Consejos para una vuelta saludable a clases

Desde cómo retomar la rutina tras las vacaciones hasta qué vacunas deben tener al día los niños en edad escolar, los expertos recuerdan todo lo que hay que saber. Explican la importancia de los chequeos para un sano desarrollo.

El inicio de otro ciclo lectivo es un excelente momento para repasar las estrategias que ayudan a garantizar el desarrollo saludable de tus hijos. Desde cómo organizar la rutina diaria hasta qué mochila elegir y qué vacunas se les debe aplicar, La Prensa reúne en esta nota los consejos de los expertos.

"Como es sabido, la vuelta al colegio y el cambio de rutinas constituyen dos situaciones que despiertan grandes ansiedades en los niños; aparecen grandes resistencias a dejar el relajado estilo de vida que poseen durante las vacaciones, donde abunda la diversión, para embarcarse en un modo de vida más apegado a las obligaciones y a los horarios", subraya el licenciado Pablo Barraza, especialista en estrés, ansiedad y emociones del Instituto Sincronía.

En ese sentido, el profesional sugiere que es importante hacerles ver a los niños los aspectos positivos que posee esta etapa que está por comenzar, "de manera que esta transición se produzca con la menor ansiedad posible". 

Otros consejos que brinda Barraza para facilitar el retorno a sus habituales rutinas y horarios son:

* Motivarlos: el comienzo de las clases no implica la pérdida de la diversión. Recordarles todos los aspectos positivos que tiene la vuelta al aula, el reencuentro con sus compañeros, las nuevas actividades deportivas que van a realizar, las historias y anécdotas que van a compartir sobre sus vacaciones.

* Escucharlos: prestarles atención y darles la posibilidad de expresarse sobre sus temores por este nuevo año que comienza, tranquilizarlos haciendo foco en sus virtudes y en cómo fueron solucionando las dificultades que se presentaron años anteriores.

* Preparar juntos los materiales: ir preparando los elementos escolares juntos, compartir del momento de comprar la mochila, forrar los cuadernos, los lápices, constituye un buen recurso que a ellos los entusiasma y será una forma de irlos introduciendo en la vuelta al colegio.

* Mantener la tranquilidad: de manera de no sumar mayores ansiedades a las que poseen los niños en este nuevo comienzo de clases.

LAS VACUNAS

Por su parte, Carla Vizzotti, jefa del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (Pronacei), pone de manifiesto que "es importante que los chicos de cinco o seis años reciban las tres vacunas correspondientes antes de empezar las clases, que son la triple viral -contra la rubéola, el sarampión y la parotiditis-, la sabin -contra la poliomielitis- y la triple bacteriana celular -contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa-".

La especialista detalla que las vacunas deben colocarse antes del ingreso escolar "porque tardan entre diez y quince días en generarse los anticuerpos".

"Luego están las vacunas que se aplican en sexto grado, como la bacteriana acelular, la del virus del papiloma humano (VPH) en niñas y también se puede completar el calendario en aquellos niños que no tengan las vacunas triple viral y la de hepatitis b", agrega.

Según Vizzotti, "la escuela es un espacio donde los chicos comparten mucho tiempo y están expuestos a muchas enfermedades, por lo que tener el calendario de vacunación al día y llevar una alimentación saludable son, entre otros, factores fundamentales para la salud de los más chicos".

"El comienzo de clases es un buen momento para recordar que hay vacunas para todas las etapas de la vida y que toda la familia debe estar vacunada contra las diversas enfermedades", remarca. 

Además, recuerda que "el lavado de manos, el aireamiento de ambientes, toser y estornudar tapando la boca con el pliegue del codo y consultar al médico periódicamente son hábitos importantes para interrumpir la circulación de virus y bacterias".

VER Y OIR BIEN

Dos cuestiones fundamentales que incidirán en el desempeño escolar del niño son la audición y la vista. Por ello los especialistas destacan la importancia de incluir estos aspectos en el chequeo médico.

