Antibióticos que no funcionan: ¿en qué nos equivocamos?

La OMS advierte que el mundo se está quedando sin fármacos eficaces para combatir las infecciones bacterianas. Insta a que se inviertan mayores recursos en la investigación y desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas. En la población general el gran problema es la falta de conocimientos sobre su uso adecuado.

El dicho popular dice que la ignorancia mata y, sin dudas, este puede ser el caso cuando se habla de la resistencia a los antibióticos. Cada vez hay más fármacos que no logran combatir de manera eficiente las bacterias causantes de numerosas infecciones potencialmente mortales, como la tuberculosis, la neumonía o aquellas de las vías urinarias, por nombrar algunas.­

Esto sucede porque las bacterias mutan en respuesta al uso de esta clase de medicamentos.­

Mientras en la población mundial persisten graves errores de concepto y confusión ante esta problemática, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó el último mes que hay además una grave falta de nuevos antibióticos en fase de desarrollo para combatir la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos.­

En el informe 'Antibacterial agents in clinical development: an analysis of the antibacterial clinical development pipeline, including tuberculosis', la entidad sanitaria advierte que el mundo se está quedando sin antibióticos eficaces y que "la mayoría de los fármacos que se están desarrollando son modificaciones de clases de antibióticos ya existentes que ofrecen soluciones solamente a corto plazo".­

"La resistencia a los antimicrobianos es una emergencia para la salud mundial que comprometerá gravemente el avance de la medicina moderna", sostuvo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, para luego añadir: "Hay una necesidad urgente de aumentar la inversión en investigación y desarrollo para luchar con las infecciones resistentes a los antibióticos, entre ellas la tuberculosis. De otro modo, volveremos a los tiempos en que la gente temía contraer infecciones habituales y ponía en riesgo su vida si se sometía a intervenciones quirúrgicas sencillas".­

Según precisa la OMS, la resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural, aunque el uso indebido de estos fármacos en el ser humano y los animales está acelerando el proceso. Estancias hospitalarias más prolongadas, costos sanitarios más elevados y mayor mortalidad son las principales consecuencias.­

El informe indica que en la actualidad hay 51 nuevos antibióticos y biofármacos en desarrollo clínico que se podrían utilizar para tratar infecciones causadas por los patógenos resistentes a los antibióticos más prioritarios, sin embargo, "solo ocho de estas moléculas con potencial terapéutico han sido clasificadas por la OMS como tratamientos innovadores que ofrecerán alternativas válidas al actual arsenal de antibióticos", señalan.­

"Además, hay muy pocos antibióticos en fase de desarrollo que se podrán administrar por vía oral, a pesar de que estas formulaciones son muy necesarias para tratar las infecciones fuera de los hospitales y en lugares de bajos recursos", añade el documento de la OMS.­

La institución sanitaria internacional subraya que hay una grave falta de opciones terapéuticas para combatir, por ejemplo, Mycobacterium tuberculosis multirresistente y ultrarresistente o bacterias gramnegativas, entre ellas enterobacterias (como Klebsiella pneumonia y Escherichia coli) y Acinetobacter, que pueden causar infecciones de gravedad -con frecuencia mortales- y son especialmente peligrosas en hospitales y residencias de adultos mayores.­

Con el objetivo de subsanar esta falta de nuevos fármacos, la OMS y la Iniciativa Medicamentos para las Enfermedades Desatendidas crearon la `Alianza mundial de investigación y desarrollo de antibióticos', a través de la cual el 4 de septiembre último, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido, Sudáfrica, Suiza y el Wellcome Trust se comprometieron a destinar más de 56 millones de dólares a este fin.­

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DESCONCIERTO­

Pero la obtención de nuevos medicamentos no alcanzará para solucionar el problema de la resistencia a los antibióticos. La OMS advierte que hace falta también un arduo trabajo para mejorar la prevención y el tratamiento de las infecciones y para promover el uso correcto de los antibióticos disponibles en la actualidad y en el futuro.­

