Ariel Holan tuvo su revancha y sepultó los prejuicios

El DT vive su momento de gloria. Independiente, de su mano, obtuvo la Copa Sudamericana y volvió a coquetear con los títulos internacionales. Pero el entrenador no la tuvo sencilla en su arranque. Muchos, a partir de prejuicios, lo destrozaron sin sentido. Sin embargo él se concentró en el trabajo y le devolvió la mística al Rojo de Avellaneda.

Ahora, que llegó el momento de los festejos, nadie debe pasar por alto, que Ariel Holan, su entrenador, tuvo que atravesar un duro recorrido con más espinas que rosas para poder llegar a disfrutar de este momento de gloria como un hincha más de su Independiente.

Desde su llegada, el DT fue duramente cuestionado hasta de las entrañas mismas del conjunto de Avellaneda. Dijeron que no era del riñón del club, lo destrozaron porque llegó con la tecnología a cuestas y plagado de colaboradores como si alguna de ellas fuera perjudicial para la entidad de Avellaneda.

Resta con repasar algunas notas o reportajes para ver que se lo goleó casi que sin motivo. El drone, algo que ya resulta más común en el mundo del fútbol, lo trajo porque necesitaba ver algunos movimientos de su equipo desde lo alto y algo tan sencillo como ello, fue utilizado por quienes detestan el uso de esos elementos para criticarlo sin ningún sentido.

No conformes con ello, filtraron un audio que dejó mal parado al entrenador que había realizado un comentario entre conocidos que no cayó nada bien entre los grandes ídolos de la historia del Rojo.

Y las duras siguen. Un flojo planteo en La Bombonera, en una derrota dolorosa para todo Independiente también fue motivo de críticas dolorosas. Holan pudo elegir otro camino, pero siempre eligió el trabajo antes que las palabras y mal no le fue.

Gracias a él y a este plantel de jugadores, el Rojo volvió a tutearse con su rica historia. Nadie puede negar que Independiente es uno de los mejores equipos a la hora de tratar la pelota con criterio pero eso sí, sin dejar de lado la marca y la recuperación, dejando en claro que en este fútbol ya no alcanza con jugar lindo.

Dentro de sus aciertos se pueden destacar que potenció a muchos jugadores de las divisiones inferiores. El caso del lateral derecho Fabricio Bustos o del primer central Alan Franco pueden dar prueba de ello entre muchos otros casos. Ambos tuvieron grandes actuaciones a lo largo del año y por ello estuvieron en el radar de Jorge Sampaoli para la Selección Argentina.

Qué decir de Ezequiel Barco. La joven promesa, que ya es realidad, terminó de explotar y fue un jugador por demás determinante a la hora de llevar el equipo adelante. Sus horas parecerían estar contadas en el Rojo, pero su dirigencia apuesta a poder convencerlo para que siga en el conjunto de Holan. Su socio Maximiliano Meza también es otro acierto del entrenador. El ex Gimnasia fue el compinche que Barco necesitaba y junto a Martín Benítez armaron un trio difícil de dominar para los equipos rivales.

Pero también los jugadores de experiencia resultaron vitales. Martín Campaña volvió a demostrar que es arquero de equipo grande, Nicolás Tagliafico se convirtió en ese estandarte defensivo tan buscado. Además, el DT recuperó a soldados en baja como Juan Sánchez Miño, Nicolás Domingo y Emmanuel Gigliotti que terminaron siendo fundamentales para el equipo.

Hacía tiempo que a Sánchez Miño no se lo veía tan activo y preciso con la pelota, que Nico Domingo no se hacía patrón del centro del campo y que el Puma Gigliotti no se transformaba en ese delantero imparable por su potencia. Se suman y se siguen sumando los méritos en la carpeta de Ariel Holan, ese entrenador que a base de trabajo y en silencio le devolvió a la gente de Independiente, la chance de recuperar ese juego vistoso y tan preciado que además, le posibilitó la obtención de la Copa Sudamericana 2017. Señores, de la mano de Holan volvió la mística copera al Libertadores de América!!!