El Papa en Egipto: "Ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios"

El pontífice pasará dos días en el país. Francisco espera llevar "reconciliación" entre el cristianismo y el Islam. En una Conferencia por la Paz, denunció el peligro de "los populismos demagógicos", el tráfico de armas y la pobreza.

El Papa Francisco condenó el extremismo religioso al declarar este viernes en Egipto que "ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios porque profanaría su nombre".

En un acto celebrado en la mezquita y universidad Al Azhar, la mayor institución del islam sunita, el papa argentino aseguró que la religión no es la causa de conflictos, sino su solución, y advirtió contra elpeligro de "los populismos demagógicos" que no ayudan "a consolidar la paz".

El Sumo Pontífice llamó a los musulmanes a "caminar juntos", para rechazar la "violencia perpetrada en nombre de Dios", y pidió a  a las religiones "poner en práctica" el imperativo "no matarás".

"Juntos, desde esta tierra de encuentro entre el cielo y la tierra, de alianzas entre los pueblos y entre los creyentes, repetimos un 'no' alto y claro a toda forma de violencia" añadió el jefe de la Iglesia católica durante su intervención en una Conferencia Internacional sobre la Paz.

"Quien es diferente a mí, cultural o religiosamente, no debe ser visto y tratado como un enemigo", pidió, antes de destacar la importancia de reconocer "los derechos y las libertades fundamentales, especialmente la religiosa" para edificar "un futuro juntos" entre cristianos y musulmanes. La visita del Papa se da en un contexto tenso por los atentados de principios de mes contra dos iglesias coptas, que dejaron 45 muertos.

En un llamado actual dentro de la "tercera guerra mundial en partes" que suele criticar, Francisco destacó que "ninguna incitación a la violencia garantizará la paz, y cualquier acción unilateral que no ponga en marcha procesos constructivos y compartidos, en realidad, sólo beneficia a los partidarios del radicalismo y de la violencia".

Francisco llegó a Egipto para iniciar un viaje de "unidad y hermandad" con los representantes musulmanes, cristianos y católicos del país que genera una "expectativa especial".

"Agradezco a los periodistas que me acompañan en este viaje y ayudan a la gente a entender el viaje, que genera expectativa especial porque está hecho tras la invitación del Presidente, del Patriarca de Alejandría, del Papa copto-ortodoxo Sidrak y del gran Imán de Al-Azhar", aseguró el Pontífice a bordo del aéreo en el que acompañado por Télam y otros medios llegó al país africano hacia las 14 locales (9 de Argentina).

"Es un viaje de unidad, de hermandad. Agradezco por su trabajo que en estos dos días será bastante intenso", agregó.

Con el lema "Francisco Papa de paz en Egipto país de paz" y tras un viaje de poco más de tres horas a bordo de un Airbus 321 de Alitalia, Jorge Bergoglio aterrizó este viernes en el país para una visita de 27 horas que incluirá cinco discursos. 

En ellos, el Pontífice marcará, entre otros puntos, una fuerte condena a la violencia perpetrada en nombre de Dios, de especial relevancia tras el doble atentado que a inicios de abril dejó 46 muertos en dos iglesias cristianas.

Al llegar, y tras una breve ceremonia de recepción en el aeropuerto de El Cairo de la que participó la máxima autoridad católica del país, el Patriarca de Alejandría Ibrahim Sidrak, Francisco se trasladó al palacio presidencial de la Heliópolis para ser recibido por el presidente Abdel Fatah Al Sisi.

Durante sus dos días en el país, Francisco en entrevistará con autoridades civiles, islámicas y cristianas, dándole múltiples dimensiones a un viaje en el que, según él mismo adelantó, espera llegar como "mensajero de paz".

El viaje al país que es además sede de la Liga Árabe sirve para devolver también la visita que Ahmed El-Tayeb, el gran Imán del centro de estudios del Islam sunnita mas importante del mundo, la Universidad Al-Azhar, hizo al Vaticano en 2016 y que supuso un punto de inflexión en los contactos bilaterales tras cinco años sin diálogo.

