CFK NOS RETROTRAJO A LOS OCHENTA: LA DOMINANCIA FISCAL EXPLICA LA ALTA INFLACION

El modelo debe entrar a boxes

La presidenta de la Nación podría decir que le ha salido caro el error de perder la estabilidad lograda en los tiempos de Néstor Kirchner y Roberto Lavagna.

POR EDUARDO FRACCHIA *

El llamado modelo productivo se agotó hacia 2008 y la inflación fue el tema clave para explicar el desgaste al afectar el tipo de cambio real y por surepercusión en la pobreza, dos baluartes del esquema kirchnerista.

¿Está entonces todo perdido? Una solución al problema de la suba de precios podría ser un programa integral antiinflación como la punta de lanza de una serie de correcciones y ajustes a la macro. Es más que un service, es una reinvención del modelo que debe entrar en boxes y en particular por el tema inflación. Hace falta pensar este programa como un plan de estabilización a mediano plazo. Hay una necesidad de mayor independencia del Banco Central. En este sentido, la reforma de la Carta Orgánica ha sido una involución institucional de acuerdo con lo que estamos viendo en términos de financiamiento al sector público que pasó del 0,2% del PIB en 2006 al 4% en 2014. 

TIPICAMENTE KEYNESIANO

Se ha instalado nuevamente un fenómeno de dominancia fiscal, típico de la época de Alfonsín en los ochenta. El BCRA actual tiene varios objetivos como banco típicamente keynesiano. Pero Keynes aclaró en su momento que con capacidad ociosa baja, la expansión monetaria se traslada a precios. La econometría en Argentina muestra por otra parte alta correlación entre emisión de dinero y precios.

La inflación es un problema que puede mantenerse en el tiempo: se puede seguir al 36% anual de inflación sin escalar. Se trata de un proceso lento que va acumulando distorsiones que influyen en la inversión y en el PIB potencial.

El ajuste llegará por la racionalidad del gobierno o de modo caótico por el propio mercado. Hay riesgo de mayor espiralización de los precios si las expectativas se forman mirando la brecha entre el blue -por ahora controlado- y el dólar oficial.

Este fenómeno de la inflación K fue muy bien reseñado en el trabajo escrito en 2006 por Axel Kicillof y la embajadora en Estados Unidos, Cecilia Nahón. Se analizan en este paper las causas del fenómeno inflacionario y las miradas alternativas desde la ortodoxia y de la heterodoxia. 

La inflación repercute en varios frentes. El crédito es escaso por ese motivo y la inversión está en un nivel bajo de 18% de PIB por la incertidumbre que genera la volatilidad de los precios relativos. Con respecto a estos, las tarifas para equilibrar los valores de 2001 deberían incrementarse mucho. Desde el final de la convertibilidad éstas se multiplicaron por menos de 1,5 y otros precios lo hicieron por un factor superior a 10.

PARITARIAS

Las negociaciones paritarias, con aumentos del 30% para 2015, explicitan la inflación en la que cree el Gobierno, el doble al menos que la oficial.

La puja distributiva sigue muy presente. La idea de pacto social, que está siempre flotando, parece difícil de implementar, entre otras cuestiones, porque el sindicalismo está dividido, y no se vislumbra una solución en este frente. A su vez, la aceleración en la devaluación prevista para 2015 podrá llevar a una mayor tasa de inflación. No por nada la Universidad Di Tella registra expectativas inflacionarias superiores al índice de 2014.

Como una solución parcial a la inflación el Gobierno debería moderar este año el gasto. El gasto público total está muy desalineado. Hasta el momento no nos encontramos en un proceso agresivo de caída de demanda de dinero como en 1989. M1 dividido por el PIB está en 13% cuando en la híper de entonces era de 1,3%. Por otra parte, las generaciones más jóvenes no conocen la inflación alta.

La inflación es, en orden de importancia, el principal problema para las compañías y el segundo para los argentinos después de la inseguridad. El objetivo loable de la pesificación es voluntarismo puro con una inflación de 38% anual. Parece razonable que se desdolaricen países como Perú que tiene 2,5% de inflación. "¿Dónde se compran errores baratos?, los míos me han salido caros", dice Mafalda. Cristina Kirchner podría decir que le ha salido caro el error de perder la estabilidad lograda en los tiempos de Néstor Kirchner y Roberto Lavagna.

* Economista de la Universidad Austral.