Rubén Celiberti vuelve a presentarse en Buenos Aires

El regreso de un todoterreno

Formado en el Instituto del Colón, una ajustada síntesis de la carrera artística del bailarín, cantante y pianista rosarino obliga a mencionar sus colaboraciones con Roland Petit y Zizi Jeanmaire, el protagónico de "Un americano en París" en Roma, los shows para la RAI, en el Circo de Moscú y con Eleonora Cassano en "La Cassano en el Maipo".

Hace siete años que Rubén Celiberti alzó vuelo y se fue de la Argentina. Siete años en los que alternó presentaciones en Italia, donde es invitado frecuente del Balletto di Milano, con las giras por Estados Unidos, país en el que fijó residencia.

Formado en el Instituto del Colón, una ajustada síntesis de la carrera artística del bailarín, cantante y pianista rosarino obliga a mencionar sus colaboraciones con Roland Petit y Zizi Jeanmaire, el protagónico de "Un americano en París" en Roma, los shows para la RAI, en el Circo de Moscú y con Eleonora Cassano en "La Cassano en el Maipo".

Hoy está nuevamente en Buenos Aires y mañana, a las 20, en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín) estrena "Pasiones", acompañado por la cantante de tangos Inés "Galleta" Miguens.

-¿Con qué Argentina se encontró en este regreso?

-Hubo muchos cambios pero amo este país y considero que estamos en un muy buen momento. Por eso desde mi lugar le pongo mucha garra, porque veo que hay mucho por hacer. De ahí el título del espectáculo, "Pasiones".

-La diversidad es su rasgo identificatorio.

-Lo mío no admite rótulos. No hago comedia musical, tal vez una revista, pero de cierto nivel, muy alejada de lo chabacano. En mis shows toco Chaicovski, bailo a Debussy, canto tangos y tarantelas, ando en patines. Me divierto como cuando era niño.

-¿Hay en "Pasiones" un hilo argumental?

-Tomé como punto de partida el día en que mi padre compró un Winco y empezó a hacerme escuchar a María Callas, Sinatra, Piaf, Sarah Vaughan, Mina. Esas voces me marcaron un camino, con los años los fui estudiando, los hice míos y hoy puedo ofrecerlos en un espectáculo. No me disperso, me gusta todo, y lo disfruto.

BUENA COMPAÑIA

La inclusión de "Galleta" Miguens en el show adquiere un carácter reivindicatorio. "Es la última cantante rea que nos queda. A las 17 años fue la primera vocalista femenina de la orquesta de Pugliese; es una institución", se enciende Celiberti al anunciarla. También lo acompañará en escena la bailarina Alejandra Ledesma, quien será su partenaire en "Preludio a la siesta del fauno", su caballito de batalla.

-¿Cómo nació este dúo?

-Ingresé en el Colón a los 15 años y a los 19 me impactó ver a Nureyev acá con el Ballet de Nancy. Hicieron "El fauno". Desde aquel momento pensé que algún día lo haría, pero recreado, para devolverle el carácter transgresor que tuvo cuando Nijinsky lo montó por primera vez. Con los años fui asimilando la partitura hasta lograr contemporanizarlo.

-¿Qué impresión tiene de las nuevas generaciones de artistas locales?

-Acá siempre hubo mucho talento, y hoy más que nunca. Pero deben tener cuidado los jóvenes de no dejarse llevar por la velocidad. El artista es como un pan, no se hace en media hora. Son años de estudio. Hoy, en cambio, el mercado les ofrece una fama rápida, y eso puede ser peligroso.