La verdad es que parece una joda para Tinelli. Cuando no vienen los piqueteros, ni los sindicalistas, ni los maestros, ni los grupos de capucha y palo, viene el vicepresidente de Estados Unidos y la Ciudad es un caos, con cortes por todos lados, retenciones en las principales avenidas sin explicación y sin necesidad. El amigo Mike Pence será muy simpático, nos habrá felicitado por lo bien que van las cosas, pero no hay necesidad de pasearlo por todo Buenos Aires y detener el tráfico en Palermo cuando el tipo va a la Bolsa de Comercio.
El operativo de seguridad me parece bien, las cosas no están como para andar poniendo blancos fáciles, pero no hay que exagerar. Y en todo caso, si saben que esto va a pasar, organicen las fiestas en otro lado o a otras horas. Los subtes A, D y E no llegaban a las cabeceras y sin ser un experto en seguridad me parece que no tiene sentido. Según el gobierno porteño hubo cortes "totales, momentáneos y sucesivos", vaya uno a saber cuál es cuál y sobre todo descifrar los llamados "sucesivos", qué solo Dios sabrá qué significan.
La cosa es que el tránsito estuvo parado, semiparado o sucesivamente parado en la intersección de avenida Callao y Marcelo T. de Alvear, así como también en Rodríguez Peña y Quintana; Montevideo y Marcelo T. de Alvear y Rodríguez Peña y Posadas, en el barrio de Recoleta, la autopista Illia, la avenida Corrientes, Plaza de Mayo, el Bajo de Retiro hasta Belgrano. Y eso que don Pence no quiso ir a visitar el Barrio Chino ni las tiendas de la calle Avellaneda. Seamos serios, planifiquemos bien, con tiempo, el vice de Trump no llegó de sorpresa a Ezeiza y dijo "Hola, vine de visita, ¿se puede pasar?".
Si cortás Recoleta no cortés al mismo tiempo Corrientes o el Bajo, la caravana va rápido pero no a la velocidad de la luz. Me parece bien que cuiden mucho al funcionario norteamericano pero no estaría mal que nos cuiden a los ciudadanos a los que hasta hace unos días les prometieron eso, cuidarlos a cambio de un voto.
V. CORDERO