En una entrevista que le realizó la revista New Yorker

La jefa de Estado destacó el modelo y aseguró que extraña a Kirchner

Recordó que con su esposo fallecido Néstor Kirchner "no teníamos una sociedad política" sino que para ellos "militar juntos, trabajar juntos en política no era una decisión que habíamos tomado como una sociedad política, sino que era una decisión de vida y por eso nos habíamos encontrado".

La presidenta Cristina Fernández reveló hoy por las redes sociales una entrevista que le realizó la revista New Yorker, la misma que cuestionó sus burlas a la forma de pronunciar la letra R de los chinos, en la que reveló que extraña a Néstor Kirchner y sostuvo que existe "un modelo argentino" para defender la reestructuración de deudas soberanas en el mundo.

La jefa de estado, que hoy se encuentra en Paraguay, difundió por las redes sociales un extenso texto acompañado por un video del reportaje que el 11 de marzo, a su regreso de la gira por China, le hizo el periodista Dexter Filkins en Olivos.

En ese marco, destacó que los juicios a los militares que cometieron crímenes de lesa humanidad durante la dictadura era "un proceso inédito en el mundo, porque en realidad violaciones a los derechos humanos se han cometido en muchos países del mundo, pero que haya sido precisamente el propio país el que juzgue a esos criminales o terroristas de Estado, el único caso que se conoce es la República Argentina". 

Fernández recordó que con su esposo fallecido Néstor Kirchner "no teníamos una sociedad política" sino que para ellos "militar juntos, trabajar juntos en política no era una decisión que habíamos tomado como una sociedad política, sino que era una decisión de vida y por eso nos habíamos encontrado".

Y, recordó que piensa en él "todo el tiempo, no como lo hacía al principio con mucha congoja y con mucha angustia" sino "desde otra perspectiva, de todo lo que hizo, y siempre me pregunto qué hubiera hecho, qué haría él".

"Ahora, ¿si lo extraño? Sí, claro que lo extraño. Lo voy a extrañar hasta el último de mis días", acotó.

En el plano económico, Fernández sostuvo que "cuando nosotros llegamos (al Gobierno nacional) vemos realmente que había dos graves problemas: el endeudamiento crónico de la Argentina, que había alcanzado una deuda del 160% de su Producto Bruto Interno, una situación que hoy tienen otros países del mundo; que además estábamos totalmente desindustrializados, o sea, todas las industrias que generan trabajo, que generan valor agregado, que permiten crecer a un país, estaban devastadas por que habían sido devastadas en la década de los 90".

La presidenta citó el primer discurso de Kirchner en Naciones Unidas cuando, dijo, "define qué es lo que yo creo que es el eje de nuestro modelo, cuando le dice al mundo en esa Asamblea 'Déjennos crecer para poder pagar la deuda, porque los muertos no pagan las deudas'".

En ese marco, dijo que buscaron lograr "poder adquisitivo para que se pudiera desarrollar un fuerte mercado interno" y reconoció que "en esto no hicimos más que mirar el modelo original de Estados Unidos de desarrollo".

Fernández observó que el crecimiento de Estados Unidos se dio por su "mercado interno, con una fuerte protección a todo lo que es la industria norteamericana, a sus productores agrícolas".

Hay, dijo, "un gran discurso de libre comercio de las fronteras hacia afuera, pero de las fronteras hacia adentro una gran protección del país, lo cual no lo digo como crítica, sino que al contrario: nos pusimos a mirar qué había hecho Estados Unidos en la época de (Theodore) Roosevelt y cómo había surgido, y creo que, bueno, ahí está la clave. Definimos que el empleo, el trabajo, el trabajo, el trabajo bien remunerado".

Consultada sobre si la situación argentina podía servir para otros países que atraviesan crisis, dijo: "Sí, yo creo que sí, que hay un modelo argentino".

"De hecho hoy, por ejemplo, en Naciones Unidas hemos logrado algo inédito: estamos discutiendo luego de un debate que se hizo y con el cual contamos con el apoyo del G77+China, hoy se está discutiendo en Naciones Unidas poder aprobar para la próxima Asamblea un tratado sobre reestructuración de deuda soberana.

Uno de los principales problemas que tiene el mundo, fundamentalmente Europa, es sus deudas soberanas", añadió.

Entonces, apuntó que "Estados Unidos es el que más debe en el mundo, pero como es el que tiene la maquinita de hacer dólares no tiene ese problema. Traslada sus problemas, su inflación, hacia el exterior y cuando valoriza su moneda produce el vuelo de calidad de los países emergentes, de capitales, hacia el centro".

Al destacar el "modelo argentino", señaló que "en Grecia nos han tomado los que han vencido en las últimas elecciones como un modelo. Y nos planteamos, pero no como un modelo. Cuando mirábamos a Europa, el tema de la Unión Europea, que fue tan alabada durante mucho tiempo, tiene un problema muy grave que es renunciar a partir de la unidad monetaria al uso de la moneda, que es uno de las claves de cualquier proceso económico".

Fernández diferenció entonces que "Estados Unidos jamás renunciaría por ejemplo a que su moneda fuera moneda de reserva".

"Creo que lo que estamos tratando ahora en Naciones Unidas, que es una cosa muy sencilla de hacer, es simplemente tener una ley de quiebras a nivel global", acotó.

Respecto de la deuda externa, señaló que "lo más curioso y lo más gracioso de todo esto es que toda la deuda que este gobierno y el de Kirchner pagó no es deuda que contrajimos durante nuestra gestión, es deuda de ese 160% del PBI que teníamos. Y hoy la Argentina es el país que más ha reducido su exposición en deuda".

"Tenemos el nivel de endeudamiento más bajo de toda nuestra historia. En moneda extranjera, o sea en dólares y en euros, a personas privadas, nacionales o extranjeras, solamente el 9,5% del PBI. O sea, un país desendeudado. Creo que este es uno de los ejes fundamentales, esto nos permitió también generar recursos", acotó.

Fernández apuntó que "las reglas financieras internacionales tampoco le sirven hoy a los países desarrollados. Estados Unidos, tiene una brecha de desigualdad como nunca ha tenido en la historia".

Señaló que "hay un 1% de estadounidenses que poseen fortunas incalculables frente a una clase media" y dijo que el show televisivo "Friends por ejemplo, esta serie fantástica, hoy no tendría sentido porque no reflejaría la realidad de gran parte de la juventud norteamericana".

"Estas reglas financieras no le sirven a nadie. Ni a los países desarrollados ni a los países no desarrollados", añadió la jefa de estado y sostuvo que "por supuesto, los que terminan pagando el pato son los países emergentes".