La carne argentina apunta sus cañones al bloque Asia-Pacífico

Los números surgen alentadores. Durante el mes de junio la Argentina logró exportar a China 7.000 toneladas de carne congelada, lo cual se traduce en ingresos por u$s 30,6 millones. Se trata de un volumen significativamente superior al del año pasado, cuando se vendieron 5.000 toneladas de este producto.

Con un pie en China, gigante mercado a conquistar, la estrategia de los exportadores de carne vacuna va más allá. Todos los cañones apuntan al bloque de Asia-Pacífico, compuesto por un nutrido grupo de países consumidores que baten records a la hora de importar cortes vacunos en todas sus variantes. Hay un arduo trabajo por delante, como explica el titular del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC, Mario Ravettino. Una tarea donde el esfuerzo privado se amalgama con la política comercial que impulsa el Gobierno.

¿Están conformes con el nivel de exportaciones?

Nosotros vemos que vamos a tener un año con exportaciones crecientes. Vamos hacia un volumen que será un 25% superior al de años anteriores. Trataremos de estar lo más arriba posible. Una vez que tengamos encaminada esta recuperación y la reinserción de Argentina en el mercado internacional de carnes, debemos mantener la línea creciente y captar nuevos mercados. Es un objetivo recuperar el stock ganadero, lograr un novillo más pesado para la exportación. Hoy en día tenemos en agenda nuevos mercados por abrir, fundamentalmente los que hacen al bloque Asia-Pacífico. Los mercados se han desplazdo del Atlántico hacia el Pacífico en los últimos años. Allí está el grupo de países con más significación en la importación de carnes. Importan alrededor de u$s 11.000 millones anuales.

¿El de China es un mercado consolidado para las carnes bovinas argentinas?

Hoy en día es el gran mercado de volumen para la Argentina, pero no tenemos todos los protocolos habilitados para exportar a China. Por ejemplo, Uruguay tiene cinco protocolos aprobados para vender allá: carne deshuesada, enfriada, termoprocesada, carne con hueso y menudencias. Nosotros sólo podemos venderles carne congelada deshuesada. Estamos haciendo ingentes negociaciones con China para aprobar más protocolos.

¿Qué rol cumple el Gobierno en esta apertura de mercados? ¿Trabajan en conjunto?

Estamos trabajando con el Gobierno en una agenda en común para la apertura de nuevos mercados y el incremento de las ventas donde ya estamos presentes. Tenemos prevista una misión a China y Corea del Sur para fines de agosto, la cual terminará justamente en la feria de Beijing. Estimamos poder plantear allí la posibilidad de tener más protocolos habilitados.

¿Cualquier frigorífico puede exportar a China o requiere una aprobación especial?

Hay cuestiones técnicas, sanitarias y científicas que se deben resolver para tener las habilitaciones oficiales y poder exportar a China. Lo que ocurre con China es que es un país que se rige por sus propias normativas, no se maneja con los criterios de la OMC u otros organismos internacionales. Es decir que tienen su propia normativa sanitaria y quien quiera venderles debe adaptarse a ellas.

¿Qué ha cambiado en la política ganadera con respecto al gobierno anterior?

Nosotros vemos una predispoción de este gobierno en incrementar las exportaciones de carne vacuna. Sino no existiría esta próxima misión conjunta. Pero para mejorar la cadena hace falta controlar más la informalidad en el sector. La evasión es una mochila muy pesada. Si no la solucionamos, no lograremos avanzar. Además, necesitamos tener animales con mayor peso para vender. Argentina es el país que faena los animales más livianos de la región. Así se pierden kilos, por faenar temprano.

¿Es factible recuperar los mercados perdidos o hacer pie en el sudeste asiático?

El mundo va para ahí, estamos trabajando en eso. Ya hemos abierto el mercado de Filipinas y ahora negociamos con Japón, Singapur y Corea del Sur. En consideración, advertimos que el futuro pasa por allí.

¿Cuál es el escenario de la ganadería local? ¿Hay una pulseada con la soja?

Noto una recuperación del stock ganadero argentino. Eso lo considero sumamente importante. Tenemos que sustentar el abastecimiento del consumo interno, que es el consumidor más importante del mundo. Pero reitero, tenemos que lograr que el stock sea de animales más pesados para competir en el mercado internacional.