"La audición no debe dejarse a un costado, ya que es un sentido clave: cualquier deficiencia o dificultad en la escucha puede producir problemas de aprendizaje, como así también de dicción", alerta la fonoaudióloga Mónica Matti de GAES Centros Auditivos.

"Si el niño no responde de manera adecuada a un ruido o a una voz, si se nota un desarrollo lento del lenguaje y del habla, o si pronuncia mal, podría deberse a una deficiencia auditiva", añade.

Asimismo, comenta que muchos chicos no suelen darse cuenta de su deficiencia auditiva. "Algunos de ellos, de manera inconsciente, utilizan estrategias para comprender lo que quieren oír, como leer los labios. Otros, hablan gritando, o bien no registran si alguien les habla por detrás", afirma.

Una hipoacusia de leve a moderada no diagnosticada a tiempo puede generar severos problemas y trastornos del vocabulario, problemas de dicción y, lo que es más grave, dificultades en el aprendizaje, insiste Matti.

La profesional remarca que esto puede prevenirse si al niño se le realiza una audiometría "Este examen, muy sencillo, podría evitar inconvenientes durante el año escolar", expresa la fonoaudióloga.

En tanto, la doctora Romina D"Andrea hace hincapié en que en la actualidad existen múltiples soluciones que pueden ayudar a niños con hipoacusia, dependiendo del tipo y grado de la pérdida auditiva: audífonos, implantes cocleares, implantes de estimulación eléctrica acústica, implantes de oído medio e implantes de conducción ósea.

"Detectar una pérdida auditiva lo más pronto posible y encontrar el tratamiento adecuado, es clave para asegurar las mejores posibilidades de desarrollo audio-lingüístico, y con ello, la confianza en sí mismo", opina la experta.

Algo similar ocurre con la visión de los niños: la detección temprana de los problemas de este sentido es importante para su corrección futura. La clave es que los padres estén atentos a cualquier señal que indique una visión deficiente.

Los especialistas en oftalmología recomiendan que la vista del niño sea revisada con regularidad. "Cuanto más temprano sea detectado el problema, más fácil será corregirlo", destacan. Los estudios señalan que, aproximadamente, un 20 por ciento de los niños necesita alguna corrección visual.

"Sentarse muy cerca de la televisión, quejarse constantemente de dolor de cabeza y de ojos cansados, escribir cada vez más cerca del papel, sentir dificultad de leer a distancia, entornar los ojos para ver algo que está alejado, perder el interés por la lectura y los estudios, tener dificultad para correr, parecer torpe en los movimientos y presentar excesivo lagrimeo y escozor en los ojos, son algunas señales que te pueden ayudar a identificar el problema visual de tu hijo", enumeran los profesionales.

LA VIANDA

La alimentación de los niños es otro de los factores cruciales del sano desarrollo infantil. Al respecto, los expertos en nutrición de las Estaciones Saludables de la Ciudad recuerdan que las viandas pueden ser una alternativa económica y sana para comer fuera del hogar.

"Si se planifican adecuadamente, permiten incrementar la variedad de alimentos y ahorrar tiempo y dinero. Otras ventajas de prepararlas en casa es que si se seleccionan los alimentos adecuados y se preparan cuidadosamente se pueden controlar las calorías, la sal y la calidad de grasas consumidas, además de garantizar la higiene de las preparaciones", subrayan.

Entre las principales sugerencias para la elaboración de viandas, mencionan: 

* Incorporar alimentos de todos los grupos como vegetales, carnes y huevo, lácteos, frutas y cereales.

* Elegir preferentemente carnes magras, lácteos descremados y utilizar poca cantidad de aceite para la preparación. Evitar las frituras.

* Para ahorrar tiempo es necesario realizar preparaciones sencillas con alimentos que puedan adquirirse fácilmente. Una buena estrategia consiste en incrementar las cantidades que se preparan en la cena y reservar una porción para el día siguiente, complementando con vegetales (por ejemplo ensalada), cereales (como arroz en cantidades moderadas) o pan integral (para preparar un sándwich).

* Comprar los alimentos frescos en establecimientos que cuenten con condiciones higiénicas adecuadas y que respeten la cadena de frío.

