La terrible cifra de 277 mujeres y niñas asesinadas durante 2014 y los recientes casos muestran una situación que sigue siendo grave

Femicidio, un flagelo que no se detiene

Especialistas consultados señalan que estos ataques se dan dentro de un clima de violencia social que se expande. Lo positivo es que ahora las mujeres golpeadas se animan a denunciar más a su agresor y hay donde recurrir. Falta trabajar más en la prevención.

El caso de Gabriela Parra, la mujer asesinada hace pocos días por un hombre obsesionado por ella en pleno centro de Caballito, muestra una vez más como la violencia de género sigue provocando muertes en forma constante.

Según un informe de la Asociación Civil La Casa del Encuentro se registraron 277 femicidios de mujeres y niñas desde el primero de enero al 31 de diciembre de 2014 (ver recuadro).

Ante esta cifra alarmante cabe preguntarse ¿Por que se repite una y otra vez esta problemática? La doctora Silvina Mazaira, presidente del capítulo de salud mental de la Asociación de Psiquiatras de Argentina (APSA) señala a La Prensa que ""no se puede saber si este problema ha crecido, pero sí se puede observar el hecho de que las mujeres se animan a denunciar más los casos de violencia de género"".

""Antes -continúa- pasaba que se daban estas situaciones dramáticas, pero se ocultaban, quedaban en la esfera privada. Así muchas mujeres sufrían maltratos que terminaban en homicidios. Hoy existe la posibilidad de que la víctima se anime a contarlo, a denunciarlo"".

Para la médica psiquiatra otro avance ha sido el de la creación de la figura del femicidio. ""Esto permite que quien cometa este delito reciba el castigo que se merece, de todas maneras no sirve para un tema importante en el que se debe trabajar mucho que es el de la prevención"".

VIOLENCIA SOCIAL
Mazaira expresa que femicidios ocurrieron siempre. ""Quizás esto hoy se ve más exacerbado por un clima general de violencia social que se observa en las canchas de fútbol, en la calle con las peleas en el tránsito, las discusiones de vecinos que terminan a los tiros"". La profesional toma como ejemplo la película Relatos Salvajes, donde se observan estas situaciones violentas que han identificado a locales y extranjeros. ""Es un fenómeno a nivel global, donde se pasa la barrera de lo privado"".

""Por ejemplo en un espectáculo como el fútbol se tuvo que prohibir el ingreso de visitantes. Se ha perdido el control interno. Y en esta situación sufren más las mujeres y los niños, son más vulnerables dentro de una cultura que aún muestra rasgos patriarcales"".

En cuanto al caso del hombre que apuñaló a la mujer en Caballito -porque según se señala, la víctima que era acosada por el asesino, lo rechazó- Mazaira indica que ""hay una patología seria, donde el homicida piensa que si no le pertenece no puede existir"".

La médica psiquiatra advierte que lo que muestran además muchos de estos casos es la ""inefectividad del Estado ya que a pesar de que hay denuncias previas la mujer agredida termina muerta"".
""En muchos casos -agrega la profesional- la justicia dictamina que el agresor no puede acercarse a la mujer que es víctima de violencia, pero luego no se certifica el cumplimiento de esta disposición"".

CAMPAÑAS
Si el femicidio no se puede anticipar, es fundamental trabajar en campañas de prevención, opina Mazaira. ""Hay que buscar formas para que las mujeres detecten conductas violentas"".
""Y también -prosigue- con los hombres, fomentando campañas que indiquen que significa ser hombre para la mujer. Que no es el dueño de su pareja, ser novio o marido no le da derecho a que trate a su novia o esposa como algo de su propiedad"".

En este sentido, Mazaira rescata como positiva una campaña realizada por el Día de la Mujer del pasado 8 de marzo donde las mujeres pedían no ""que le regalen flores sino que no las lastimen"".
La miembro de APSA dice que es importante también trabajar la problemática desde la adolescencia.

""Recalcar a los chicos que hombres y mujeres tienen los mismos derechos"".
Mazaira dice que se puede detectar en los jóvenes conductas que pueden tender a tener una personalidad agresiva. ""Hay que estar atento al lenguaje agresivo hacia la pareja, cuando critican como se viste. Muchas veces les dicen que parecen prostitutas"".

También es importante cambiar cierta cultura social donde cuando ocurre un hecho como una violación se ataca a la víctima. ""Es muy común escuchar que la mujer agredida fue la responsable"".
La profesional concluye mencionando que hoy se ha avanzado en esta cuestión a partir de la creación de oficinas del estado que reciben denuncias, números de teléfono como el 144 de asistencia, y la visibilidad del tema. ""La situación se fue empoderando pero aún falta mucho por hacer"".

EN PRIVADO
La doctora Nora Leal Marchena, en tanto, indica que ""en los medios irrumpen los casos más violentos y espectaculares pero hay muchos más. Tal vez no terminan en un femicidio, pero están lesionadas, quemadas. Sufren en privado"".

Para la presidenta honoraria del capítulo de violencia social y salud mental de APSA si bien para las mujeres muchas cosas han cambiado para mejor aún falta ""profundizar el cambio en una cultura que aún tiene rasgos de dominación patriarcal"".

""Hay muchos hombres -continúa- que aún actúan como si la mujer les perteneciera, que tienen derecho a manejarla y destruir. Esto afecta a la mujer que al ser sometida le va anulando su capacidad de pensar"".

Leal Marchena indica que la mujer maltratada está sometida a una situación de estrés que no le permita estar conciente de lo que le pasa. Sólo busca satisfacer a su pareja para que no se enoje.
""Se convierte en una persona que se siente insignificante. No sale a ningún lado. El violentador las aisla de la familia, los amigos. No cuentan con ninguna red de contención"".

En estos contextos violentos los chicos son también afectados. ""Los chicos que viven en hogares violentos luego tienen sus consecuencias de grandes. En el caso de las chicas suelen convertirse en mujeres depresivas, que solo conocen un perfil de pareja y entonces repiten y se arriman a maltratadores. Hay familias donde esto se da por generaciones"".

VULNERABLE
La médica psiquiatra señala que la mujer así se convierte en alguien más vulnerable. ""Las mujeres son las que están casi siempre más pendientes de la crianza de los hijos y por miedo a que a ellos les pase algo se quedan al lado del golpeador"".

Leal Marchena señala algunas conductas que sirven como indicadores de que se puede estar ante una persona que puede convertirse en golpeador. ""Cuando uno ve que se convierte en alguien muy controlador que llama a cada rato a ver donde está la novia, que es muy celoso, que la desacredita adelante de otros, y la aisla de la familia, no la deja ir a reuniones con amigas"".

La psiquiatra expresa que es muy importante brindar más protección a las mujeres que están en riesgo. ""Tienen que estar más protegidas. Lamentablemente se aisla y se castiga al golpeador después que mató a su pareja"".

""Es muy difícil para la mujer salir de este círculo. Algunas no saben donde esconderse porque las vienen a buscar. Y muchas veces pasa, el violento llega y las ataca, por eso es muy importante el trabajo de la Justicia y una red de contención efectiva"".

Leal Marchena menciona que es fundamental trabajar en la prevención desde la infancia y la adolescencia. ""Por ejemplo con los chicos en los clubes de fútbol"".
""Después de jugar, tener una reunión donde se les hable del respeto al otro, del cuidado. Y con las chicas en ámbito donde concurran, contarles que tienen derecho a ser independientes, que su pareja es para estar a su lado no encima, que debe ser su compañero"".

Para la profesional es central trabajar para favorecer en la sociedad ""un clima solidario, con alegría y donde se respeten los valores"".