Epica, emoción y espectacularidad

Hace ya cuarenta años se estrenó "Star Wars" de George Lucas, dando origen a una saga que concentró el apoyo popular y se extendió en diferentes plataformas a lo largo de cuatro décadas.

"Star Wars. Los últimos Jedi", el octavo capítulo de la serie y el primero de la usina Disney, tiene los ingredientes que se vislumbraron en la inicial "Guerra de las Galaxias". Su carácter de aventura épica, sus viejos y queribles personajes, pero también los nuevos, que comienzan a desarrollar su personalidad. Y fundamentalmente, la presencia del factor emocional.
Lo que distingue a "Star Wars. Los últimos Jedi" es ese dejar fluir las emociones y apropiarse del espectador en palabras y sentimientos con recursos puros, sin golpes bajos.
Como en las anteriores, habrá imponente despliegue de efectos especiales, con duelos iniciales y finales notables, y un cuidado especial en el diseño estético de escenas significativas. Clásicos y nuevos personajes humanos e intergalácticos integran la fauna espacial. La aprendiz de Jedi, Rey, convive con viejos conocidos de la galaxia como el dorado piloto C3PO, el esférico droide R2D2 y el gruñón ChewBacca, rodeado de los molestos pero deliciosos debutantes denominados porks.
La guerra sigue siendo la característica que une a la galaxia, se aspira a conservar la República y los integrantes de la Resistencia continúan siendo los buenos, la princesa Leia y compañía; mientras los malos conservan como Líder Supremo al repugnante Snoke (notable composición de Andy Serkis) y su obsecuente General Hux (caricaturesco Domhnall Gleeson), buen motivo de risa para los espectadores.

LA FUERZA CONTINUA
Batallas, enfrentamientos, escenas de la Naturaleza estupendamente fotografiadas, se entrelazan con episodios en los que Rey, la joven aspirante a Jedi, se entrena en los secretos de la Fuerza con Luke Skywalker (un Mark Hamill mejor que nunca), Kylo Ren (el siniestro hijo de Leia) siembra dudas sobre el origen de Rey, y la princesa Leia mantiene el Orden con sus súbditos.
La galaxia en guerra mantiene un débil equilibrio, mientras una potencial Jedi, adolescente, se prepara para utilizar la Fuerza y otra mujer, la Vicealmirante Holdo (Laura Dern), asume el poder militar cedido por Leia en su exilio hacia otra zona de la galaxia.
De fondo, palabras de los protagonistas guían el futuro de una saga que se preanuncia con nuevas fuerzas. La galaxia necesita leyendas. Nadie se va nunca. Realidades en las que su nuevo director Rian Johnson cree y que la fuerza emocional de personajes como Skywalker y la princesa Leia afirman.

Calificación: Muy Buena.