* Lavar correctamente los vegetales y las frutas. 

* Preparar los alimentos en condiciones de higiene: manos limpias, superficies y utensilios limpios, evitar el contacto de los alimentos crudos con los cocidos.

* Cocinar correctamente las preparaciones que contengan carne picada, pollo o pescado. No utilizar nunca huevo crudo o parcialmente cocido.

* Para el traslado utilizar recipientes limpios, herméticos y en buen estado y
cuidar la cadena de frío (mantener las preparaciones en heladera hasta el momento de armar la vianda. Luego, transportar en loncheras o bolsos térmicos con el agregado de refrigerantes sólidos).

LA MOCHILA

El tipo de mochila y su correcto armado son esenciales porque un peso extra o su mal uso pueden producir "subluxaciones vertebrales en la columna, las cuales afectan el correcto funcionamiento del sistema nervioso central", remarca el doctor Diego Mellino, director de la Clínica de la Columna.

Las subluxaciones vertebrales, explica el especialista, son desviaciones y alteraciones en las vértebras de la columna. "Estas desalineaciones interrumpen o disminuyen el flujo del impulso del sistema nervioso", grafica. Además, "llevar un peso inadecuado por un tiempo prolongado, sumado a otros malos hábitos, pueden provocar escoliosis", advierte Mellino, quien precisa que "la escoliosis es la alteración de la columna vertebral, que se caracteriza por una desviación o curvatura anormal en el sentido lateral, en una vista anterior o posterior de la columna".

Con el objeto de prevenir este tipo de alteraciones, el doctor en quiropraxia describe los tipos de mochilas más usadas y los cuidados que se deben tener con cada una de ellas:

* Mochila de dos tiras: el modelo clásico que se usa para el jardín, la primaria, la secundaria e incluso la universidad. En este caso, lo ideal es que siempre lleven puestas ambas tiras para mantener equilibrado el peso y evitar la tendencia a encorvarse. Además, el cuaderno o los libros deben ir pegados a la espalda, ya que de esta forma no se exige a la columna, haciendo un esfuerzo indebido de ningún costado. En el caso de los más pequeños, que suelen llevar juguetes, lo correcto sería que los lleven en una valijita aparte para que no se pinchen la espalda, o quede más peso de un lado que del otro. La mejor opción son aquellas mochilas que tienen tiras anchas, ya que agarran mejor el hombro, que aquellas con tiras finas que pueden ejercer mayor presión.

* Bandoleras: existen dos tipos, las cortas cuando la mochila queda sobre la espalda y las largas cuando la mochila queda a la altura de la cintura. En ambos casos, lo ideal es que sean de tiras anchas. En cuanto al orden del material que se debe guardar, lo aconsejable es que los objetos más pesados vayan en forma vertical y bien cerca de la espalda o cintura, para que no se produzca un desequilibrio. Además, si se debe llevar material extra, lo ideal es llevarlo en una bolsa o bolsito separado.

Se debe ir alternando el hombro sobre el que se lo va a llevar para no forzar siempre el mismo costado del cuerpo.

* Mochilas con Carrito: es una de las opciones más recomendadas, ya que se libera a la columna de cargar su peso, y no requieren de mucho esfuerzo por parte del niño para su traslado. Igualmente, no es recomendable sobrecargarlas, y los materiales deben ir distribuidos como en el caso de las bandoleras para evitar desequilibrios que puedan generar un mal movimiento del brazo.

* Maletines: en este caso es importante saber que el peso máximo que los chicos pueden cargar es equivalente al 10% de su peso corporal. Estos modelos suelen venir con correas opcionales que permiten que se transformen en una mochila de dos tiras o en bandoleras para facilitar su traslado. Al igual que en los modelos anteriores es aconsejable que el niño vaya alternando la mano con que lo lleva, que el peso sea distribuido equilibradamente, los libros y cuadernos deben ir pegados a la parte trasera del maletín, y en caso de llevar material adicional, el mismo deberá ir en una bolsa aparte.