Más solos que nunca
Advierten que el aislamiento social puede representar una amenaza para la salud pública, incluso mayor que la obesidad. La epidemia de soledad va en camino a hacerse crónica.
Se estima que alrededor de 42,6 millones de adultos de más de 45 años están sufriendo
Asimismo, el último censo en ese país muestra que más de un cuarto de la población vive sola, más de la mitad está soltera y que las tasas de matrimonio y el número de niños por hogar disminuyó respecto del censo anterior.
En la Argentina, un estudio del Barómetro de la Deuda Social de la Universidad Católica publicado el año pasado reveló que alrededor de 1.200.000 adultos mayores viven solos. En tanto que datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos del gobierno porteño ya alertaban en 2012 que entre 1980 y 2010 se duplicó la cantidad de personas que viven solas en la Ciudad de Buenos Aires, en especial los jóvenes de entre 25 y 34 años (17,4%) y los mayores de 65 años (42,4%)
El aislamiento social se define como la falta de contacto con otras personas, mientras que la soledad es un estado en el que se siente una distancia emocional respecto a los demás. Según esta definición, una persona puede estar en compañía de otras y aun así sentirse sola.
En estudios anteriores, la soledad se había relacionado con un mayor riesgo de depresión, enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
El primero incluyó 148 estudios, que reunieron más de 300.000 participantes, y halló que una mayor conexión social se asoció con una reducción del 50% del riesgo de muerte temprana.
El segundo estudio, que involucró 70 estudios -con más de 3,4 millones de personas de Estados Unidos, Europa, Asia y Australia-, evaluó el impacto que el
Los investigadores hallaron que las tres condiciones tuvieron un efecto significativo y similar sobre el riesgo de muerte prematura, equivalente o incluso mayor que el del consabido factor de riesgo de mortalidad que implica la obesidad.
Holt-Lunstad recomendó darle prioridad a la investigación y los recursos destinados a enfrentar esta amenaza para la salud pública tanto a nivel social como individual.
En ese sentido, sugirió enfatizar la educación en habilidades sociales entre los niños en edad escolar y que los médicos incluyan en sus chequeos preguntas que indaguen sobre la situación de conexión social de los pacientes.
Por otra parte, las personas deberían prepararse para el momento de la jubilación, no sólo en términos económicos sino también sociales. "Dado que muchos de los vínculos sociales están relacionados con el lugar de trabajo, sería conveniente que dentro del planeamiento comunitario se incluyan espacios sociales compartidos que fomenten el encuentro y la interacción, tales como centros recreativos o jardines comunitarios".
Según otro estudio realizado en Reino Unido, el 59% de los adultos mayores de 52 años que reportan problemas de salud refieren sentirse solos algunas veces o a menudo, en comparación con el 21% que asegura encontrarse en perfecto estado de salud.
Del informe de la UCA, titulado `Personas mayores que viven solas en la Argentina actual' se desprende que
Y un tercer indicador muestra también que