Señaló que es el diablo el que separa y destruye las relaciones

El Papa tacha de pecado grave las divisiones entre cristianos

"Los pecados contra la unidad no son sólo las herejías o los cismas, sino también las cizañas más comunes de nuestras comunidades: envidias, celos, antipatías; Esto es humano, pero no es cristiano", indicó Francisco.

Ciudad del Vaticano - El papa Francisco aseguró que uno de los pecados más graves para las comunidades cristianas es el de "las divisiones", durante la audiencia general que se celebró en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

El papa argentino dedicó la catequesis de ayer a la necesidad de "unidad" en la Iglesia y en las comunidades cristianas.

"Cuando recitamos el Credo, decimos que la Iglesia es "una" y "santa", aunque sabemos por experiencia que también está compuesta de pecadores y que no faltan divisiones", expresó.

Francisco explicó que "la Iglesia es santa porque está fundada en Jesucristo (...), pero al mismo tiempo está formada por pecadores, todos nosotros, que experimentamos todos los días de su fragilidad y sus miserias".

Recordó que durante la Historia los cristianos han estado muchas veces divididos. "También ahora estamos divididos, hemos incluso hecho guerras entre nosotros por divisiones teológicas. Pero esto no es cristiano", aseveró.

"Jesús, antes de su Pasión -dijo el Papa-, pidió por la unidad de sus discípulos: "que todos sean uno". Nos confía así su deseo de que la unidad sea una de las notas características de nuestra comunidad. Los pecados contra la unidad no son sólo las herejías o los cismas, sino también las cizañas más comunes de nuestras comunidades: envidias, celos, antipatías; Esto es humano, pero no es cristiano".

En una "comunidad cristiana, la división es uno de los pecados más graves, porque no permite que Dios actúe. Es el diablo el que separa, destruye las relaciones, siembra prejuicios. Lo que Dios quiere es que seamos acogedores, que nos perdonemos y nos amemos para parecernos cada vez más a El, que es comunión y amor. En esto consiste la santidad de la Iglesia: en reproducir la imagen de Dios, rico en misericordia y gracia", sostuvo el Pontífice.

El Papa concluyó afirmando: "hagamos resonar en nuestro corazón las palabras de Jesús: beatos los operadores de paz porque serán llamados hijos de Dios. Pedimos perdón por todas las veces en las cuales fuimos ocasión de división dentro de nuestras comunidades...".