Preocupa a la UIA el rojo en la balanza

CRECEN LAS IMPORTACIONES BRASILEÑAS

Brasil es el principal socio comercial de Argentina. En 2016 fue destino del 15,6% de las exportaciones totales y fue proveedor del 24,6% de las compras externas argentinas. Si sólo se consideran los bienes industriales, la relación es aún más significativa: Brasil fue destino del 34% de las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) en 2016 y en algunos sectores industriales representó más del 50% de las ventas externas (automotriz, plásticos y sus manufacturas, productos de molinería, entre otros).

La importancia del comercio bilateral entre Argentina y Brasil implica una fuerte interdependencia entre ambas economías y sus respectivos entramados productivos. Esa interdependencia ha sido sumamente asimétrica (en detrimento de la Argentina) lo cual llevó a que la intensidad de los impactos recíprocos sea diferente ante eventuales shocks en cada economía. Por lo tanto, la política económica brasileña y el desarrollo de su actividad y su industria impactan directamente en el desempeño de la economía argentina.
En los últimos cinco años (2012-2016), las exportaciones a Brasil cayeron un 47,9% (es decir u$s 8.300 millones) y la actividad industrial argentina cayó un 9,1%.

En parte esto se explicó por la situación macroeconómica adversa de Brasil: desde el segundo trimestre de 2014 que su actividad económica cae y la actividad industrial se contrajo aún más profundamente en el mismo periodo.

Sin embargo, ese no fue el único factor, ya que las exportaciones argentinas a Brasil comenzaron a retraerse en 2012 mientras las importaciones totales de Brasil aún crecían. Esto indica que factores internos que afectan la competitividad sistémica influyeron en esta dinámica, destacándose el tipo de cambio, los costos logísticos, los costos energéticos, la presión tributaria, entre otros.

RESURGIR

En el primer semestre de 2017 se observó una desaceleración en la caída de la actividad general e industrial de Brasil con algunos meses de recuperación. Particularmente, las importaciones de Brasil crecieron un 7,1% con respecto a igual periodo del 2016. Esto influyó positivamente en las exportaciones argentinas.

Las exportaciones argentinas con destino a Brasil crecieron un 4,3% durante enero-julio de 2017 respecto a igual periodo del año pasado. Las exportaciones de MOI a este destino crecieron un 3,4%. Si bien Brasil continúa siendo el principal destino de estos bienes, sólo explicó el 9% del crecimiento de las exportaciones argentinas de MOI en lo que va de 2017.

Estas crecieron 12,8% durante enero-julio respecto a igual periodo de 2016 y estuvieron impulsadas por las mayores ventas a otros destinos como Estados Unidos, Chile y Perú, entre otros países de la región.
Las compras externas argentinas a Brasil crecieron en 2016 un 4,4% con respecto a 2015. Al mismo tiempo las exportaciones a este destino cayeron un 10,6% interanual. El déficit comercial con Brasil fue de u$s 4.650 millones y se profundizó a niveles del 2011 (pico en el volumen comercializado con este país y gran crecimiento de la industria argentina). Por las características del intercambio, el déficit comercial en bienes industriales también fue mayor (u$s 6.959 millones).

El avance de las importaciones provenientes de Brasil en 2016 se dio en un contexto en que la actividad general cayó 2,2% y la producción industrial se contrajo 4,9% con respecto a 2015. En el acumulado enero-julio de 2017, las compras a Brasil continúan con una dinámica creciente. Estas crecieron un 28,8% con respecto a igual periodo de 2016, y explicaron el 45% del aumento de las importaciones totales.

A su vez, en julio se registró un incremento cercano al 50% interanual de las importaciones y un crecimiento de las exportaciones del 7,4%. Respecto al déficit comercial, en los primeros siete meses del año alcanzó los u$s 4.738 millones, superior al déficit registrado en todo el año 2016.

Si bien la industria está mostrando algunos indicios de recuperación, el fuerte avance de las importaciones de bienes industriales puede perjudicar este desempeño. Por ello, resulta fundamental avanzar en políticas industriales y comerciales que puedan aumentar la competitividad de la industria para mejorar la inserción de los productos argentinos en Brasil y en otros países del mundo.

Una alternativa es avanzar en la implementación de medidas no arancelarias, particularmente en normas técnicas y estándares de calidad. Esta herramienta de política está siendo ampliamente utilizada por los países desarrollados y Brasil ha tendido recientemente a replicarla también.

* Documento elaborado por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina.