El estilo que fue sello del país

REVIVE EN EL CENTRO CULTURAL BORGES LA INFLUENCIA DEL ART NOUVEAU

El Art Nouveau (arte nuevo) es un estilo de decoración y arquitectura que se desarrolla durante la década de 1890 y los primeros años del 1900. En Alemania toma el nombre de Jugendstil, derivado del de la revista de arte y literatura Jugend (La juventud) publicada en Munich desde 1896 y que dio el nombre al movimiento Modernista en Alemania. En Italia se llama Floreale o Liberty. También tuvo manifestaciones con características propias en los países nórdicos y en Rusia quién no ha disfrutado, aunque sea en imágenes, de los increíbles huevos de Fabergé, regalos algunos de ellos destinados a la familia real rusa.

Ondulaciones de formas vegetales (entradas del subte parisino diseñadas por H. Guimard), formas fluidas, presencia de la mujer, utilización del hierro forjado, la filigrana, las maderas claras, frutales, aparición de nenúfares, de insectos en la ornamentación y un empleo en el mobiliario de aplicaciones (bronce, cobre) son algunas de las características de un estilo que surge en los momentos de la industrialización con la aparición del cine, el telégrafo, la navegación aérea. Epocas de cambio en que la emancipación de la mujer y la juventud se convierten en realidad. Se trata en este momento de devolver la vida a la creación artesanal en que se prefieren los vidrios iridiscentes, de trama indefinida, donde los nombres de Emile Gallé o Tiffany toman importancia en grabados y postales junto a los de Beardsley, Alphonse Mucha o Jules Cheret, que recuerdan la magia de Toulouse-Lautrec.

Arte, moda, el Art Nouveau tuvo su tiempo de aceptación en Buenos Aires y las provincias y se instaló desde los frentes hasta los muebles, sin olvidar hierros, azulejos y cristales que permanecen no sólo en los edificios de la ciudad (hasta en los llamadores de las casas) sino también en avisos y caricaturas, como lo testimonia la recordada revista Caras y Caretas.

En la época de la inmigración en nuestro país, como subrayando la llegada de familias de cierto dinero sin genealogía rimbombante y elección libre, la utilización de esta ornamentación en casa, mobiliario, jardines dio un tono singular a la vida de los argentinos. Tono que se mantiene en las calles de Buenos Aires si observamos con detenimiento ciertas zonas.

UN RECORRIDO

La muestra en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín), titulada Bart Nouvau EXPO 2017, es un pequeño recorrido por algunas de las manifestaciones del Art Nouveau que tienen lugar en nuestra ciudad y permiten apreciar objetos, afiches, obras y cartelería que habla de lugares específicos donde este estilo es una realidad para apreciar.

Abarca la exposición mobiliario inglés, francés (parisien para ser más precisos) en los que pueden apreciarse tanto las características del estilo, la inspiración vegetal abstracta, las incrustaciones, el laqueado, las aleaciones en mesas, sillas y dressoirs con detalles de esmaltado, así como una variada colección de relojes y lámparas con los adicionales de pequeñas esculturas y objetos que van desde porta-carnet de baile, tarjeteros, abanicos, violeteros, joyeros, hebillas trabajadas y pequeños componentes del toilette femenino donde aplicaciones preciosas compiten en un estilo tan exquisito como elegante.

Un rincón especial en la muestra reconstruye una mesa de la confitería El Molino, exponente del Art Nouveau y aun en espera de su puesta en valor en Rivadavia y Callao. La confitería con las características actuales data de 1910 gracias a la intervención del arquitecto Francisco Gianotti (el mismo de la Galería Güemes) que fue construida en hormigón armado, con detalles de opalina y vitraux multicolores, más un revestimiento de Piedra París en el frente con reminiscencias venecianas.

Otro de los pequeños espacios de evocación de la época en la muestra, y presidido por un enorme fonógrafo, recuerda el despertar del tango con partituras originales y motivos de decoración Art Nouveau como algunas de la autoría de Angel Villoldo.

Al fondo del espacio en que se realiza este pequeño viaje hacia el mundo del Art Nouveau, se recuerdan lugares de Buenos Aires que deben ser visitados porque son testimonios de esa época en su arquitectura y decoración. Como los laterales del teatro Colón y sus detalles de estructura y ornamentación que datan del período en que el belga Dormal finalizó la obra, luego de la participación de su primer y segundo arquitecto, Tamburini y Victor Meano.

IMPERDIBLES

La cartelería también alude a la Casa de los Lirios de Balvanera (Rivadavia 2027) verdadero exponente del Art Nouveau construido por Miguel Capurro pero proyectado por Eduardo S. Rodríguez Ortega, admirador de Gaudí (modernista catalán). Su fachada, sus ventanas y balcones adornados con troncos, flores, tallos, el Eolo en lo alto, la puerta de hierro, son una fiesta del estilo.

Otro de los lugares imperdibles en cuanto a expresión de Art Nouveau, como recuerda la cartelería de la muestra es la Casa Calise de Hipólito Yrigoyen 2570 realizada por Virgilio Colombo en 1911, actualmente vedada al publico por una obra de puesta en valor que llevará meses.

La Asociación Art Nouveau Buenos Aires (Aanba), encargada del evento con su presidente Willly Pastrana a la cabeza e integrantes tan valiosos como Horacio Elorriaga, ideal estudioso y guía de la muestra, ha requerido en esta ocasión el apoyo de coleccionista argentinos y anticuarios como Federico Marino para la organización de la muestra.

Como final del recorrido se proyecta en el auditorio del espacio elegido para la muestra un interesante audiovisual sobre el Art Nouveau en Buenos Aires. La exposición puede visitarse todos los días, de 15 a 19, hasta el 29 de este mes.