En ese sentido, la organización está elaborando directrices para una utilización responsable de esta clase de fármacos en sectores de la salud humana, animal y en la agricultura y ganadería.­

Los errores y confusiones que persisten en torno a la resistencia a los antimicrobianos quedó al descubierto cuando en 2015 la OMS llevó adelante una encuesta sobre esta temática en 12 países (Barbados, China, Egipto, India, Indonesia, Mexico, Nigeria, Rusia, Serbia, Sudáfrica, Sudán y Vietnam).­

Casi dos tercios de los 10.000 encuestados en esa oportunidad dice saber que la resistencia a los antibióticos es un problema que puede afectarlos a ellos y a sus familias, pero no tiene claro cómo los afecta o qué puede hacer para combatirlo.­

El 64% cree que los antibióticos pueden usarse para tratar resfríos y gripes, a pesar de que los antibióticos no tienen ningún impacto sobre los virus: sólo deben utilizarse para prevenir y tratar infecciones bacterianas.­

Casi el 32% cree que debe dejar de tomar el antibiótico cuando empieza a sentirse mejor, en vez de completar el esquema de tratamiento prescripto por el médico como debería hacerse.­

El 76% piensa que la resistencia a los antibióticos se da cuando el cuerpo se hace resistente a este tipo de fármacos. Sin embargo, son las bacterias -y no los humanos ni los animales- los que se vuelven resistentes a los antibióticos. La propagación de estas bacterias es la que causa infecciones difíciles de tratar.­

Dos tercios de los encuestados considera que una persona no está en riesgo de contraer una infección fármacorresistente si a nivel individual toma los antibióticos tal como le fueron prescriptos, lo cual también es un error.­

Casi la mitad de los participantes (44%) de la encuesta piensa que la resistencia a los antibióticos sólo es un problema para las personas que toman este tipo de medicamentos de manera regular. No obstante, la realidad es que cualquiera, de cualquier edad y nacionalidad, puede contraer una infección resistente a los antibióticos.­

En tanto, el 57% de los encuestados siente que no hay mucho que pueda hacer para detener la resistencia a los antibióticos, mientras que casi dos tercios (64%) sostiene que los profesionales de la salud podrán solucionar el problema antes de que se convierta en algo demasiado serio.­

Otro hallazgo clave del trabajo fue que casi tres cuartos (73%) de los participantes dice que los agricultores deben darle menos antibióticos a los animales para consumo humano.­

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PENSARLO DOS VECES­

Bajo el lema 'Pida asesoramiento a un profesional sanitario calificado antes de tomar antibióticos' se desarrollará entre el 13 y 19 del mes próximo la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de Antibióticos 2017

En concreto, la iniciativa de la OMS buscará hacer hincapié en que "los antibióticos no siempre son la respuesta" e instará a "pensarlo dos veces y buscar consejo médico" antes de tomar un fármaco de este tipo.­

Asimismo, en febrero de este año la entidad sanitaria elaboró una 'Lista global de prioridad de las bacterias resistentes a los antibióticos' con el objetivo de guiar las investigaciones, descubrimientos y desarrollo de nuevos antibióticos.­

En ese listado enumera los patógenos que hoy tienen menor respuesta a los antibióticos y los divide en aquellos con prioridad crítica, alta o mediana. Dentro de la primera categoría incluye a: Acinetobacter baumannii (que puede producir neumonías o infecciones del tracto urinario), Pseudomonas aeruginosa (capaz de causar infecciones hospitalarias, neumonías y otros síndromes sépticos), ambas resistentes a los carbapenemas. También se ubican como críticas las Enterobacteriaceae (Klebsiella pneumonia, Escherichia Coli, Enterobacter, Serratia, Proteus, Providencia y  Morganella), resistentes a los cabapenemas y a la cefalosporina de tercera generación.­

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CÓMO ACTUAR­

Para prevenir y controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos, la OMS aconseja a la población general:­

* Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado.­

* No pedir antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios.­

* Seguir siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos.­

* No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros.­

* Prevenir las infecciones lavándose las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto íntimo con enfermos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.