Juez de La Rioja entregó la sentencia del juicio por el asesinato de Angelelli al Papa Francisco

Daniel Herrera Piedrabuena entregó al papa Francisco en el Vaticano una copia de la sentencia dictada en julio por el Tribunal Oral Federal de esa provincia contra Luciano Menéndez y Luis Fernando Estrella, condenados a cumplir cadena perpetua por el asesinato de monseñor Enrique Angelelli.

La RiojaEl juez federal de La Rioja, Daniel Herrera Piedrabuena, entregó al papa Francisco en el Vaticano una copia de la sentencia dictada en julio por el Tribunal Oral Federal de esa provincia contra Luciano Menéndez y Luis Fernando Estrella, condenados a cumplir cadena perpetua por el asesinato de monseñor Enrique Angelelli.

"Mi audiencia fue motivada como juez federal de la Nación argentina, y entre diversos temas tratados con el Papa, estuvieron la instrucción de causas como la de (Gabriel) Longueville, (Carlos) Murias, y la de Angelelli, que son motivo de estudio en el Vaticano por el valor histórico que las mismas tienen", dijo Herrera Piedrabuena en breve diálogo con el diario local El Independiente.

Según explicó el juez, además de estas cuestiones, hablaron de otras temáticas que "hacen a la independencia judicial y a la Justicia en sí misma", durante el encuentro que mantuvieron el lunes pasado en el Vaticano.

Piedrabuena asumió en el año 2007 como titular del Juzgado Federal de La Rioja y desde entonces buscó reactivar las causas de derechos humanos, que estaban paralizadas en la provincia.

La causa por la muerte de Angelelli fue reabierta en 2010, luego de que Arturo Pinto, ex sacerdote que viajaba con el obispo, dijera que "el automóvil había sido obligado a salir del camino", lo que motivó la instrucción de la causa como asesinato, que hasta ese momento era considerada como un accidente.

El 4 de julio de este año llegó la sentencia tan esperada: Menéndez y Estrella fueron condenados a prisión perpetua en cárcel común e inhabilitación absoluta perpetua, por el asesinato de Angelelli.

La investigación judicial había recibido en las últimas semanas un impulso inesperado desde el propio Vaticano, luego de que el papa Francisco -admirador desde siempre de la figura de Angelelli- enviara a la justicia dos documentos secretos, que resultaron vitales para la causa. 

Se trataba de una carta del mismo Angelelli dirigida al nuncio apostólico Pío Laghi en la que advertía estar amenazado, y otra con el relato detallado, día por día, del asesinato el 18 de julio de 1976 de dos curas tercermundistas, Gabriel Longueville y Carlos Murias. 

La primera misiva, firmada de puño y letra por Angelelli un mes antes de su asesinato, dejaba muy comprometido al cuestionado nuncio y fue recibida e incorporada al archivo oficial de la Iglesia católica -en la copia se puede ver su sello en italiano, número de acta y folio-, develado por el papa argentino Jorge Bergoglio.