización de la economía y disminuir significativamente el empleo informal que no ofrece cobertura de ningún tipo, no paga impuestos y compite deslealmente con la industria establecida según las leyes. En la base de la pirámide se encuentra la recuperación de la educación que es la madre de la degradación social. El deterioro ha sido tan notorio que en muchos casos ha priorizado la alimentación en algunos colegios antes que el conocimiento.

Resolver estos temas pendientes demanda la capacidad estratégica de un estadista capaz de imaginar un futuro inclusivo y que rompa con el ciclo repetido, aburrido y hasta anticipado de quienes se refugian en la tecnocracia sin calibrar la sensibilidad del impacto social inmediato.

* Consejero Estratégico AM Consulting S.A.