"La de Sara Gallardo me parece una escritura única, brillante"

LECTURAS DE AUTOR. Camila Fabbri menciona a Stephen King entre sus descubrimientos recientes. Valora en la crónica y la biografía la capacidad de "volver atractivo un mundo al que uno tal vez no se hubiera acercado ni por asomo".

-¿Qué libro (o libros) está leyendo ahora? ¿Suele leer varios libros a la vez?

-Tengo esa no tan sana costumbre de leer varios libros a la vez. Soy bastante metódica con las cosas, por eso me altera cuando tiendo al desorden con la lectura. Ahora, por ejemplo, en mi mesa de luz anda dando vueltas mi ebook, donde tengo varios libros adjuntos: voy variando entre Cementerio de animales, de Stephen King, los cuentos completos de Amy hempel y Open, la biografía de André Agassi. También estoy leyendo una recopilación de crónicas latinoamericanas, con autores como Cristian Alarcón, Alan Pauls, María Moreno, Leila Guerriero.

-¿Qué autor nuevo o clásico descubrió últimamente? ¿Por qué motivos la atrapó?

-Descubrí a Stephen King, un autor tan descubierto constantemente. Descubrí que el género terror o suspenso puede tener unas vueltas psicológicas que me paralizan, que pueden funcionar perfectamente en otros géneros. Tampoco estoy tan convencida de que lo que hace King sea escribir, únicamente, terror. Creo que su pensamiento va por una línea negra, nomás, y nosotros interpretamos eso como un género en concreto.

-¿Podría mencionar un autor argentino de cualquier época que considere olvidado por la crítica o por la industria cultural?

-Sara Gallardo. Aunque está siendo releída este último tiempo, en su momento fue bastante obviada. Me parece una escritura única, brillante. De esas que aparecen cada muchos años.

-¿Algún autor contemporáneo o clásico en cualquier lengua que le parezca sobreestimado, o que no haya estado a la altura de sus expectativas como lector? 

-No me animo a nombrar, no sabría desde qué lugar podría subestimar así a alguien, de ese modo. En general los autores que escriben demasiado y que exponen todo lo que escriben, no me atraen, creo que pueden estar sobreestimados. La sobreactividad no me parece signo de proeza.

-¿Lee en dispositivos electrónicos? ¿Lo recomienda? ¿Lo reprueba?

-Sí, tengo un ebook pero no dejo de comprarme libros. Confieso que lo hago menos, pero no lo repruebo en absoluto. Puedo tener libros que no se consiguen, puedo armar un compendio extrañísimo de lecturas que nunca mezclaría.

INSTROSPECCION

-¿Visita librerías de viejo, ferias, librerías de saldos? ¿Podría mencionar alguna favorita?

-Me gusta mucho recorrer librerías de saldo, siento que es un momento de mucha introspección, algo muy propio. A veces descubro algunos libros, o me permito comprarme otros como por ejemplo, la biografía de Moria Casán. En los saldos descubrí que esos libros pueden ser interesantes; me gusta leer crónica y entonces, la biografía viene acompañando un poco el género. Recomiendo la mayoría de la calle Corrientes, sin distinción.

-¿Es lectora de literatura de géneros? ¿Hay alguno que prefiera o rechace sobre otros? ¿Alguno en el que nunca se internó?

-No me intereso especialmente por la literatura de género, sino por la obra de un autor; que casi siempre va variando, quizás esto se aplique más a la narrativa contemporánea. En cuanto a los clásicos, en cambio, me gusta leer género fantástico o misterio, terror, como Allan Poe, Henry James, Saki o Lovecraft. No me intereso particularmente por la ciencia ficción, aunque leí libros con algunas corrientes del género, que me interesaron mucho. Pero a priori no lo elijo.

"CIEN AÑOS..."

-¿Recuerda uno o más libros consagrados que se le resistiera y no haya podido terminar de leer?

