Macri visitó al Papa quien llamó a la unidad de los argentinos

La reunión, que duró 22 minutos, se realizó en la biblioteca privada del Palacio Apostólico, en una audiencia privada a agenda abierta que fuentes vaticanas consultadas definieron como "protocolar, sobria y seria".

El presidente Mauricio Macri visitó hoy al papa Francisco en el Vaticano, en la primera audiencia tras el cambio de gobierno, y en la que el pontífice le pidió trabajar por la unidad de los argentinos y luchar contra la pobreza, el narcotráfico y la corrupción en el país.

La reunión, que duró 22 minutos, se realizó en la biblioteca privada del Palacio Apostólico, en una audiencia privada a agenda abierta que fuentes vaticanas consultadas definieron como "protocolar, sobria y seria".

Macri señaló que se trató de "dos viejos conocidos porteños que se encuentran en otra etapa de su vida" y donde Francisco le transmitió su preocupación por la pobreza, el narcotráfico y la corrupción en el país y lo exhortó a trabajar por la unidad de los argentinos. 

Pese al gesto adusto con el que el Papa saludó a Macri en su llegada al encuentro, el Vaticano destacó "los cordiales coloquios" que mantuvieron ambos al subrayar que eso expresa "el buen estado de las relaciones bilaterales entre la Santa Sede y la República Argentina".

En su reporte de audiencias, la Santa Sede especificó que en la reunión trataron "temas de mutuo interés, como la ayuda al desarrollo integral, el respeto a los derechos humanos, la lucha a la pobreza y al narcotráfico, la justicia, la paz y la reconciliación social".

Macri señaló, en conferencia de prensa tras el encuentro, que invitó a Francisco a visitar su país natal al que no volvió desde que fue designado Papa pero que este le dijo que no podía este año pero que lo hará "lo antes posible", sin estimar fecha.

El presidente le ofreció también al Papa recibir en el país a los refugiados de Siria que huyen de la violencia terrorista del grupo extremista ISIS y de la guerra civil de ese país y colaborar con la asistencia humanitaria a través de los Cascos Blancos, organización dependiente de la Cancillería nacional.

Macri reveló que en su charla de 22 minutos con Francisco le expresó su "preocupación por unir a los argentinos y dejar atrás los rencores" y que el pontífice le pidió que "no dude enfrentar los problemas graves de fondo que tiene la Argentina" como el narcotráfico y la corrupción.

"Para mi fue el contacto de dos viejos conocidos, como hacíamos cuando estábamos frente a la plaza de Mayo y yo era jefe de Gobierno porteño y él me recibía" en su despacho, acotó.

Macri también dijo estar "contento" porque sabía que "cuando necesitemos un apoyo de él lo vamos a tener" pero no dio respuesta a la consulta del periodismo sobre si habían dialogado respecto del rosario que el Papa le envió a Milagro Sala, detenida en Jujuy acusada por delitos graves.

"Le comenté mi gran preocupación por unir a los argentinos, dejar atrás los rencores y trabajar en agenda común de futuro para resolver los problemas del país, especialmente la pobreza y el narcotráfico", afirmó el primer mandatario.

Asimismo, apuntó que coincidió con Francisco en que "de nada sirve toda la capacidad de construir si falta el debido componente de solidaridad".

"Hay que sumar la mayor cantidad de gente posible a esta Argentina que crece y ayudar a aquellos que no puedan acceder", planteó Macri.

En ese marco, resaltó que le trasmitió al Papa que esperaba "seguir trabajando junto a la Iglesia argentina en este tema, ir virando a un país de pobreza cero y por eso fue muy importante haber coincidido en la importancia de estar juntos y unidos".

Macri también relató que Francisco "habló de la importancia de recuperar la cultura del trabajo en el país, algo que nosotros estamos pregonando".

Francisco, recordó, "está preocupado por la integración de los chicos, a través del estudio y del deporte y alejados de los males de la calle".

Respecto de la situación del desarrollo económico y social del país y "en términos de consejo", sostuvo que "el Papa me dijo que tenga paciencia, que no dude enfrentar los problemas graves de fondo que tiene la Argentina y señaló al narcotráfico y corrupción que hace mucho daño destruyendo oportunidades para el que menos tiene".

Macri llegó acompañado por su esposa, Juliana Awada, quien lucía la tradicional mantilla negra que marca el protocolo vaticano para las audiencias papales y fue la única que recibió una gran sonrisa de parte de Francisco, que además le regaló dos rosarios bendecidos.

Asimismo, la comitiva que saludó al papa estuvo integrada por los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Juan Manuel Urtubey (Salta) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego), funcionarios del gobierno y el embajador ante la Santa Sede Rogelio Pfirter.