Hombre al borde del colapso nervioso

Philippe Mars es un hombre tranquilo. Se ocupa de computación, está separado y tiene dos hijos. Su mujer, una periodista inquieta le deja a los chicos mientras cubre una nota de política. Y a Philippe le pasa de todo, desde el incidente con un compañero de trabajo que en un ataque le rebana media oreja, hasta el tomar conciencia de las diferencias que lo separan de la generación de sus hijos y la inesperada aparición de sus padres muertos.

En un viaje a su propia identidad Mars se verá primero como un extraterrestre al que todo lo sorprende, hasta que poco a poco se dé cuenta que su hija adolescente lo considera un perdedor, por quedarse por comodidad en un empleo en el que no pasa nada y donde su jefe lo abruma. Ahora que reflexiona mientras cura su oreja dañada, empieza a pensar que no tiene comunicación con sus hijos, uno que ya termina la primaria y se convirtió en vegetariano y la chica, muy madura y dispuesta a criticarlo en todo momento. 

BUENOS ACTORES
Suerte de comedia excéntrica donde lo inesperado puede suceder, los locos están a la altura de los cuerdos y los muertos de los vivos, el director Dominik Moll ("Un amigo que te quiere bien") elige el absurdo para explicar las locuras de una sociedad problemática en que los sentimientos parecen descansar en el bolsillo, los contenidos de la educación nunca se actualizan y los chicos parecen tener más sentido común que los padres.
Reflexiones inteligentes y la inclusión de una aventura disparatada con el compañero de trabajo de Mars y su problemática amiga dan vida a una comedia inteligente que elige el disparate para intentar solucionar una realidad demasiado racional.
Muy buenos actores y una primera parte superior a la segunda son características de una comedia divertida donde se dicen muchas verdades y existe la posibilidad de mejorar.

Calificación: Buena.

Foto 1:
Un padre que busca reconectarse con su familia.