Tras su polémico traslado desde la plaza de la Casa Rosada quedó desarmado y a la intemperie, con riesgo de que se deteriore

El monumento a Colón, olvidado en Costanera

Asociaciones de la colectividad italiana presentaron un amparo que llegó a la Corte Suprema. Piden que vuelva al lugar donde estuvo emplazado. Explican que puede compartir espacio con el de Juana Azurduy, que ocupó su lugar.

Arrumbado y esperando que alguien finalmente le devuelva la majestuosidad que mostró durante décadas cuando se ubicaba detrás de la Casa Rosada. Así está hoy el Monumento a Colón, en un predio cercano al Aeroparque.

Luego de la novela que durante un par de años protagonizaron el gobierno nacional de Cristina Fernández y el de la Ciudad de Mauricio Macri, el monumento donado por la colectividad italiana tras un acuerdo y la aprobación de una ley, fue reemplazado por el monumento de Juana Azurduy.

Pero luego de varios meses la gran figura de Colón sigue esparcida en varios bloques en el espigón frente al Aeroparque Jorge Newbery, en una situación que parece de abandono. Desde la Comisión Nacional de Monumentos señalan que por ahora está descartado que el monumento vuelva a su lugar original según pretenden las asociaciones vinculadas a la colectividad italiana y la organización Basta de Demoler.

Así lo afirmó a La Prensa Jorge Caramés, asesor de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos. ‘‘La prosecución de la obra hoy está a cargo de Presidencia’’.

El arquitecto reconoce que la obra aún no se reinició, aunque la función del organismo que representa, aclara, está en el seguimiento de la obra para su cuidado.

‘‘A partir de la nueva gestión de gobierno, la Secretaría de la presidencia está viendo como seguir. Esto lo había comenzado la gestión anterior con el desguace de la obra y traslado, y ya hubo en aquel momento alguna deuda que no se pagó así que habrá que ver si sigue la misma o se buscan nuevas’’, agrega el profesional.

Desde la Comisión -expresa el arquitecto- cuando llegue el momento y se reanuden las obras, se dará una opinión de cómo se está haciendo la reparación y el montaje, pero no se hace cargo de la misma.

‘‘Esto lo hará la empresa con los expertos que decida la secretaría de la presidencia. Tengo entendido que se han protegido algunas piezas para que no se dañen’’, dice Caramés.

Alejandro Pablo Marrocco, en tanto, abogado que representa a 7 entidades de la colectividad italiana que buscan que el monumento a Colón regrese a su lugar indica que hoy el amparo presentado ante la Justicia llegó a la Corte Suprema.

‘‘Hubo un amparo de la Asociación Basta de Demoler que fue rechazado pero por una cuestión de formas, no de fondo. Así que el caso no está cerrado. Tenemos este amparo ahora de representantes de la colectividad en el que se tiene que expedir’’.

El abogado, que también forma parte de la asociación ‘Colón en su lugar’, expresa que durante estos tres años de conflicto por el traslado del monumento se vienen haciendo varias acciones para que la pieza escultórica vuelva a su lugar donde fue emplazada. ‘‘Hemos presentado un proyecto de ley para que el monumento vuelva a la plaza. Incluso puede compartir el espacio en la plaza con la obra en homenaje a Juana Azurduy’’, expresa.

Otra acción consistió en enviarle una carta al primer ministro italiano Matteo Renzi explicándole la situación y que por favor interceda ante el presidente argentino Mauricio Macri. Marrocco expresó su preocupación por el estado en que está hoy la obra de Colón.

‘‘Está en el espigón Puerto Argentino frente a Aeroparque, partido en pedazos. Entendemos que hubo da- ños en las piezas, no se lo cuidó como correspondía, hay piezas rotas’’.

El abogado señala que desarmar una pieza de estas características no es fácil. ‘‘En Argentina como en el mundo quedan pocos especialistas en mármol de Carrara, el material del monumento’’.

‘‘Además -continúa- al apilarlas los riesgos son grandes. A mi entender no se trabajó del todo bien en el desarmado. Incluso la estatua que hoy la reemplaza, de Juana Azurduy también ya presenta daños’’. Marrocco además señala que una pieza de esa magnitud debe ser entendida con su entorno.

‘‘Estuvo 90 años detrás de la Casa Rosada, ya pasa a formar parte de un sitio histórico. Es como si moviéramos el Obelisco y lo pusiéramos en otro lugar’’. El abogado opina que incluso al trasladarse el monumento se violó el artículo 41 de la Constitución Nacional que establece ‘‘la preservación del patrimonio nacional’’.

Desde ‘Colón en su lugar’, Marrocco espera que el monumento a Colón vuelva a su antigua plaza y que la misma permanezca abierta. Según la normativa de la ciudad, expresa el abogado, ‘‘se determinó que la plaza ubicada detrás de la Casa Rosada debía quedar abierta y solo cerrarse cuando se hacían actos oficiales sin público. Sin embargo esto hoy no se cumple’’.

El abogado Horacio Savoia, quien representa a otras entidades de la colectividad italiana señala a La Prensa, en tanto, que el pasado jueves un grupo de consejeros de COMITES -Comitato Degli Italiani All’Estero- que se trata de un órgano consultivo del Estado Italiano, con su patrocinio, hizo una presentación formal ante el jefe de gobierno porteño Horacio Rodriguez Larreta.

La misma se presentó ‘‘con motivo de ciertos comentarios sobre el pedido que algún dirigente de la colectividad italiana formulara para que el monumento a Cristóbal Colón sea urgentemente reconstruido en la península existente enfrente del Aeroparque Metropolitano con fin de establecer en el lugar un polo ‘turístico-gastronómico’’.

En la presentación se señala que ‘‘ese comentario despertó serias sospechas en gran parte de la colectividad italiana, ya que por las razones que dan en su pedido, podría banalizarse la importancia de la obra escultó- rica y su entorno sino también, la aparición de intereses subalternos que menoscabarían la obra de arte y el espíritu altruista que motivó su donación’’.

En el escrito se agrega que ‘‘los otros monumentos donados por las otras colectividades (española, alemana, francesa, inglesa, entre otras) al mismo fin -recordar el Centenario de la Revolución de Mayo- como lo fue el que donara la colectividad italiana en 1906, ninguno de ellos tiene en su entorno nada que disminuya el carácter del monumento en sí, razón por la cual se entiende que igual temperamento habría que seguir respecto al de Cristóbal Colón’’.

‘‘Por eso y por otras tantas razones que esgrimen, se pide sea nuevamente traslado a la Plaza Cristóbal Colón, adyacente a la Casa Rosada, para ser reconstruido y vuelto a emplazar en dicho lugar por cuanto el conjunto de su entorno ya formaba parte del monumento en razón de la historia que lo antecedía (la plaza ya tenía ese nombre desde 1896) y el explícito deseo de los donantes expresado en el cargo con que se hiciera la donación aceptada en esos términos por ley nacional 5105 del año 1907’’.