Basura Cero, el marco legal de la Ciudad

Una norma ambiental para reducir la basura porteña

Con la Ley 1.854 "Basura Cero", la Ciudad de Buenos Aires obtuvo, finalmente, una normativa referida a la gestión de sus residuos sólidos urbanos. Promulgada en enero del 2006 y reglamentada en mayo de 2007, la norma constituyó un marco ambiental de referencia para toda iniciativa desarrollada en territorio porteño.

Juan Carlos Villalonga estuvo entre las personas que más reclamaron la normativa. "A partir de 2011 ya se notaba que en la Ciudad se tomó en serio la necesidad de reducir. Se sabía que no le quedaba demasiado tiempo al relleno Norte 3 por lo que fue necesario cambiar la visión que prevalecía en esa época de que si se cerraba un predio se tenía que abrir otro. El gobierno de Ibarra lo quiso hacer y no encontró ningún lugar que quisiera recibir la basura. Entonces basura cero fue aceptado a la luz de que era claro que había que cambiar el paradigma", explicó el titular de la Agencia de Protección Ambiental (APrA).

Luego agregó que "lo bueno es que estos últimos años, actuando seriamente, el gobierno va generando buenos resultados. Esto es muy alentador porque muestra que cuando hay políticas serias que se mantienen en el tiempo los resultados aparecen".

De los datos aportados por APra, el año pasado se detectó una reducción de los residuos generados en la Ciudad en un 15 por ciento y se estima que en el 2015 se llegué a un número menor.

"Creo que en 2015 vamos a estar en una reducción menor porque si dibujas una curva con estos valores te vas dando cuenta que va en picada. Es muy difícil sostener semejantes niveles de reducción. Aún así eran mayores a los que se esperaban al comienzo de Basura Cero que estimaba una reducción de entre el 5 a 10 por ciento anual", subrayó el ambientalista.

La minimización de los residuos a enterrar mediante la práctica de separación de materiales reciclables en origen fue una de las acciones que adoptaron en la Ciudad para la concreción de Basura Cero. Además, se le agregó la formalización e integración de los recuperadores urbanos en el circuito del servicio público de recolección diferenciada.

"Los centros verdes son una pieza fundamental para el cumplimiento de Basura Cero. Son lugares donde las cooperativas de recuperadores tienen el equipamiento para poder hacer la separación fina del material seco de lo que recogieron de las campanas verdes. A ese lugar es bueno que no lleguen los residuos voluminosos porque tienen que tener sus propios circuitos", destacó Villalonga.

Actualmente funcionan 10 centros verdes que dan tratamiento a toneladas de residuos. Consultado sobre la proyección futura de estos lugares en el proceso de reducción y reciclado de la basura, Villalonga enfatizó que "tienen que ganar un nivel mejor de condiciones de trabajo que lleve a una alta productividad. Que tenga una mayor capacidad de venta de todo el material que llega mediante el almacenamiento para hacer stock y poder vender cuando sea adecuado".

Las mejoras logradas en estas instalaciones reflejan una mejor calidad de vida de sus miembros, que ya no tienen que estar en las calles, profesionalizando sus tareas con elementos de seguridad. Pero cualquier crisis económica provoca que surjan nuevos recuperadores urbanos en la Ciudad. El desafío para el futuro gobierno estará reflejado en cómo se los integrará en el servicio público de recolección diferenciada.