Crecen en el país los Juicios por Jurados

En la provincia de Buenos Aires ya se realizaron desde 2015 unos 180 debates de este tipo, y un 73 por ciento terminaron en condenas

Desde su implementación en 2015, los juicios por jurado han ido ganando terreno y según las estadísticas se muestran como una práctica efectiva que facilita la aplicación de justicia.

Según informó el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip) tomando como base las recientes cifras dadas a conocer por el Observatorio de Juicio por Jurados de Bahía Blanca, sobre un total de 180 juicios desde 2015 realizados en la provincia de Buenos, el 73 por ciento terminaron en condenas.

"Estamos en un número que está al mismo nivel de lo que lo están en otras partes del mundo. Generalmente las condenas están entre un 70 y 80 por ciento", sostiene a La Prensa Andrés Harfuch, especialista de Juicio por Jurados del Inecip.

"El juicio por Jurados -agrega el especialista- está establecido en la Constitución y además ha sido positiva su aplicación, ya que es una opción que favorece la independencia en el sistema que hoy es muy criticado".

Una de las ventajas de este tipo de juicios, expresa Harfuch, está en el hecho de que son como se los denomina "jueces accidentales". "No están por una carrera de ascenso, no tienen presiones. Les toca una vez en la vida y terminan haciendo una gran tarea, con libertad".

"Realmente el balance ha sido satisfactorio en este tiempo que se han llevado los juicios", dice Harfuch, quien señala que fue muy importante para su mayor difusión el juicio que se hizo hace pocos meses bajo esta modalidad al empresario Fernando Farré.

El femicida, quien mató a su mujer Claudia Schaefer de 74 puñaladas fue condenado a prisión perpetua, durante un juicio por jurados que determinó que el empresario era culpable del homicidio.

"Este caso y su condena ejemplar traspasó las fronteras y provocó el interés de países como Uruguay, Chile y Paraguay de establecer el sistema de juicios por jurados".

Para Harfuch las fallas de este nuevo sistema están aún en las cuestiones administrativas. "En cada juicio se requieren convocar a muchos ciudadanos. De entre 36 y 50 se debe llegar a 12. Por cuestiones burocráticas a veces falla la convocatoria a algún seleccionado. Llega mal una citación. Igualmente todos los juicios se hacen, es positivo".

En la provincia de Buenos Aires pueden ser jurados los ciudadanos de entre 21 y 75 años. Son 12 los seleccionados que quedan. "Algo importante es que deben residir en la jurisdicción donde se cometió el delito".

"Por ejemplo en el caso de Farré debían ser del partido de San Isidro", cuenta el especialista."Esto es una ventaja, porque conocen los valores de la comunidad, refiere al lugar del hecho donde se cometió".

Harfuch también destaca el hecho de que se promueve la igualdad de género. "Deben ser seis hombres y seis mujeres los integrantes. Esto es único en el mundo".

Durante el tiempo en que dura el juicio a la persona elegida se le pagan entre 700 y 800 pesos diarios y viáticos. "Ser jurado es una carga pública y la persona está obligada a presentarse si no puede recibir sanciones".

El profesional explica que el veredicto del jurado es vinculante. "Si el jurado determina que alguien es culpable por homicidio calificado aunque el juez establezca que fue un homicidio simple vale lo dicho por el jurado".

Otro punto a favor de los juicios por jurados, es el hecho de que el veredicto debe ser unánime cuando se trata de casos de prisión perpetua. "En la justicia de jueces alguien puede ser condenado con el fallo de 2 de 3 magistrados. Aquí son 12 quienes deben estar seguros".

Por pactos internacionales, si el jurado declara inocente al acusado el fiscal ya no puede apelar. En cambio si lo declara culpable, la revisión en una nueva instancia es posible.

Hasta ahora todos los juicios de esta forma han transcurrido con tranquilidad. "Hasta el momento del juicio cada persona es un número. No se les puede sacar fotos, nadie ha sido "apretado".

La selección de los doce jurados se hace luego de citar a unas 45 o 50 personas. "Tanto el fiscal como el defensor evalúan mediante preguntas a los posibles jurados. Y quedan afuera aquellos que se sospeche no puedan ser imparciales".

Harfuch pone como ejemplo: "Si una mujer ha perdido a su hijo por un tema vinculado a drogas, no podría formar parte de un jurado en un juicio a narcos. Al indagársele sobre este tema entonces queda descartada".

Normalmente los jurados al terminar la jornada regresan a sus casas. "Cuando termina el día se le pide que no hablen con nadie sobre el juicio. Tampoco que se comuniquen por redes sociales e internet".

Harfuch indica que el juicio por jurados además de en provincia de Buenos Aires, Neuquen y Córdoba se está por implementar en Chubut, Santa Fe y Entre Ríos. Hay idea de tratar una ley para llevarla adelante en la ciudad de Buenos Aires, Salta y Mendoza. Y las provincias de Río Negro y Chaco ya tienen su ley.

"Faltaría que el Congreso Nacional sancione una ley de juicios por jurados para todo el país", expresa el especialista, quien a futuro además de los casos penales ve como positivo que puedan usarse este tipo de juicios en casos de reclamos del consumidor.

En la ciudad de Buenos Aires están buscando reflotar, en tanto, un viejo proyecto de juicio por jurados que nunca llegó a implementarse. "En 2014 el consejo de la magistratura porteño presentó un proyecto en la legislatura que no se trató y perdió estado parlamentario", señala a La Prensa Luciana Piñeyro, directora de la Unidad de Implementación de Justicia de Juicio por Jurados, que depende del Consejo de la Magistratura porteño.

Piñeyro recuerda que el establecimiento de juicios por jurados ya lo establece tanto la Constitución Nacional como la de la Ciudad. Y agrega que están impulsando que de nuevo la ley pueda presentarse antes de fin de año para ver si puede ser tratada en la legislatura.

"Más allá de esto, desde el Consejo estamos trabajando en la capacitación de jueces, fiscales y defensores. También estamos en una campaña de sensibilización por distritos realizando simulacros de juicios por jurados en distintos barrios".

Hace pocos días se realizó un simulacro en la comuna 13, con la participación del actor Martín Seefeld, quien hizo de imputado. "Hubo unas 300 personas que se anotaron para ser jurados, lo cual muestra que hay interés en la gente".

La especialista indica que el proyecto de ley fue elaborado luego de consultas a académicos, jueces, fiscales y legisladores. El mismo establece que el jurado sea de 12 personas: 5 hombres, 5 mujeres y deja dos lugares para situaciones de transgénero que pudieran presentarse.

Los juicios se aplicarían para delitos que sean de más de ocho años de prisión a diferencia de los 15 o más que se da hoy en la provincia de Buenos Aires.

El problema es que casos como homicidios que pueden tener altas penas aún no fueron pasados a la Justicia de la Ciudad. Por eso se juzgaría por jurados solo dos delitos: abandono de persona seguido de muerte y portación de armas.

Los jurados deberán determinar si existió el hecho y si el imputado fue partícipe. Para ser elegido deberá tener una residencia en la Ciudad no menor a 4 años.

Quedarán excluidos para ser jurados quienes se desempeñen como abogados o cargos judiciales, escribanos y quienes tengan a cargo algún culto religioso. Tal como ocurre en otros distritos primero se hace una convocatoria de 48 personas y luego defensor y fiscal hacen la selección para que queden los 12.

Piñeyro indica que las edades del jurado serían las mismas que se establece para votar. También se garantiza el anonimato de cada jurado hasta el momento del juicio para su protección.