Un nuevo mapa del poder

Este resultado traza un nuevo mapa del poder con el presidente en el centro. Lo ubica en una posición privilegiada para competir por la reelección en 2019, lo que extiende el horizonte político con un efecto positivo para la economía.

La elección de ayer consolida el liderazgo de Mauricio Macri, ratifica el rumbo económico y fortalece la gobernabilidad. El mensaje de los votantes no deja lugar a confusiones: la gestión del gobierno fue aprobada. Ganó cómodamente en más de la mitad del país y derrotó a su enemigo más peligroso y desafiante: el kirchnerismo.

Este resultado traza un nuevo mapa del poder con el presidente en el centro. Lo ubica en una posición privilegiada para competir por la reelección en 2019, lo que extiende el horizonte político con un efecto positivo para la economía.

La elección también definió el mapa del poder en la oposición, pero en este caso haciendo tabla rasa. Perdieron por lo menos tres gobernadores presidenciables como el cordobés Schiaretti, el salteño Urtubey y el entrerriano Bordet. De los gobernadores victoriosos no hay uno solo con chances para competir por la presidencia. Cristina Kirchner tiene una única preocupación de aquí en adelante: el abismo judicial abierto a sus pies.

En alguna medida la actual situación del PJ se asemeja a la de 1985 después del triunfo del radicalismo en las primeras legislativas del ciclo democrático que se había iniciado dos años antes. Los triunfos consecutivos del alfonsinismo provocaron un terremoto que dejó al PJ sin líderes. Como no había líder, ni dedo de líder para designar candidatos, todos tuvieron que partir de la misma línea. La `renovación' tomó la delantera, pero debió ir a internas presidenciales por primera y única vez en la historia del peronismo. El resultado fue el triunfo inesperado de Carlos Menem.

El poderoso peronismo bonaerense fracasó ayer en todas sus variantes. La gran derrotada fue CFK, pero Sergio Massa no sólo hizo una desastrosa elección provincial, sino que salió tercero en Tigre. Florencio Randazzo, con el escudo partidario, terminó compitiendo voto a voto con el trotskismo.

Sin duda la prédica kirchnerista de que el de Cambiemos es un gobierno para ricos no fue creída por los pobres. Por lo contrario, la econom¡a result¢ la clave del comicio. No por su estado actual, que es precario, sino por las expectativas optimistas que genera. La esperanza se impuso al `relato' apocalíptico de la ex presidenta que perdió el rumbo hace tiempo y no tomó una sola decisión política acertada desde que fue derrotada en 2013.