Dos policías de la Federal asesinados por otro de la Bonaerense tras una discusión

El hecho se produjo frente a una panadería del barrio San Carlos, en el partido de La Matanza. Llas víctimas fueron identificadas como Juan Carlos González, quien se desempeñaba en la Superintendencia de Drogas Peligrosas, y Carlos Andrés Oxance, quien estaba en División Custodia y Objetivos Especiales.

Dos efectivos de la Policía Federal fueron asesinados a balazos tras mantener una discusión con un efectivo de la policía bonaerense frente a una panadería del barrio San Carlos, en el partido de La Matanza, informaron hoy fuentes policiales.

El hecho ocurrió pasadas las 21 de anoche en Cristianía y Monte Egmónt, en esa localidad del oeste del conurbano bonaerense y las víctimas fueron identificadas como Juan Carlos González, quien se desempeñaba en la Superintendencia de Drogas Peligrosas, y Carlos Andrés Oxance, quien estaba en División Custodia y Objetivos Especiales.

En tanto el policía de la bonaerense, el teniente Marcos Daniel Fernández, quien presta servicios en la comisaría Noroeste 5ª. de Don Bosco, quedó detenido por el delito de "doble homicidio calificado por el uso de arma de fuego".

Una de las hipótesis que manejan los pesquisas es que el episodio se produjo cuando el policía bonaerense le fue a recriminar a González una amenaza anterior que había sufrido en su casa el mes pasado, y que se había originado por un accidente de tránsito.

Según las fuentes, todo comenzó ayer cuando el policía Oxance se hallaba en la puerta de su panadería conversando con su amigo el policía González, quien además posee un lubricentro a pocas cuadras de allí.

En ese momento, apareció Fernández empuñando un arma de fuego, con la cual amenazó a González y le disparó antes de que pudiera defenderse.

Oxance, al ver lo que estaba ocurriendo, pretendió intervenir y evitar el crimen, pero recibió también varios disparos y cayó mal herido al piso.

En tanto, Fernández se quedó en el lugar y fue detenido por los efectivos de la comisaría de la zona que fueron alertados por los vecinos.

"Cuando llegué al lugar y me entrevisté con Fernández me dijo que se quedó en el lugar porque fue víctima de la situación y que fue legítima defensa porque los dos policías de la federal sacaron sus armas y quisieron dispararle", dijo un jefe policial que participa de la pesquisa.

Sin embargo, los peritos determinaron que González tenía su arma guardada, es decir que ni siquiera llegó a defenderse, y el arma de Oxace no fue encontrada en el lugar.

Los dos policías baleados fueron asistidos por vecinos, pero murieron antes de que pudieran ser atendidos en un centro asistencial.

Por su parte, Fernández quedó a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de La Matanza, a cargo del fiscal Jorge Yametti, quien lo indagará en las próximas horas.

Los investigadores determinaron luego que Fernández y González ya se conocían de antes y ambos estaban imputados en una causa por amenazas recíprocas ocurrida el 10 de septiembre pasado en la puerta de una casa en Isidro Casanova.

Fuentes de la investigación aseguraron que ese episodio se produjo frente a una vivienda ubicada Jean Jaures al 5900, donde se hallaba Fernández.

De acuerdo a la denuncia policial que consta de aquel hecho, un Fiat Siena en el que se movilizaba González junto a dos amigos (uno de ellos de la policía Federal y otro de la Metropolitana), llegaron hasta la casa de Fernández y lo amenazaron.

"Fernández había protagonizado un accidente de tránsito con otro vecino que derivó en un problema económico porque uno le exigía al otro el pago de los arreglos del auto. Este vecino le pidió a González, que era su amigo, que fuera a apretar a Fernández para que no lo molestara más", dijo a Télam un investigador policial.

En esas circunstancias, Fernández también sacó su arma y se originó una fuerte discusión en la que intervinieron los vecinos y aparecieron varios patrulleros.

Tanto el bonaerense, como el Federal y sus dos amigos también policías, terminaron todos en la comisaría de Don Bosco, en La Matanza, y la Justicia inició una causa por "amenazas recíprocas" y dispuso que se le saquen las armas a todos los involucrados.

"Sin embargo, días después, como la causa no avanzó, Fernández fue reincorporado y se le volvió a dar el arma reglamentaria", explicó el jefe policial consultado.

Un vecino contó esta mañana que tras ese episodio, el policía bonaerense juró venganza y ya le había anticipado a amigos que se iba a vengar de González por las amenazas que había recibido en su casa.
"Yo cuando me enteré que habían asesinado a Juan supe que el que lo había matado era Fernández. Acá ya sabíamos todos que esto iba a pasar", dijo el hombre.