-Me costó mucho terminar Cien años de soledad. Mis hermanas y mi mamá me insistían mucho en que tenía que leer ese libro, y dibujar mi árbol genealógico de la familia Buendía para entender. Les parecía un plan divertidísimo. No sé si por la necesidad de salir un poco del consejo o simplemente por gusto, no pude llegar ni a la mitad.

-¿Lee poesía? ¿Podría mencionar sus poetas favoritos? ¿Han ido cambiando con los años?

-Leo menos poesía de lo que me gustaría, no puedo mencionar poetas favoritos, sí puedo mencionar los que me gustaron de lo poco que he leído. Me repudio mucho esta falta, pero sé que irá cambiando con el tiempo. Me gusta mucho William Carlos Williams, Héctor Viel Temperley, José Watanabe, Joaquín Gianuzzi, Elena Aníbali, Yaki Setton.

-¿Qué otro escritor/a de cualquier época le hubiera gustado ser, ya sea por su obra o por su vida?

-Qué pregunta difícil. Supongo que me hubiera gustado ser Quino y haber dibujado a Mafalda infinidad de veces, con ese nivel de profundidad oculto en un dibujito simpático.

-¿Lee biografías de escritores? ¿Qué busca y qué encuentra en ellas? ¿Alguna especialmente memorable?

-Justamente ahora estoy leyendo Open la biografía de André Agassi (escrita por J. Moehringer, ganador del premio Pulitzer de Periodismo) porque oí a Leila Guerriero recomendarla. Me dejo llevar mucho por las recomendaciones de autores que admiro. Creo que tienen esa mística que tiene la crónica, de volver muy atractivo un mundo al que uno tal vez no se hubiera acercado ni por asomo. En este caso, el tenis. 

-¿Regala libros, presta libros, devuelve los que le prestan?

-Creo que lo único que sé regalar, con acierto, son libros. No me gusta prestarlos, aunque a veces no me quede opción, no puedo quedar como una perversa con mis amigos o familiares. Si me los piden, tengo que dárselos aunque me duele mucho. En general no devuelvo los que me prestan, excepto que me los pidan más de una vez. Es algo medio infantil lo que me pasa.

-¿Ha vuelto a leer de adulta alguno de esos libros que a todos nos fascinaron en la infancia? Si responde que sí, ¿cuál fue y qué impresión le causó?

-Vuelvo cada tanto a leer Tengo un monstruo en el bolsillo de Graciela Montes. Me parece una maravilla. La metáfora perfecta de vivir con los fantasmas; y de ir generando mecanismos propios para hacerlos desaparecer, o empequeñecer.

-¿Lee en idiomas extranjeros? Y si es así, ¿le parece necesario para apreciar mejor la obra en su lengua original, o entiende que las traducciones salvan esa distancia?

-Sé hablar inglés y sé escribirlo, pero no soy una experta. Todavía no puedo darme el lujo de leer en otros idiomas. Sospecho que pronto me dedicaré a profundizar en otros modos de comunicarme.

PARA ENTENDER

-Por último, si es imposible ser escritor sin ser primero lector, ¿qué libro siente que la convirtió en escritora?

-Creo que retomo dos libros o autores que mencioné más arriba, Quino fue un generador de sentido para mí, como escritor y como creador de un mundo particular y extraño, en el que los niños son tan brillantes que tienen que lidiar y penar con un mundo que no les ofrece demasiadas certezas. Lo mismo me pasó con Tengo un monstruo en el bolsillo de Graciela Montes, es esa voz en primera persona de una nena que descubre que tiene un monstruo encima y no se lo puede sacar; y hacia adelante resuelve que la única manera de amigarse con la idea es volverla palabra, hacerla relato. El fantasma no se va a ir, pero puede hacerse más pequeño y, eventualmente, así será de ahí en más la vida cotidiana. Los personajes niños que piensan como adultos o penan por lo que vendrá me conmovieron mucho. Fue de chica que empecé a escribir, intentando generar personajes propios que intentan resolver o entender de qué se trata todo esto.

JM