Un tribunal oral condenó a tres años de prisión en suspenso a un hombre que golpeó a su ex esposa

La condena recayó sobre Raúl Orellana, de 35 años, mientras la mujer permaneció internada un día por los golpes perpetrados por el hombre. Orellana reconoció los hechos en un acuerdo con la fiscalía representada por Cinthia Oberlander, informó la página fiscales.gov.ar.

Un tribunal oral condenó a tres años de prisión en suspenso a un hombre que golpeó a su ex esposa y la encerró junto a sus dos hijos en la casa donde vivían, en diciembre de 2014.

La condena recayó sobre Raúl Orellana, de 35 años, mientras la mujer permaneció internada un día por los golpes perpetrados por el hombre. Orellana reconoció los hechos en un acuerdo con la fiscalía representada por Cinthia Oberlander, informó la página fiscales.gov.ar. 

Los jueces Ana Dieta de Herrero, Gustavo Goerner y Rodolfo Bustos Lambert consideraron que Orellana cometió los delitos de "lesiones leves agravadas por haber sido cometidas contra la persona con quien mantuvo una relación de pareja y por haber mediado violencia de género; amenazas coactivas agravadas por su comisión con un arma blanca; amenazas coactivas; privación ilegal de la libertad agravada por haberse cometido en perjuicio de sus descendientes y de una persona a quien se le debe respeto particular".

Para el Tribunal, los hechos cometidos por Orellana constituyeron una situación de "extrema violencia", por mantener a la víctima y a sus hijos "en una constante situación de temor hacia su persona".

El hombre deberá abstenerse de tener cualquier tipo de contacto o relación con la víctima y no podrá acercarse a menos de 300 metros de la casa de la mujer y de los lugares que suele frecuentar.

Los jueces establecieron una excepción: los sábados en los que Orellana pasa a buscar a sus hijos, según el régimen de visitas acordado.

El hecho tuvo lugar el 16 de diciembre de 2014, cuando Orellana apareció en la casa donde vivían su ex mujer y sus hijos, dentro de la villa 1-11-14, en el barrio de Flores.

Orellana intentó golpear a su ex pareja, la tiró al suelo y le dio un golpe de puño en el ojo izquierdo, lo que provocó que quedara inconsciente unos minutos.

Toda la escena fue presenciada por los dos hijos de ambos y, según el fallo, la niña gritaba "mamá, mamá, no te mueras".

No obstante, la agresión continuó, el hombre la levantó de los pelos, la tiró sobre la cama y luego le ordenó que le hiciera algo de comer porque tenía hambre.

La víctima le aseguró que no tenía nada para ofrecerle, por lo que Orellana tomó un cuchillo y la hirió en la espalda.

Instantes después la amenazó de muerte y la tomó del cabello para que le entregue las llaves de la casa, y tres horas y media después la hija logró tomar las llaves sin despertar a su padre y fue a alertar a dos familiares que vivían cerca de allí.