"La globalización productiva no será sencilla de detener"

El proteccionismo de Trump no tiene seguidores, asegura Marcelo Elizondo. El entramado comercial trasciende las fronteras. Estados Unidos es el primer importador y el segundo exportador mundial. La región de Asia Pacífico liderará el crecimiento. "No peligran las inversiones norteamericanas en Argentina", afirma el experto.

La Era Donald Trump ya ha comenzado y las naciones aguardan el rumbo que tomarán las políticas dictadas por el magnate. Por lo pronto, siguió el protocolo y congeló todas las decisiones firmadas por Barack Obama en los últimos meses, con el fin de revisarlas, darles continuidad o revocarlas. En este brete entraron los limones argentinos, que habían ganado nuevamente el mercado estadounidense luego de 15 años de ausencia.

Empresario, supuestamente hábil negociante, Trump esconde más de lo que muestra. Como explica Marcelo Elizondo, especialista en comercio exterior y director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), su estrategia es firme, pero no rupturista. El mundo, todo un entramado de comercio global interdependiente, parece ponerle un freno a su afán proteccionista.

-¿Vislumbra una mayor tensión en el comercio mundial a partir de la asunción de Donald Trump?

-Probablemente sí. Trump no esgrimió una nueva doctrina comercial, sino una nueva actitud. Es un empresario, no un estratega. Seguramente su plan será negociar duramente en cada instancia, con mucha mayor dureza que los gobiernos anteriores. Pero al mismo tiempo pienso que no es un rupturista, sí un hombre que negociará duro. Por ejemplo, en el caso del Nafta su objetivo es renegociar porque las condiciones en la que los productos mexicanos ingresan a los Estados Unidos son mucho más ventajosas que las condiciones en que los productos estadounidenses ingresan en México. Lo mismo ocurre con China. Trump dice: China me hace trampa. Llega a Estados Unidos con importaciones que son apoyadas por subsidios estatales, subsidios a la energía, financiamiento público y menores costos laborales. Será un Estado más friccional, más práctico, de mayor tensión. Veremos cómo se va desenvolviendo.

-Según datos del último informe de su consultora, un tercio del comercio internacional es intrafirmas. La OMC estima que existen 110.000 empresas multinacionales. No parece tan fácil desmontar las cadenas globales de valor.

-Totalmente, y particularmente en los Estados Unidos, que es el mayor importador del mundo. Estados Unidos importa bienes intermedios para culminar sus procesos de producción. No es tan sencillo y probablemente no les convenga detener el flujo de importaciones ya que a su vez se podría detener el flujo productivo de su economía. Hay que darse cuenta que Trump amenaza a los productores de bienes finales como las automotrices o los fabricantes de aires acondicionados que pensaban invertir en México. Esto puede ser un mecanismo de comunicación o una práctica deliberada, veremos.

-¿Pueden cuajar igualmente políticas proteccionistas en los Estados Unidos, pese a las características de su economía?

-La internacionalización productiva no es sencilla de remover. Trump dice: te voy a agregar costo en las fronteras, pero no se lo dice a todos sino a México y China. No se lo dice a la Unión Europea ni a Australia o Japón. Por otro lado también dice que bajará los costos internos mediante la quita de impuestos, la desregulación de la economía y el achicamiento del Estado. Creo que está tratando de tener una mitad del discurso intervencionista y otro más liberal.

RESPONSABLES

-¿Cuáles son los responsables de la caída del comercio mundial?

-Claramente Europa es el gran responsable del estancamiento del comercio global y obedece a la recesión que sufrió durante los últimos años. Por ahora da la sensación de que a Europa le cuesta recuperarse. Alamania y España parecen estar bien, pero los demás están mal.

-¿Quién será la locomotora del mundo en materia económica?

-El comercio internacional tendrá como principal motor al Asia Pacífico. El Banco Mundial pronostica para esa región un crecimiento del PBI del 6%, y del 7% para Asia del sur. India crecerá un 7,5%. Filipinas, Malasia, China e Indonesia también serán protagonistas. Probablemetne ahí esté el mayor dinamismo del comercio en el año. De los principales ocho países del bloque asiático, las exportaciones argentinas tienen como destino cuatro: China, Vietnam, Indonesia e India.

-Usted plantea tres modelos que podrían plantearse este año. ¿Cuáles son?

-Habrá tres modelos y Estados Unidos se queda bastante solo en el modelo endocéntrico que plantea. Nadie lo está siguiendo. Theresa May, la primer ministro británica, dijo que Gran Bretaña sale del Brexit para ser un actor global y que firmará acuerdos con el resto del mundo. Y distinguió el Brexit del fenómeno proteccionista de Trump. Hay un segundo modelo que pasa por mantener el status quo: allí se inscribe el Asia Pacífico. Y un tercero, donde está la Unión Europea, que debe renegociar y resolver su situación, pero igualmente no representa un escenario de ruptura.

-¿Por qué el FMI destaca que la caída de la inversión es otro de los motivos del estancamiento del comercio mundial?

-En estos años cayó la inversión como motor del comercio. Durante 15 años el comercio internacional crecía mucho más que el PBI poque se estaba produciendo la deslocalización productiva. Esto de lo que se queja Trump ahora. Aumentó el comercio con la inversión para montar plantas productivas, y ese proceso llegó a una instancia de cierta madurez.

ARGENTINA

-Con la caída de la demanda mundial, ¿qué debería hacer Argentina para ganar mercados y ser competitiva?

-La Argentina ha iniciado un proceso de reconciliación con el mundo a partir de muchas reformas locales como la eliminación de las retenciones a las exportaciones, la supresión de los ROE, la unificación del mercado cambiario y la ampliación de los plazos para liquidar exportaciones. Eso ha generado un aliciente y por eso las exportaciones de origen agropecuario crecieron. Pero todavía somos una economía aislada, con una participación en el comercio global inferior a la región y al promedio mundial. Argentina exporta el 12% de lo que produce, contra el 30% del promedio global.

-¿Qué entidad le da a la medida que tomó Estados Unidos de suspender la importación de limones argentinos?

-No sabemos lo que va a ocurrir. Me parece que acá se sobredimensionó el asunto. Todos los gobiernos suspenden por 60 días las medidas tomadas por el gobierno saliente para revisarlas. Trump suspendió todas las decisiones firmadas por Obama, no solamente los limones argentinos. También se frenaron medidas en el plano doméstico. Acá se lo vio, en cambio, como una decisión que puso foco sobre la Argentina. Por ahora se trata de una postergación, pero pienso que el Gobierno deberá negociar para que esa decisión cambie y, sobre todo, negociar los términos de la entrada en vigencia de la normativa.

-¿Pueden peligrar las inversiones estadounidenses en la Argentina?

-No creo que se afecten demasiado las inversiones de Estados Unidos en la Argentina. Trump amenaza a las empresas que invertirían en los países del Nafta porque la lógica es que invierten, por ejemplo, en México para luego venderle a los Estados Unidos. Nadie vendría acá para montar una empresa y exportar hacia ese país, sino para atender la región. Es diferente. El rol de los Estados Unidos como inversor es relevante ya que es el principal inversor en el mundo y aporta el 23% de la Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe.