La culpa no es del cerdo

Alarma a los productores la apertura del mercado a EE.UU.

No sólo el biodiesel se ha transformado en un renovado desafío para el sector agropecuario nacional, luego el Departamento de Comercio de Estados Unidos decidió aplicar una tasa adicional de casi 14 puntos a las importaciones desde la Argentina, por considerar que la producción está subsidiada. Tras la reciente visita del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, los reclamos acerca de la apertura del mercado argentino a la importación de carne de cerdo norteamericana, reavivó las protestas del sector. El presidente de la Asociación de Productores Porcinos Bonaerense (Aproporba), Alejandro Lammachia, cuestionó la decisión de ingresar carne de cerdo desde los Estados Unidos al entender que la calidad del producto local es de excelencia.

"El estatus sanitario en Argentina es superior", afirmó el directivo e indicó que el cerdo estadounidense "tiene una enfermedad respiratoria reproductiva que puede comprometer los estándares de calidad nacionales". 

El Gobierno afirmó que tal medida se adoptó para "fortalecer los lazos comerciales", pero los productores se quejan porque con el mismo argumento, en 2016 se abrió la importación desde países como Brasil, Dinamarca y Canadá.

"Se da una competencia desleal porque mientras se abre la importación, la industria local se deteriora al tener que afrontar una fuerte presión fiscal y el constante aumento en el precio de los insumos", reclama Lammachia.

Asimismo, señaló que el primer semestre de este año la importación de carne de cerdo "aumentó un 80% en comparación con el mismo período el año pasado, y eso significa un golpe muy duro para la industria local, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, donde se faena el 60% de la producción nacional".

Quejas de la FAA

Desde la Federación Agraria Argentina (FAA) se calificó como un error la habilitación que otorgó el Gobierno a la importación de carne de cerdo desde EE.UU. "Macri quiere que Argentina pueda ser el supermercado del mundo, pero esto es totalmente contradictorio con la decisión de importar carne desde Estados Unidos. En este camino, en lugar de ser supermercado pasaremos a ser el depósito donde las potencias metan las cosas que no puede ubicar en otros lugares", indicó la entidad.

Expresaron que la medida implica "desconocer el rol que ésta producción cumple en las economías del interior del país, el empleo directo e indirecto que genera a través de muchas actividades anexas. Tampoco se puede decir pueda servir para mejorar los precios que pagan los consumidores por este producto, porque desde el 2015, la importación aumentó un 235% y no hubo impacto en los precios en góndola. Pero sí hubo una profunda afectación para los productores chancheros".

Además, FAA criticó las condiciones en que ingresará esta producción: "El ingreso de carne de cerdo de EE.UU., tanto como de otros países, nos pone a los productores a competir en condiciones desfavorables, porque Estados Unidos y la Unión Europea subsidian la producción, mientras que en la Argentina la presión tributaria es enorme".

Frente a este escenario, también genera preocupación el aspecto sanitario: "En Estados Unidos existe el síndrome de pie azul, del cual Argentina está libre. Abrir la importación podría implicar un riesgo sanitario para nuestro país", precisaron. Desde el Gobierno se sostiene que es necesaria la importación ya que es una de las condiciones que permiten habilitar la exportación de limones argentinos a ese país.

Fericerdo

En la reciente muestra del sector, Fericerdo, realizada en el INTA-Marcos Juárez, de la provincia de Córdoba, se escucharon nuevas voces de reclamo. El presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, Juan Uccelli, advirtió que el acuerdo pondrá en riesgo la producción local, y aseguró que Estados Unidos es "un gran emisor" de una enfermedad porcina complicada que, si ingresara a la Argentina, "sería desastroso" para el sector.

"Esto nunca sucedió, antes nos cambiaban por otro tipo de carne, ahora nos regalaron", asegura Uccelli. El productor afirmó que no se oponen a la apertura de las importaciones pero que reclaman "una competencia leal", que incluya "resguardo" de las condiciones sanitarias.

El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, afirmó por su parte, que la autorización que dio el Gobierno a los embarques de carne porcina proveniente de Estados Unidos "es positivo para la relación bilateral y para el mercado. Va a ingresar cerdo, o por lo menos va a estar habilitado, no sé cuánto va a entrar, el mercado va a estar abierto pero desconozco la cifra", señaló el funcionario.

El acuerdo "es positivo porque ha crecido mucho la producción de cerdo, hay que reconocerlo a los productores argentinos, que crecen casi 10% anual y han enviado embarques a Rusia", contrapuso el ministro. Para Buryaile, "siempre ayuda competir. En la Argentina ha habido una revolución de la producción porcina y lo que ayuda es el intercambio bilateral, no hay experiencias de países absolutamente cerrados que crezcan", sostuvo.

Mientras tanto, los productores de porcinos se preguntan: ¿Cómo ser sostenibles en tiempos de cambios para la producción porcina. En la 12» edición de Fericerdo se planteó la necesidad de ser eficientes en los costos y, con ese fin, trabajar en modelos asociativos. En la próxima década, el consumo interno de cerdo llegaría a 25 kilos por persona, al tiempo que se prevé el incremento del mercado externo. Con un récord en la faena de casi cinco millones y medio de cabezas en respuesta a la expansión de la demanda, y expectativas en momentos de cambios para el sector, la muestra convocó a más de 14.000 visitantes. 
Amadeo Nicora, presidente del INTA, advirtió sobre el rol de la actividad para el arraigo local y el desarrollo territorial: "La producción animal en su conjunto y el cerdo en particular está siendo en nuestro país, el actor fundamental de la ruralidad".

En ese sentido, remarcó que "no hay otra actividad que en el país que genere mayor presencia del hombre en el sector rural". Según señaló, para quienes tienen responsabilidades territoriales el objetivo es lograr actividades que afinquen al hombre y le den la rentabilidad necesaria para que se quede y se desarrolle en el lugar donde nació. 

Por su parte, Jorge Brunori, especialista del INTA-Marcos Juárez, expresó que la porcina "es una carne estratégica y federal, que va a permitir el desarrollo, el arraigo rural y el valor agregado". 

Además, resaltó que "si Argentina quiere ser el supermercado del mundo, el cerdo tiene que estar en la góndola" porque, al complementar a la carne bovina, el país dispondría de esta última para exportar. En relación con la apertura para el ingreso de carne porcina, expresó que "las importaciones en este sector siempre son preocupantes". 

En ese sentido, en virtud de que "son medidas políticas", el INTA debe ""debatir con todos los sectores y buscarle la vuelta" para ayudar a adecuarse a esa nueva situación. "El estrato que siempre se ve más perjudicado cuando se toman medidas de este tipo es el de la pequeña y mediana escala" porque "su eficiencia no es la adecuada y cuando entra carne importada, que en alguna medida reemplaza a la carne nacional, el productor pequeño y mediano es el más vulnerable", manifestó.

"Por lo tanto, una de las cosas que nos preocupa es tratar de brindarle herramientas al pequeño y mediano productor de eficiencia, de asociativismo, para que pueda inclusive amortiguar este tipo de golpe", aseguró. "Ellos son más del 90% de esta actividad. Eficiencia, gestión y escala" son las herramientas que "van a permitir sostener la actividad".