Ariel Rojas, el hombre que acomodó las piezas en el River de Gallardo

El ex mediocampista de Godoy Cruz y Cruz Azul, le cambió la cara a un equipo que no atravesaba por su mejor momento futbolístico y además, el orden de su juego, terminó de potenciar a algunos compañeros que no encontraban su pico de rendimiento.

En el recordado mercado de pases veraniego, los dirigentes millonarios se desvelaron varias noches por conseguir el pase de Walter Montoya, el ex Rosario Central que ahora juega en el Sevilla, de España, para intentar cumplir el deseo de su entrenador que necesitaba con urgencia a un jugador que pueda cambiarle la cara al equipo.

Luego de muchas idas y vueltas, Marcelo Gallardo terminó por dar el visto bueno y finalmente el que culminó llegando al conjunto de Núñez fue un viejo conocido de la casa: Ariel Rojas.

La contratación del “Chino” no hizo mucho ruido pero con el correr de éstos partidos, el ex Cruz Azul se convirtió en un jugador fundamental. Muchas veces se le criticaba a River que era un equipo con mucho vértigo pero que carecía de un jugador que parara un poco la pelota y distribuya con criterio el balón.

Desde el arranque del torneo, Rojas se transformó en un jugador irremplazable para el Muñeco Gallardo. Parado sobre el sector izquierdo le sumó buen manejo de los tiempos del juego y muchas veces se proyectó por la banda como sucedió en el gol de Driussi ante Belgrano. Además, es una rueda de auxilio constante para Leonardo Ponzio en el centro del campo porque otra de las virtudes del “Chino”, es la recuperación del balón.

Por si todo esto fuera poco, a partir de que el DT puso a Rojas sobre la izquierda, decidió que Gonzalo Martínez se ubique sobre el sector derecho y en ello también parece haber acertado, ya que el “Pity” viene jugando dos de los mejores partidos (Lanús y Belgrano) desde que arribó a Núñez.

Así dadas las cosas, y sin hacer mucho ruido, Ariel Rojas ya se ganó a la gente de River, pero por sobre todas las cosas, le acomodó a Gallardo un rompecabezas que parecía no encontrar a su última pieza.