El conflicto se había iniciado en 2011, luego de que horas después de un atentado contra los coptos en Alejandría Jospeh Ratzinger pidiera una mayor protección a los cristianos, lo que El Cairo interpretó como una injerencia política que llevó al país a retirar su embajador ante la Santa Sede, y a la universidad de Al Azhar a interrumpir sus relaciones.

Hoy en día, de todos modos, la universidad fundada en el año 975, y centro principal para el 85 % de los 1.300 millones de musulmanes, se encuentra envuelta en una fuerte polémica con el gobierno de Al-Sisi por una serie de disposiciones de la administración política sobre el divorcio que el centro sunnita considera una "intromisión" en la doctrina islámica.

La élite de los imanes sunnitas estudia desde hace siglos en esta universidad, que tuvo su época dorada entre los siglos XIV y XV, cuando llegaron allí los intelectuales que huían de la reconquista cristiana de España y de la presión de los mongoles en Asia Central.

Según el el portal británico Muslim Heritage, creado para facilitar la comprensión del mundo musulmán, en la actualidad hay 90.000 estudiantes y sus especialidades son la teología y los estudios islámicos. Hay también mujeres que estudian en Al-Azhar, desde 1962, aunque en un edificio separado.

También rector de la Universidad, y con un Doctorado en La Sorbona, El-Tayeb es una figura de respeto dentro del mundo musulmán moderado, especialmente desde que fue elegido al frente de la casa de estudios en 2010 por nominación del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak.

A nivel ecuménico, adquiere relevancia el acercamiento entre Francisco y el Papa ortodoxo-copto, Teodoro II, en un país en el que los coptos representan cerca del 10% de la población y los católicos apenas sobrepasan el 0.3%.

El primer encuentro entre Francisco y Teodoro II fue en mayo de 2013, 40 años después de la reunión clave para el vínculo entre católicos y copto-ortodoxos que tuvieron en 1973 Pablo VI y Shenouda III.

Este viernes, el encuentro entre los dos líderes cristianos se dio además a pocos metros del lugar exacto en el que en diciembre de 2016 un atentado provocó 29 muertos en la capilla de San Pedro, durante la celebración del "Mawlid", en el que los islámicos recuerdan el nacimiento de Mahoma.

Por otro lado, el encuentro con el presidente egipcio, Abdel Fatah Al-Sisi, que ya visitó a Francisco en el Vaticano en 2014, se da en medio no sólo de denuncias de diversos organismos internacionales sobre supuestas graves violaciones a los derechos humanos en el país, sino de lo que la Santa Sede considera un "rol central" de Egipto para al consolidación de la paz en Medio Oriente.

En su decimoctavo viaje como Pontífice fuera de Italia, y además de la importancia ecuménica e interreligiosa, Francisco encabezará el sábado una misa para la comunidad católica en el estadio Air Defence de las afueras de El Cairo, donde con una capacidad máxima de 30 mil personas, se espera también una gran afluencia musulmana y ortodoxa.

La bendición a una embarazada en el avión

En el inicio de un viaje que definió como de "unidad y hermandad" hacia Egipto, el papa Francisco bendijo este viernes en pleno vuelo al país africano a la primera periodista embarazada en compartir un avión papal desde 2013.

"Soy la primera mujer embarazada en compartir un viaje con usted Santidad",  le dijo la enviada de la agencia rusa Itar-Tass, Vera Scherbakova, durante el tradicional saludo que el Pontífice hace a los periodistas que lo acompañan en sus visitas fuera de Italia.

Francisco se acercó entonces al asiento 30C del vuelo Az4000 de Alitalia y bendijo a la periodista que espera a una hija para fines de agosto.

Tras tres horas de vuelo en un Airbus321 en el que se sirvió pasta y pescado, el Pontífice llegó pasadas las 14 locales (9 de Argentina) al aeropuerto de El Cairo para iniciar una visita de dos días que será "muy intensa", como la definió en un saludo a los medios que lo acompañaron durante el viaje, entre ellos un enviado de Télam.