La mayor parte del sodio se consume de manera "involuntaria"

Las últimas modificaciones de la ley Nº 26.905, que trata la Promoción de la Reducción del Consumo de Sodio en la población, se realizaron en vistas de la cantidad de enfermedades crónicas no transmisibles que genera el exceso de sodio, tales como el accidente cerebrovascular (ACV), las enfermedades cardíacas y renales crónicas, las cuales representan una carga sanitaria en nuestro país.

"Si bien cada año hay más información al respecto, muchos alimentos todavía tienen sal añadida, incluso aquellos que no necesariamente tienen gusto salado como helados, gelatinas, galletas y premezclas. Esto genera un exceso de consumo en un marco donde la reducción de 3 gramos en el consumo de sal por día, podría evitar unas 6.000 muertes al año en nuestro país", argumenta el doctor Sebastián Eduardo Obregón, director del Consejo Argentino de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

A pesar de que la mayor parte de los alimentos ya cumplen con la primera etapa de descenso de sodio fijada por la ley en 2013, el 71% de la población argentina de entre 16 y 80 años desconoce la necesidad de bajar el consumo de sodio.

"Al hablar con los pacientes, se puede percibir el desconocimiento general que existe con respecto al consumo `involuntario' de sodio. Leer las etiquetas al momento de efectuar la compra mensual puede generar una notable diferencia en el consumo diario debido a que dicho mineral es utilizado frecuentemente sólo como conservante, generando una ingesta excesiva que produce miles de muertes evitables por año", puntualiza Obregón.

Asimismo, el médico de la SAC insiste en enfatizar la importancia de conocer los distintos porcentajes de sodio que poseen alimentos similares.

"Incluso el agua tiene sodio y aun así, solo el 11% consume las marcas con bajos niveles del mismo. Si nos remitimos a los dos litros recomendados por día para lograr una hidratación adecuada, el aporte de las aguas de alto contenido de sodio podría alcanzar los 328 mg por día, mientras que el de las bajas en sodio sólo 20 mg por día", detalla.

NUEVAS DISPOSICIONES

Si bien la ley 26.905, conocida como `Ley de saleros' se encuentra regulada desde 2013, recientemente se efectuaron las últimas modificaciones que agregan el establecimiento de advertencias en los envases sobre los riesgos del consumo en exceso de sal.

Dicha ley promueve la eliminación de los saleros en las mesas de los locales gastronómicos; fija el tamaño máximo de los envases en los que se venda sal para no superar los 500 miligramos y establece sanciones a los infractores.

Asimismo se deberán incluir, por ejemplo, mensajes sanitarios en el menú de establecimientos gastronómicos y alternativas sin sal agregada y a su vez limitará la oferta espontánea de los saleros, teniendo disponible sal en sobres y de bajo contenido de sodio (que no podrán exceder los 500 mg).

ETIQUETAS

Cada vez más alimentos comienzan a sumarse a la adopción de leyendas que alertan sobre su bajo o alto contenido en sodio, a fin de ser consumidos con mayor conciencia. Aun así, muchas veces no queda claro qué tan bajas proporciones de sodio aporta. Aquí las cantidades aproximadas.

- Bajo contenido de sodio:menos de 150 mg de sodio por porción de 100 gramos de producto.

- Contenido moderado de sodio:150 - 400 mg de sodio por porción de 100 gramos de producto.

- Alto contenido de sodio: más de 400 mg de sodio por porción de 100 gramos de producto.

"Es relevante destacar que tanto la expresión `bajo contenido de sodio' como `sin sal' o `sin sal agregada' en la etiqueta de un alimento no significan que el producto se encuentra libre de sodio. Por estos pequeños trucos de las compañías alimenticias es que debemos prestar principal atención a la lectura general de los productos que consumimos. Se recomienda comparar y elegir siempre la opción con el menor contenido de sodio posible", finaliza Obregón.