Procesaron y liberaron al agente de la Metropolitana que baleó a un joven en el barrio de La Boca

Fuentes judiciales informaron que el juez de instrucción Osvaldo Rappa imputó en la causa al efectivo policial Ricardo Ayala, de 24 años, y dispuso la libertad inmediata del uniformado que se encontraba detenido desde el 10 de noviembre, cuando se produjeron los hechos.

El agente de la Policía Metropolitana Ricardo Ayala, que baleó al joven Lucas Cabello frente a un hogar de tránsito de La Boca, fue procesado hoy sin prisión preventiva por el delito de homicidio en grado de tentativa, agravado por su condición de miembro de una fuerza de seguridad.

Fuentes judiciales informaron que el juez de instrucción Osvaldo Rappa imputó en la causa al efectivo policial, de 24 años, y dispuso la libertad inmediata del uniformado que se encontraba detenido desde el 10 de noviembre, cuando se produjeron los hechos.

Las fuentes confirmaron que Ayala fue procesado por el delito de "homicidio en grado de tentativa, agravado por su condición de ser miembro de una fuerza de seguridad, con exceso en ejercicio de legítima defensa", y que el magistrado ordenó el embargo de bienes del imputado hasta cubrir la suma de 300 mil pesos. 

El juez Rappa sostuvo en el fallo que Ayala "efectuó tres disparos, de manera imprudente, con su arma reglamentaria contra el cuerpo de Lucas Nahuel Cabello, excediéndose en los límites impuestos por la ley, ante una agresión del nombrado Cabello, lo que casi le ocasiona la muerte".

El abogado Nahuel Berguier, que representa a la familia de Cabello, adelantó que apelará "la calificación y el beneficio de libertad" que se le otorgó a Ayala.

"La liberación del policía puede afectar el desarrollo de la investigación", advirtió el letrado en declaraciones a la prensa.

Berguier cuestionó que Ayala haya sido procesado por "tentativa de homicidio con exceso en la legítima defensa", cuando el juez Rappa reconoció en el fallo que Cabello no estaba armado al producirse los hechos.

En otro párrafo de la sentencia, el juez Rappa consideró que "no se tiene certeza de los motivos por los cuales el oficial Ayala accionó su arma reglamentaria contra el cuerpo de Cabello".

"No hay indicios que permitan sospechar que los disparos de Ayala contra Cabello fueran intencionales y sin motivo aparente. Sólo se advierte un mal desempeñó en su labor y su poca experiencia para enfrentar una situación de agresión y tensión, siendo imprudente en su manejo con el arma".

El magistrado destacó en el fallo de 44 páginas que "hay una persona con tres heridas de bala internada en una clínica privada y que se encuentra grave de salud, corriendo peligro su vida (es más, presenta una cuadriplejía prácticamente irreversible)".

"Los proyectiles impactaron una en la pierna derecha, otra en el brazo izquierdo y el restante en el cuello izquierdo, conforme lo destacaran los especialistas médicos", detalló.

El juez Rappa dejó sentado en la resolución que el policía metropolitano "reconoció haber accionado su arma reglamentaria con el fin de repeler un ataque de Lucas Cabello, pero siendo evidente que el recurso empleado para defenderse excedió los límites impuestos por la ley".

El magistrado contó para el fallo con la declaración de testigos que confirmaron que Ayala disparó contra Cabello y descartaron que el joven de 20 años estuviera armado como aseguró el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro.

Las pericias posteriores confirmaron que en la escena del hecho sólo se secuestró el arma reglamentaria de Ayala y las tres vainas disparadas.

Un día después del ataque policial contra Cabello, la vicejefa de gobierno porteño y mandataria bonaerense electa, María Eugenia Vidal, atribuyó el hecho a "un caso de violencia de género", pero esa afirmación quedó desmentida en el expediente judicial.