ALEX CALVO, EXPERTO EN MERCADOS EMERGENTES, ELOGIA EL MARKETING DEL EQUIPO DE MACRI

"Argentina es atractiva porque permite diversificar carteras"

Alex Calvo nació en Nueva York, se crió en San Juan (sus padres son argentinos) y luego volvió a Estados Unidos para estudiar ingeniería y consolidarse como experto financiero, al punto que durante muchos años fue director de renta fija global de Franklyn Templeton. Actualmente, está radicado en Miami, donde ha alcanzado el cargo de Chief Investment Officer del fondo Biscayne Americas Advisers.

Docente, casado y padre de dos hijos, tuvo la gentileza de reservar unos momentos durante su estadía en Buenos Aires para conversar con este diario. Su percepción sobre la Argentina y sobre Estados Unidos es optimista, siempre y cuando Donald Trump -ese acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma- no se dedique a librar guerras comerciales. Hombre metódico y hablar sereno, Calvo es un experto en mercados emergentes. Dirige, además, la consultora StratEdge.

-Seguramente, ha reflexionado sobre el huracán Trump. ¿A qué conclusión arribó?

-Lo primero, es lo obvio: no podemos confiar más en las encuestas (Risas). Creo que se desestimó el grado de insatisfacción de los estadounidenses con el establishment político. Hay que recordar que

Obama termina con una aprobación popular del 56%, una economía en crecimiento, un desempleo ya tocando el 5%, el déficit fiscal reduciéndose. Es decir, Estados Unidos se ha recuperado fuertemente de la crisis de 2008. Ahora bien, hubo un cambio estructural en la economía americana, sobre todo en el sector manufacturero, que tuvo que ver con la tecnología y con el ascenso de China, y muchísima gente fue desplazada. Los partidos tradicionales no han sabido dar una respuesta a este fenómeno. El del martes fue un voto de protesta. Y Trump era lo único que estaba a mano para expresar esa frustración. Y se expresó de una manera agresiva.

-Los economistas han señalado que por primera vez en el siglo el Producto está creciendo en el mundo a mayor ritmo que el comercio. ¿Puede ser que Trump sea la expresión política de esto? Dicho de otro modo, ¿hay una reversión de la globalización?

-No lo creo. La globalización no puede ser reversible por una cuestión de desarrollo tecnológico. Como dijo un colega nuestro, Mario Blejer, sería como des-descubrir América. Lo que si estamos viendo -lo denunció el Banco Mundial- es que hay ahora más políticas restrictivas del comercio internacional que liberalización. Es muy probable que Trump imponga barreras comerciales a México y China.

-Muchos piensan que los acuerdos de libre comercio que negocia Estados Unidos con la Unión Europa y con el Area Pacífico ya están muertos.

-Sí. No creo que se concreten.

LA FED

-El martes a la noche se esperaba una hecatombe, pero los mercados financieros han digerido el evento Trump sin sobresaltos. ¿Lo sorprende?

-Con el Brexit ocurrió lo mismo. No hubo una reacción severa. Lo que tranquiliza a los mercados es la composición del Congreso de Estados Unidos y las promesas de Trump de bajar impuestos y hacer obra de infraestructura lo que provocará un estímulo de ampliación de déficit y de gasto que en el corto plazo, por lo menos, generará crecimiento económico. Además, para algunos sectores como el farmacéutico o la energía tradicional es una buena noticia que Hillary Clinton no haya llegado al poder. Además tenés un efecto de la curva empinándose, los swaps de inflación están subiendo (restricciones al comercio generan inflación), las tasas están subiendo.

-¿Qué hará la Reserva Federal en diciembre?

-Todos piensan que subirá 0,25 la tasa este año, que habrá otras dos subas el año que viene y yo esperaría otras dos más en el 2018. Pero quizás considere que no sea necesario empezar ahora porque las otras variables se están empinando y el dólar se está fortaleciendo. Se calcula que una suba de un punto del índice Goldman Sachs, que mide distintas variables financieras, resta 75 puntos básicos al crecimiento del PBI. Los ajustes del sistema financiero han frenado los aumentos de la Fed en el pasado.

-No son buenas noticias para la Argentina. Si el dólar se fortalece en 2017, los commodities caerían.

