En el "nosotros" de Cristina no caben todos los peronistas

LO QUE VENDRA. Los referentes de más peso dentro del peronismo le dieron la espalda y ahora a ese duro desplante le sigue el de la propia tropa de CFK que poco a poco van avisándole que la "quieren" pero que debe ceder protagonismo.

La campaña para el 22 de octubre se puso nuevamente en marcha y parecen otras las estrategias tanto en el oficialismo cuanto en la oposición. La entrevista a Cristina Fernández y el caso Maldonado ya se sabe que no movieron las tendencias de las encuestas en ningún sentido.

Los candidatos necesitan fijar posiciones y ganar terreno, en especial, en el conurbano, donde las aguas quedaron divididas en partes casi iguales y ahora se debe inclinar la balanza, buscando una diferencia mayor que las de las PASO que permita hablar de victoria y posicionarse de cara a las presidenciales de 2019.

La viuda de Kirchner arrancó en Florencia Varela donde insistió en la necesidad de construir una oposición "seria, firme y concreta" y advirtió que esto es mucho más importante que "discutir entre nosotros".

Pero es justamente el "nosotros" lo que parece que la ex presidenta no quiere entender, tal vez, para no admitir que su propia figura pierde fuerza ante el embate del peronismo ortodoxo que le marca la cancha cada vez que ella quiere incluirse o incluirlos en el histórico movimiento. 

A su convite a formar una sola oposición dirigida por ella desde su nuevo partido, Unidad Ciudadana (del viejo Frente para la Victoria ya nadie habla), respondieron con dureza Sergio Massa y Florencio Randazzo.

El tigrense dijo que "el diálogo con los que nos dividieron no es posible. El odio se lo dejo a ellos; nosotros construimos la unidad nacional con trabajo, seguridad y en paz".

Por su parte el ex ministro de Transporte respondió a la convocatoria diciendo que "no compartimos que haya una sola opción opositora y que justo sea la que te lleva como candidata. Ella busca alternativas porque percibe que puede perder en octubre".

Los referentes de más peso dentro del peronismo le dieron la espalda y ahora a ese duro desplante le sigue el de la propia tropa de CFK que poco a poco van avisándole que la "quieren" pero que debe ceder protagonismo.

Una de las primeras en avanzar sobre esta hipótesis es nada menos que Verónica Magario, la intendenta de La Matanza, el municipio más poblado de la provincia de Buenos Aires, que ya aclaró que la ex mandataria "va a ser solo una acompañante en la próxima etapa" que es el proceso de renovación que ya se puso en marcha dentro del peronismo, algo que convalidan la mayoría de los dirigentes de ese espacio político.

"Nosotros no sentimos que Unidad Ciudadana sea sólo Cristina. No hay que centralizar Unidad Ciudadana en Cristina. Es un conjunto de hombres y mujeres que hemos conformado este nuevo espacio para hacer una nueva oposición. El peronismo tiene que generar nuevas figuras", apuntó Magario.

La ecuación es clara: Cristina tiene su techo y al peronismo no le alcanza, y evidentemente la atomización no le conviene, aunque históricamente el peronismo unió fuerzas en los momentos más difíciles del movimiento.

Otro que hizo (aunque disfrazadas de elogios a Cristina) declaraciones en el mismo sentido que su colega matancera fue Martín Insaurralde, el intendente de Lomas.

"Basta de respondernos entre nosotros, hoy se trata de responder a la gente. Discutamos ideas y no internas", dijo. Y luego tuiteó: "A Cristina la eligió la mayoría pero tenemos que ser muchos más. Unir la fuerza de cada ciudadano es el único camino".

Estos síntomas no hacen más que confirmar lo que los jefes comunales bonaerenses del peronismo entienden como una prioridad, que es la unidad del peronismo para después de las elecciones legislativas de octubre y la intención es convocar a los que se alejaron del justicialismo, justamente, para no compartir terreno político con Cristina Fernández.

La tarea ya comenzó, al quitarle protagonismo a Máximo Kirchner, que, en nombre de La Cámpora, intentó armar las listas de varias secciones del conurbano, no pudiendo hacerlo en la Primera, aunque sí consiguió meter mano en la Tercera.

Uno de los intendentes del Oeste aseguró que "hay que peronizar el espacio y acotar al cristinismo duro, sino equivocaremos el camino y 2019 no está tan lejos".

Ahora la disyuntiva es si el nuevo peronismo se armará con o sin Cristina, porque lo que es seguro que a la ex presidenta nadie podrá quitarle su afán protagónico sin que se produzca algún daño. Ella dijo que se autoexcluiría, si eso sirve para la unificación de los peronistas, pero esa actitud la dejaría en la posición de "salvadora" del movimiento que ella misma atomizó y que está a punto de pasar una de sus peores crisis. Hay que decidir si el "nosotros" de Cristina es aceptado como prueba de un cambio. Muchos dudan.