-No necesariamente. Si Trump acelera el crecimiento en Estados Unidos, es bueno para todo el planeta.

EFECTO MACRI

-¿Cómo se ve a la Argentina desde el exterior?

-El cambio de modelo -no sólo de Gobierno- se percibe como algo muy positivo. Macri ha avanzado rápidamente en la dirección correcta, al resolver el pleito con los holdouts, unificar el mercado de cambio, bajar los subsidios. Obviamente, al inversor le gustaría que se trabaje más en la reducción del déficit fiscal y la inflación, pero el gradualismo es razonable. Se entiende que Macri no puede licuar su capital político, el que asegura, al fin y al cabo, la continuidad de las reformas en el mediano y largo plazo. Es decir, se comprende, siempre y cuando el Gobierno siga avanzando en la dirección correcta.

-¿Hay interés por invertir en la Argentina?

-Sí, claro. En un mundo en el que hay tasas de interés negativas en Japón y Europa y tasas muy bajas en el resto, combinados con fondos de pensión y aseguradoras desequilibradas, hay necesidad de rendimientos anuales del 8% para, justamente, poder cerrar estos déficits. El inversor busca cupón, aplica la lupa a todo el globo. Además el paradigma de inversión ha cambiado, el inversor no busca más historias deslumbrantes. El sólo hecho que la volatilidad sea baja y que se descuente que se pueda cumplir con los pagos hace que se salga a buscar ese cupón.

-Ven la fotografía, no la película. ¿No pesa nuestro terrorífico historial de incumplimientos?

-Pesa hasta cierto punto, porque nos exigen una prima de riesgo mucho mayor que a otro país. Pero el apetito por la Argentina está, por algo es el mayor emisor de los mercados emergentes hoy en día. También nos beneficia que no estamos tan atados a la curva de rendimiento del Tesoro americano o la cotización del petróleo. La Argentina es atractiva porque permite diversificar carteras.

-¿Se piensa en las elecciones de medio término de Macri?

-El inversor que está enfocado en mercados emergentes, sí lo mira. Yo creo que el equipo de Macri está haciendo una magnífica tarea de marketing para posicionarse como atractivo en la inversión en minería, agronegocios, energía tradicional y alternativas. Las inversiones van a llegar, hay muchos fondos explorando posibilidades. Macri tiene un mensaje claro, fácil de entender para los inversores, en la medida en que el riesgo político sea menor -en cuanto continuidad del modelo- va a ayudar mucho.

-¿Las acciones argentinos son interesantes?

-Sin duda. Las empresas argentinas están muy bien posicionadas en cuanto balance y utilidades. En nuestro fondo, hemos invertidos en bonos empresarios, los que emiten las compañías para financiarse. Nuestros clientes están tranquilos ahora con la Argentina, antes era complicado poder justificar una posición significativa acá. En la medida de que la economía global siga recuperándose, los mercados emergentes seguirán siendo atractivos en 2017. Este año fue uno de los activos que mejor rendimiento ha dado.

-¿De qué dependería esa recuperación global?

-Del comercio internacional. El riesgo es que Trump se enzarce en guerras comerciales. En ese caso, los mercados emergentes van a sufrir. Las correcciones del mercado no me preocupan. 

-¿Por qué

-En caso de que se produzcan, creo que los inversores lo van a percibir como una oportunidad de compra, no van a huir en manada.

-¿Podría decirse que la gran crisis de 2008 está definitivamente superada?

-No, los coletazos aún se sienten. Hay consecuencias estructurales de largo plazo, como el megaendeudamiento del sector público que tuvo que absorber el shock. Las deudas frenan el crecimiento, como está pasando en China. Y lo que es más grave es que al revertirse el ciclo de la tasa de interés, va a aumentar el costo del endeudamiento. La inversión recién se está recuperando, de ahí el crecimiento anémico en los países desarrollados. Para que la economía global crezca al 3,4% es necesario una fuerte expansión de los mercados emergentes. La buena noticia es que Rusia y Brasil salieron de la recesión. Los Estados, en todas partes, tienen poco margen de maniobra para estimular la economía desde el lado monetario y fiscal, por lo que el crecimiento a largo plazo dependerá de las reformas estructurales que hagan y del incremento de la productividad.